lunes, 30 de agosto de 2021

CONSTANÇA D'ARAGÓ. 1284.

CONSTANÇA D'ARAGÓ.

1284.

https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_III_de_Arag%C3%B3n

https://es.wikipedia.org/wiki/Constanza_II_de_Sicilia

Respira, cor meu, respira,  Que prest del foch que 'l' turmenta  No romandrá ni una espira:


- Respira, cor meu, respira,

Que prest del foch que 'l' turmenta

No romandrá ni una espira:

Un broll de sanch no 'm retgira

Si de sanch las taques renta.

De ta llarga malaltía

Remey será aquexa sanch.

¿Qu'importa que noble sia?

Mes ho era la qu'un dia

Feu vermell mon manto blanch.

En mitx de tanta grandesa

Qu'als pesars consol no dona,

De cruels inimichs ofesa,

Per enganar ma tristesa

Duya d'òr una corona.


CONSTANZA DE ARAGÓN.

1284.

- Alienta, corazón mío, alienta; pronto no quedará ni una chispa del fuego que te abrasa; no me infunde pavor un chorro de sangre, si lava manchas de sangre.

Medicina a tu larga enfermedad será esta sangre. ¿Qué importa que sea noble?
Más lo era la que un dia enrojeció la blancura de mi manto.

En medio de tanta grandeza, escaso lenitivo a mis pesares, por crueles enemigos ultrajada, no logró jamás mi corona de oro engañar mi tristeza.


CONSTANÇA D'ARAGÓ. 1284. Rey en Pere III, Pedro III de Aragón


Mes fins ara 's pot dir qu'era

Reyna solament de nom

L'esposa del rey en Pere:

Que som reyna vertadera

Ben prompte ho veurá tothom.

Res em fa que pugan creure

Que de bronzo un cor abrich.

No 'm quedarán res a deure:

Del cálzer que 'm feren beure

Ne beurá mon inimich.

Que plor. Si. Qu'ensaboresca

Aquell glop d'amarch verí.

Per ágre que li paresca,

Com las gotes d'una bresca

Els seus plors serán per mí.

Y ¡cóm s'engana si espera

Que podrá la compassió

Fer tornar mon bras arrera!

L'esposa del rey en Pere

Arrera no torna, no.

Primer daria a mans plenes

Les joyes de mon tresor,

Mon manto faria benes,

Sanch treuria de mes venes,

Trossos faria mon cor.

Que totes les nits encara

Quant estich mitx condormida,

M'arriba una veu ben clara,

La triste veu de mon pare,

Que “mort y venjança” crida.


Mas, hasta ahora solo en el nombre puede decirse que era reina la esposa del rey Don Pedro, pronto confesará el mundo que soy reina verdadera.

Que lo crean, que es de bronce mi corazón! Saldada quedará la deuda. Del cáliz que me dio a beber beberá mi enemigo.

Que llore. Sí. Que saboree toda la hiel de aquel veneno. Qué importa que sea amargo; como gotas de miel serán sus lágrimas para mi corazón.

Y ¡cuánto se engaña si espera que podrá la compasión detener mi brazo! No retrocede, no, la esposa del rey Don Pedro. (III de Aragón)

Antes desperdiciaría las joyas de mi tesoro, trizas haría de mi manto real, regaría la sangre de mis venas, rompería en pedazos mi corazón.

Que todas las noches, cuando viene el sueño a cerrar mis párpados, llega todavía la voz triste de mi padre clamando “muerte y venganza”.


Venjança, dolsa venjança,

Anys fa qu'envers tú m'empenyen

El desitx y l'esperança;

Pero avuy mon bras l''alcança,

Avuy mos brassos l''estrenyen.

No 'l' deixaré. No m'espanta,

No 'm gela 'l cor el nom teu:

Quant ets justa també ets santa,

Ets un cástich qu'adelanta

L'invisible má de Deu.

Me venjaré a tota ultrança:

Qu'el botxí son ferro esmol,

Y axí veurán còm s'alcança;

Qu'aquesta avorrida França

En sentir mon nom tremol. -


Axó 's deya a sí matexa

La reyna dona Constança,

La muller del rey en Pere,

Qu'en la Sicilia comanda.

