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lunes, 30 de agosto de 2021

GERÓNI FORTEZA.LO CANT DELS AUCELLS. LO PATJE.

GERÓNI FORTEZA.

Al mateix temps que es feu conexer est jove poeta per sos artícles en prosa castellana en los periódichs de Palma, prenia part en lo renaxement de la literatura patria, escriguent poesies mallorquines, ahont espresa los tendres y purs sentiments de la seua ánima. El publich conex y ha llegit ab gust les poques que es deuen a sa ploma; y lo Consistori dels Jochs florals de Barcelona del any 1871 feu menció honorífica de lo romanç titolat Lo cant dels aucells. En la Revista Balear n'havem vistes d'altres que no son menys dignes de llegirse.

Naxqué (lo; el) dia 23 de decembre de 1846.


LO CANT DELS AUCELLS.


Quant rojench lo sol s'axeca

De dins les ones del mar,

Y lo cim del mont daurantse

Mostra 'l dia a los barranchs,


Riu y canta y volatetja

L'aucellet dintre los valls,

Responent a l'armonía

Dels boscatjes llunyedans.


Torna al niu al cap d'estona,

Y conta piulant, piulant

A sos tendres fills que 'l cridan

L'alegría de los camps.


EL CANTO DE LAS AVES.

Majestuoso y resplandeciente se eleva el sol de entre las olas del mar, y dorándose las cumbres, señalan a los barrancos el nacimiento del día.

Respondiendo a las armonías de lejanos bosques, ríe la avecilla, y canta, y revolotea en el valle.

Torna luego al nido, y con repetidos gorjeos describe a sus tiernos hijos la alegría de los campos.


Els diu com porta la terra

Garlanda color rosat,

Pera poder tota hermosa

Rebre al rey de los espays.


Y d'òr lo mantell rumbetja,

Les aures ompl' de cantars,

Y tota 's fon ab aromes,

Agrahida a son esguart.


Y 'ls núbols color de púrpre

Cap al cel s'en van pujant,

Y s'allunyen y se perden

Y ab quiscum un cor s'en vá.


Els conta com dexen caure

Les roses sos dïamants,

Sobre els clavells que 's despertan

Ab l' ofrena matinal.


Com l'ardida papallona,

Flor del aire, vé jugant,

Y conversa ab les abelles

Y les flors besa al pasar.


Com la clara fontinyola

Remoretja entre penyals,

Y retrata la puresa

De los lliris boscatans.


Díceles como ciñe la tierra guirnalda purpurina, para recibir toda hermosa y engalanada al rey de los espacios.

Como ostenta su magnífico velo de oro, llena las auras de cantares, y se exhala en aromas, agradecida a sus miradas.

Como las nubes de grana van subiendo en el horizonte, y se alejan, y se pierden, y cada una se lleva un corazón.

Como la enamorada rosa deja caer sus diamantes sobre el clavel, que se despierta al recibir en su cáliz la ofrenda matutina.

Como la pintada mariposa, flor del aire, viene jugueteando, y dice amores a las abejas y besa al pasar los capullos.

Como la clara fuentecilla murmura, deslizándose entre peñascos, y retrata el purísimo color de los lirios silvestres.


¿No sentiu com vos convidan

Los aucells del comellar,

Los ecos de les montanyes

Y la flayra dels pinars?


- Axecau, fills meus, les ales,

Y del niu el mon guaytau;

Exa terra delitosa

Algun jorn heu de trescar. -
____


Ja lo sol trist s'en devalla

A morir a dins la mar,

Y s'ullada tremolosa

Escampa el dol per la vall.


L'aucellet ple de recança

Mira 'l sol l' adeu cantant,

Y ab sentides cantarelles

L'oratjol fa suspirar.


Torna al niu al cap d'estona,

Y conta piulant, piulant

A sos tendres fills que ploran

L'orfanesa de los camps.


Diu com vé la bòira negra

De la fosca inmensitat,

Y la nit demunt ses ales

Fa sentir sa veu d'esglay.


¿No oís cómo os convidan los pajarillos de la cañada, los ecos del monte y el murmurio de las selvas?

- Alzad las alas, mis hijuelos, y desde ese nido dirigid los ojos a la tierra: algún día habéis de cruzar este valle deleitoso. -
___

Ya el sol pausado y triste baja a morir en la mar, y su mirada temblorosa difunde el duelo en las hondonadas.

Contémplale quejumbrosa la avecilla, y al despedirle, sus melancólicos cantares hacen suspirar las auras de la noche.

Torna luego al nido, y a sus hijos que dolientes la llaman, les describe con repetidos gorjeos la orfandad (horfandad) de los campos.

Como suben de la inmensidad las nieblas, y viene la noche sobre sus alas, y deja oír su voz de espanto.


Diu que 'ls núbols d'anyorança,

Perque el sol los va dexar,

Ne llensaren l'òr y púrpre

Per vestir color morat.


Y s'apleguen y s'estenen,

Y s'estenen per la mar,

Y per entre la boirada

Cualque estrella tremolant.

Se condol la fontanella

Ab lo mut y fosch penyal,

Que 'ls llíris no s'enmirallen

Dins ses aigues claretjants.


Baxa 's la flor amorosa

Les poncelles per besar,

Si la nit dú la tempesta

Orfanetes romandrán.