En son palau de Messina

Tanta de gent s'ha aplegada,

Que en sa cort, mes no 'n tendría

L'emperatriu de Alemanya.

En son trono está la reyna

Ab la corona posada,

Ab lo pom d'òr y lo sceptre,

Distintius de soberana.

Dels infants que tant estima

Un ne vol a cada banda,


Venganza, dulce venganza! años ha que a ti me arrastra mi anhelo, tú eres mi única ilusión; mas hoy logro alcanzarte, hoy te estrecho entre mis brazos.

No te dejaré. No me estremece, no hiela tu nombre mi corazón; eres el castigo que anticipa la invisible mano de Dios.

Me vengaré a todo trance; que afile su hacha el verdugo; así verá el mundo como tiembla solo a mi nombre esa aborrecida Francia. -

Así hablaba a su corazón Doña Constanza, la esposa del rey Don Pedro, la soberana de Sicilia.

Es tanta la muchedumbre que se ha juntado en su palacio de Mesina, que más grande no la tuviera en su corte la emperatriz de Alemania.

En su trono está la reina, ceñida a su frente la corona, en sus manos el globo de oro y el cetro, emblemas de soberana.

A su lado tiene a sus amados hijos, su alteza


Té en Frederich a má esquerra,

A má dreta l'alt en Jacme.

Y sols ells tres allá séuen

En les cadires daurades,

Sobre vistosa catifa

De flors vermelles y blaves.
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Ornament que sembla impròpi,

Del costat la paret tapan

Una folgada cortina

Y un dosser de negre llana.


De Jesucrist la figura

Imponent allá destaca,

Coronat el cap d'espines,

En la creu les mans clavades,

Devant ella resplandexen

De cera groga sis atxes

Que ab la seua llum recordan

Les de trista funeraria.

Y prop d'allá per lo sèries

De terror el pit conglassan

De set rigurosos jutges,

Vestits de negre, les cares,
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Ni se miren, ni sonríuen,

Ni se parlan ab veu baxa,

Y aquella cambra está plena

De cavallers y de dames;



el infante Federico a la izquierda, y a la diestra Don Jaime.

Solo ellos tres ocupan los dorados asientos sobre una vistosa alfombra de flores azules y coloradas.

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Impropio semeja el ornamento de la estancia; de un lado cubren la pared una holgada cortina y un dosel de negra lana.

En el fondo destaca severa y majestuosa la imagen de Jesucristo, coronado de espinas y clavado en la cruz.

Sobre el altar resplandecen seis blandones de amarilla cera, y su luz recuerda la de tristes funerales.

Y junto a él se hallan sentados y vestidos de negro siete jueces de imponente aspecto; su rostro hiela de terror.

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No se dirigen una mirada, ni sonríen, ni se hablan por lo bajo, y está llena la sala de damas y caballeros,


De patges y de donzelles,

De barons de antich paratge,

De prelats que duhen mitra,

De guerrers qu'han guanyat fama;

De valents que compartexen

Ab el gran Rotger de Lauria

Lo domini de les ones,

Els perills de les borrasques.

Hi há nobles de Sicilia,

De la Grecia, d'Alemanya,

Catalans, aragonesos...

Sols un de francesa rassa.
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En Carles príncep de Nápols,

Del tronch d'Anjú noble rama,

Que a n'en Rotger sens afronta

Rendí sa vensuda espasa,

N'es aquest qu'allá se troba

Presoner y en mitx de llançes,

Aguardant que decidesca

De sa vida una paraula.

Ni la tem, ni la provoca.

De sos ulls tranquils no saltan

Ni de fel amargues gotes,

Ni espires d'encesa rábia.

Sabent a qué está sotsmesa

La cega sòrt de les armes,

Ni l'orgull son front axeca,

Ni 'l dolor son front acala.


De pajes, doncellas y barones de antiguo linaje, de prelados y guerreros de ilustre fama,

De valientes que con el gran Roger de Lauria compartieron el dominio de las olas y el peligro de las tormentas.

Hay nobles de Sicilia, de Grecia, de Alemania, catalanes, aragoneses.... uno sólo hay, uno de francesa estirpe.

Don Carlos príncipe de Nápoles, de la noble rama de Anjou, el que sin afrenta depuso a los pies de Roger su vencida espada,

Es el que allí entre lanzas se halla prisionero, aguardando a que decida de su suerte una palabra.

Ni la teme, ni la provoca. De sus tranquilos ojos no se desprenden amargas gotas de hiel, ni una chispa de furor centellea de sus pupilas.

Sabe que es ciega la suerte de las armas, he aquí porqué ni eleva su frente el orgullo, ni la abate el dolor.


Mes fort que son bras de ferro

Quant feria en la batalla,

Un cor té que no 'l doblegan

De la mort les amenasses.

Prou coneix qu'ella s'acosta,

La remor sent de ses ales,

Y la sent com grossa alzina

Els bramuls de la ventada.

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Fit a fit la reina 'l mira,

Y llavores sí que ratja

Sanch mes viva y mes bullenta

De son cor l'antiga llaga!

Del color de les roselles

Enceses mostre les galtes,

Y del foch qu'en son pit cova

Respiran p'els ulls les flames.

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Rompent aquell llarch silenci:

- ¿Sabeu, oh jutges, esclama,

Que del Rey Manfré som filla?...

Som la filla desditxada! -

Y sa passió rencorosa

Cedint a la pena amarga,

Son esperit li flaquetja,

Y sos ulls en plors esclatan.


Más fuerte que su brazo de hierro cuando hiere en la batalla, más fuerte es su corazón; no le ablandan las amenazas de la muerte.

Bien conoce que esta se aproxima, ya siente el rumor de sus olas; siente como la poderosa encina los bramidos del vendaval.

Le contempla la reina tenazmente, fija en él su mirada, y es entonces más viva y ardiente la sangre que chorrea por la antigua llaga de su corazón.

Enciende su rostro el color de la amapola, y sale por sus ojos la llama del fuego que devora su pecho.

Rompiendo aquel tan largo silencio exclama:

¿Sabéis, oh jueces, que soy la desdichada hija del rey Manfredo?... -

Y cediendo a su amarga pena la pasión rencorosa, flaquea su espíritu y rompe en llanto.



- No ploreu, aquells responen,

Senyora, seréu venjada.

Del rey Manfré la memoria

Lo temps no ha esborrat encara.

Del rey Coradí l'afronta

Hem pesat en la balança:

Cap per cap es la justicia,

Mort per mort la lley demana. -

- Demá...! y s'atura. - Reyna!

Diu el príncep ab gran calma,

Si fòs encara possible

Demanaria una gracia.

- No hi há mercé. - Es tan petita!

- Y es? - Morir quant la campana

Tòqui a las tres del capvespre

La tercera batayada.

- Per qué axí?... - Demá 's divendres,

Mon calvari es una plassa,

Y en el seu en aquesta hora

Mon Redemptor espirava.
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Commoguda, com si fossen

Tan poques y humils paraules

Ferest tró d'una centella

Que reventás dins la cambra,

La reina s'axeca dreta,

Gira el cap, y ses mirades

En la figura 'n tropessan

Que baix del dosser ressalta.


- No lloréis, responden los jueces, seréis vengada señora. El tiempo no ha borrado todavía la memoria del rey Manfredo.

Hemos pesado en la balanza la afrenta del rey Coradino; cabeza por cabeza, esta es la justicia; muerte por muerte, esta es la ley.

- Mañana...! y se detiene. - Reina! dice el príncipe con sosiego, si aún fuera posible os pediría una gracia.

- No hay perdón. - Es tan corta...! - Y es?

- Morir a las tres de la tarde, al sonar la tercera campanada.

- Por qué así?... - Mañana es viernes, una plaza es mi calvario, y en el suyo y en aquella hora exhaló mi Redentor el último suspiro. -

Conmovida, como si estas breves y humildes palabras fuesen el pavoroso trueno de un rayo caído en la estancia,

Levántase la reina, vuelve la cabeza y su mirada se encuentra con la figura que bajo el dosel extiende sus brazos.


Gran batech el cor li dona,

Mut gemech son pit eczhala, (exhala)

Y ab sa veu que li tremola,

Pero veu ben estil-lada:

- Barons, diu, en Catalunya

Lo Rey mon espòs s'encuantra,

A ell li pertany fer sentencia

De tal príncep en la causa.

Si mon perdó necessita,

Lo té ja, qu'a mí no 'm bastan

Els llorers que se mostian,

Els llorers qu'ab sanch se guanyan. -


Com estorats tots se quedan

Mentres qu'ella s'adelanta,

Al príncep besa en la boca

Y sa ma dreta li allarga.

Y ningú 's tem que sa esquerra

Comprimint son pit estava,

Y que 's deya a sí matexa:

- ¡Calla, cor meu, calla, calla!

No 'm recordis que som reyna,

Recórdem que som cristiana,

Que Jesucrist es mon mestre,

Que Jesucrist es mon pare. -

____

Sacude su corazón un fuerte latido, mudas quejas su pecho exhala, y con voz temblorosa pero segura:

- Barones, dice, en Cataluña se halla el rey mi esposo, a él toca fallar en la causa de este príncipe.

Si mi perdón necesita, lo tiene ya; no me bastan laureles que se marchitan, laureles ganados con sangre.

Asombrada queda la muchedumbre mientras ella se adelanta, besa al príncipe en la boca y le alarga su diestra.

Y nadie se apercibe de que comprimiendo con la otra mano su corazón, le decía:
- Calla, corazón mío, calla, calla!

No me recuerdes que soy reina, recuérdame que soy cristiana, que Jesucristo es mi maestro, que Jesucristo es mi padre. -

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EL 25 D'OCTUBRE 1349. Tomás Aguiló Forteza.

EL 25 D'OCTUBRE

1349.

https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Lluchmayor

Asseguda dins la cambra,  La cambra de mes endins,  Dona Costança, l'esposa  D'en Ramon de Sant Martí,


Asseguda dins la cambra,

La cambra de mes endins,

Dona Costança, l'esposa

D'en Ramon de Sant Martí,


Pròp d'una taula, ab el colze

Demunt un coxí molt rich,

S'aguantava el front, enveja

Dels llíris de son jardí.


Deu del cel! qui l' hagués vista

Aquell vespre malehit,

En que li estavan devora

Trists com ella els seus dos fills!



EL 25 DE OCTUBRE

1349.


Sentada junto a una mesa, en su más apartado retrete, Doña Constanza, la esposa de Ramón de Sant Martí.

Apoyado el codo en riquísima almohada, sosteníase la frente, cuya blancura envidiaran los lirios de su jardín.

Dios del cielo! quién la viera aquella malhadada noche, cuando, como ella tristes, rodeábanla sus dos hijos!


A tres anys un no arribava,

No arribava l'altre a cinch,

Y per cert que tots dos eran

Com dos ángels de garrits.


El mes grandet la tenia

Agafada p'el vestit,

Esglayat la se mirava

Demunt sa falda el petit.


¡Pobre mare que no feya

Jochs y festes als seus nins,

Perque plena d'amargura

Sols pensava en son marit!


Pensava qu'en aquella hora

Se trobava en gran perill,

Y ja a dolses esperançes

No gosava doná' abrig.


Els seus ulls li espiretjavan,

De son cor treya suspirs,

Y per molt que fés esfòrsos

No 'l tenia gens tranquil.


En Gilabert de Centellas

De ciutat havia exit,

Y en son estol, gent valenta,

S'hi contavan molts de mils.


En los tres años frisaba el uno, el otro no llegaba a cinco, y eran los dos tan bellos que semejaban dos ángeles.

Teníala el mayorcito cogida de la falda de su brial, y en su regazo el pequeño mirábala aturdido.

¡Pobre madre, que no hacía mimos ni fiestas a los hijos de su amor, porque llena de amargura pensaba sólo en su marido!

Pensaba que en aquellos instantes hallábase en terrible riesgo, y no osaba dar albergue a lisonjeras esperanzas.

Asomó el llanto a sus ojos, exhalaba dolientes gemidos, y a pesar de sus esfuerzos no conseguía recobrar el perdido sosiego.

Gilaberto de Centellas había salido de la ciudad, y componíase su mesnada de muchos millares de valientes.


La llum del sol apagada,

S'anava el cel enfosquint,

Y a la cambra un esclau mòro

Ab un ciri entra summís.


- No guaytavas a la torre?

- En vench, senyora.- ¿Y qu'has vist?

- Ran de mar fòchs que servexen

Per doná' a ciutat avís.

- ¿Y res mes?- Fayes enceses

De Lluchmajor p'el camí.

- Y dius ver? Mon còr s'esclata,

Mon còr no'm cab dins el pit.


- De pols una nigulada

S'hi veya abans, y ferits

Del sòl los férros de llansa

Hi llambretjavan sovint.


- Ah! son ells, son ells que tornan,

Son els nostres inimichs;

¿Es que venen victoriosos

O s'en venen fugitius.


Y, digués, ¿son lluny encara?

- A retronar fins aquí

No 's tardará moltes hores

La remor del seus clarins.


Apagada ya la luz del sol, ennegrecíase el cielo; y con una vela en la mano entró humildemente en la cámara un esclavo moro.

- ¿No velabas en la torre? - De allí vengo señora. - ¿Y qué viste? - Orillas del mar grandes hogueras que deben ser aviso para los de la ciudad.

- ¿Nada más? - Antorchas encendidas camino de Lluchmayor. -

¿Es cierto? Se me rompe el corazón que no cabe, no, dentro mi pecho.

- Descubríase antes espesa nube de polvo, y los hierros de las lanzas reflejaban los rayos del sol poniente.

- Ah! son ellos los que vuelven; son sin duda nuestros enemigos: mas ¿es que vienen victoriosos o es que huyen derrotados?

Y, di, ¿están lejos todavía? - Dentro de breves horas se oirá desde aquí el sonido atronador de sus clarines.


- Vés, puja, puja a la torre,

Y si 's cumpleix mon desitj,

Si mon plant el cel escolta,

No serás ja mes catiu. -


D'exir lo esclau acabava,

Quant la dama exhala un crit,

Perque 's veu devant un frare

Que l'abrassa ab frenesí.


De fèrro una cervellera,

Un arnés mitj desguarnit,

Uns esperons sanguinosos,

Cubria el ropatje humil.


Espassada la sorpresa:

- Ramon! Esposa! qu'estim...

- ¿Y el Rey? - Amor de ma vida,

¿No estavas pensant en mí?


- El Rey?... Callas, y a la boca

l'' acòstas plorant el dit?

- En Centellas comandava

No soldats, sino botxins.


- ¿Qué vols dir? - Caygut en terra...

- ¡Pobre Don Jaume! Felis,

Qu'entre el desterro o l'afronta

No ha tengut temps d'elegir.


- Ve, sube, sube a la torre, y si mis anhelos se cumplen, si escucha el cielo mis suspiros, no seras ya cautivo. -

Acababa de salir el esclavo cuando lanzó la dama un grito de terror, al ver entre sus brazos a un fraile que la estrechaba con frenesí.

Cubría el humilde ropaje un acerado yelmo, un arnés desguarnecido y unas espuelas mojadas en sangre.

- Ramón! exclamó la dama, desvanecida su sorpresa. - Esposa adorada!.... - ¿Y el rey? - Amor de mi vida, ¿no estabas pensando en mí?

- El rey... Callas y llorando me impones silencio? - Los de Centellas no eran soldados sino verdugos.

- ¿Qué dices?- Caído en tierra... - Pobre Don Jaime! - Feliz, pues no pudo escoger entre el destierro y la afrenta.


- Deu etern! ¿y la justicia

Consent tan horrible crim?

- ¿Y ha de viure sens corona

Qui en son cap corona ha vist?


- Ingrata, ingrata Mallorca!

Y l'infant? - Está ferit.

- Tot perdut! - Tot, fòra l'honra

Guanyada aquex dematí.


- Els traydors tan valerosos!

Y els faels...- Mes qu'ells ardits,

Y per cada tres dels nostres

Ne duya en Centellas vint!


Tres llansades he rebudes...

- Ah!... - Mon cavall mes de sis.

Còps d'espasa, ¿quí los conta?

Sols sé que masell n'estich.


De la sang qu'ara 'm degota

N'está aquex trispol homit;

Ja 'l veurás com vermeyetja,

Ja 'l veurás demá matí.


Venturós si a les galeres

Viu encara jo hi arrib,

Y un poch de terra sagrada

Pot esser mon derrer llit. -


- Dios eterno! ¿y tu justicia consiente tan horrible crimen? - ¿Y puede vivir sin corona quién la llevó en su cabeza?

- Ingrata, ingrata Mallorca! ¿Y el infante? - Está herido. - Perdióse todo! - Todo, menos la honra alcanzada en este día.

- Los traidores tan valientes! y los leales... - Más esforzados que ellos; por cada uno de los nuestros llevaba Centellas veinte!


Tres lanzadas recibí... - Ah! - Mi caballo más de seis. Golpes de espada, ¿quién pudo contarlos?

Con la sangre que mana mi cuerpo humedécese el pavimento, a la luz de la mañana le verás todo enrojecido.

Dichoso si puedo llegar con vida a las galeras, y cubre mis huesos un puñado de tierra bendecida! -


Dona Costança esmortida

No sent ja lo que li diu,

Y als nins, Don Ramon abrassa

Plorant també com un nin.


El front gelat de sa esposa

Besa ja p'el derrer pich,

Y sortint d'aquella cambra

De sang dexa un regalim.

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Desvanécese Doña Constanza y no oye ya la voz de su marido. Don Ramón estrecha contra su corazón a sus hijos llorando como un niño.

Besa por última vez la frente helada de su esposa, y al salir de aquella cámara deja en el suelo un reguero de sangre.

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TOMAS AGUILÓ FORTEZA

TOMAS AGUILÓ.

TOMAS AGUILÓ FORTEZA



Nat en Palma de Mallorca, en l'any 1812, de D. Tomás Aguiló, també distingit poeta mallorquí, ja en sa jovenesa se dexá conduir per una extraordinaria afició a les Belles lletres; y a aquesta es deu sens dupte que fós el qui iniciás en Mallorca la moderna poesia castellana, contribuint a formar ab son exemple la distingida córt de poetas qu' avuy l'honra. En l'any 1840, juntament ab D. Joseph Maria Quadrado y D. Antoni Móntis, publica la revista anomenada La Palma, primer periódich literari que ha vist la llum en aquesta illa; y en lo de 1844 fou un dels principals redactors de La Fé, revista mensual relligiosa, política y literaria que es vá publicar per espay d'algun temps també en la capital de las Balears.

Entre les obres que 'n llengua nacional té publicades en Tomás Aguiló, son las principals: Rimas varias, colecció de poesies, en tres volums in 8.°, estampats en lo establiment tipografich de D. Felip Guasp; La agonia del Redentor, poema relligiós,

un petit volum in 16; Á la sombra del ciprés, cuentos y fantasías, un altre volum in 4.°; y la are derrerament impresa que té per titol Escenas episódicas y es aplech de quadros de la passió de Jesucrist, totes eixes obres estampades en lo mateix establiment.

En aquests ultims anys ha sigut un dels mes constants y eloquents redactors de la Unidad católica, periódich que defensava la unidad relligiosa en nostra patria. En diferents revistes y calendáris poden llegirse moltes de ses poesies escrites en la materna llengua, y ja en 1852 en publicá un tomét titolat Poesies fantásticas en mallorquí, qu'es tal vegada la flor millor de sa corona de poeta. En los Jochs florals de Barcelona del any 1865 fou adjudicat lo primer accéssit de l'englantina d'òr a sa poesia El 25 d'octubre, y en los de 1867 guanyá la viola d'or y argent per la qui s'anomena Constança d'Aragó.

Regí aquest poeta per espay de tres anys la cátedra de Historia del Institut de Tarragona, y viu en el dia en Palma entregat a ses ocupacions literaries.

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