L'esburbada papallona

Les floretes ha dexat,

Y's condormen solitaries

De lo grill al gemegar.


Y se adorm també la terra

Al remors del bosch sagrats,

Y son últim jorn somnia

Y la freda eternitat.


Como entristeciéndose las nubes por la ausencia del sol, dejaron sus matices de oro y púrpura para vestir color violado.

Y se agrupan, y se extienden, y bajan hacia el mar, y asoma alguna estrella temblando entre las sombras.

Conduélese la fuentecilla con el mudo y frío peñasco, de que no se miren ya los lirios en sus aguas cristalinas.

Inclina la flor su marchita corola para besar a los tiernos capullos; huérfanos quedaran si la tempestad viene en pos de las tinieblas.

La traviesa mariposa abandonó ya las flores, y se duermen solitarias al monótono gemir de los grillos

Y se aduerme la tierra al rumor sagrado de los bosques, y sueña en su última noche y en la pavorosa eternidad.


- Aplegau, fills meus, les ales,

No tregueu del niu lo cap,

Exa vall, abans tan bella,

D'amargura fa plorar. -
_____


Sent una arpa que suspira,

La conex mon cor glaçat,

Viu recort d' un temps de gloria,

Lo meu cor fa respirar.


Apròp meu la fesomía

Resplandex de l'angel sant,

Que mos ulls venia a cloure

Per donarme sòmnis grats.


Y com l' auba qu'ompl de perles

L'açucena virginal,

Cada auba mon cor omplia

D'esperança, amor y pau.


- Aplega, cor meu, les ales,

Ton consol es allá dalt,

Exa vall, abans tan bella,

D'amargura fa plorar. -

____

- Plegad las alas, hijos míos, no saquéis del nido la cabeza; amarga pena infunde este valle antes tan deleitoso. -
------

Óyense a lo lejos los suspiros de un arpa, la conoce mi corazón helado; mi corazón se estremece a su sonido, vivo recuerdo de un tiempo de gloria.

Junto a mí resplandece la fisionomía del ángel santo, que venía a cerrar mis ojos para infundir en mi alma apacibles ensueños.

Y como derrama sus perlas sobre los capullos virginales, cada aurora henchía mi alma de paz, de amor y de esperanza.

- Pliega (plega) tus alas, corazón mío: en el cielo está tu consolación, llanto de amargura te arrancara este valle, antes tan delicioso y tan bello. -

_____


LO PATJE.

I.


Una nit gelada y fosca,

Quant muda la terra dorm,

A dins son castell vetlavan

Que s'alça altiu demunt morts,

De lo comte Arnau la viuda

Y 'l botxí de son espós,

Guaytant per una finestra

Com la neu queya a poch poch.

Mentre allá dins tot callava,

Remor llunyana de trons

Dexava sentir a estones

Xiscles d'arpelles y còrbs.

- Anem, senyor, me corgela

La feredat d'aquests llochs!

Anem! que la nit es freda

Y la selva me fa pòr!


EL PAJE.

I.

Era una de aquellas noches heladas y oscuras en que parece duerme enmudecida la tierra. En su alcázar, que se eleva altanero sobre cadáveres, velando estaba la viuda del conde Arnaldo con el que fue verdugo de su esposo. Asomados ambos a una ventana, y mientras todo callaba en el castillo, oíase el rumor lejano de los truenos, que alternaba con el funesto graznido de los cuervos y los milanos.

- Apartémonos de aquí, señor: la soledad y tristeza de estos lugares me hiela el corazón! Vámonos que la noche es fría, y me da miedo la negrura de esta selva.


- Dins la neu ¿no veis, senyora,

Una llum color de foch,

Que apar que puja y s'acosta

Com mes vá per dins el bosch?

- No mes veig la llum del guayta

Del castell de Rocafort;

No hi vullau signar, madona,

Que hi morí vostron espòs.

- Anem, donchs; ses torres negres

Ennegrexen lo meu cor!

Comtesa, ¿no veis una ombra

Que baxa per aquell ròst,

Qui cavalca un cavall negre

Y se 'n munta cap al pont?

Ja se 'n entra 'n lo boscatje!

¿Sentiu lo trepitx? ¡ja es pròp!

- Jo no vetx mes que tenebres,

Y... no sent mes que los trons.

- ¡Aquest trapitx m'escarrufa!

- Anem, senyor, qu'el recort...

Anem, que la nit es freda

Y tot quant vetx me fa por!


II.


Ben tancades les finestres,

Dins sa cambra arreconats,

De l'amor ab les dolçures

La nit anavan passant.


- ¿No veis, señora, brillar sobre la nieve una luz color de fuego, que parece que se mueve y se aproxima por entre el ramaje?

- Sólo veo la luz del vigía del castillo de Rocafort.

- Oh! dejad de señalarla con el dedo, señora: allí, allí murió vuestro esposo.

- Vámonos, pues: sus torres negras, negro pavor infunden a mi pecho.

- Condesa, ¿no veis una sombra bajando por el declive, montada en poderoso alazán y dirigiéndose hacia el puente? ¡Ya penetró en el bosque! ¿No oís sus pisadas? ¡Ya está cerca de aquí !

- No veo sino tinieblas, y.... oigo solamente el eco de los truenos.

- ¡Me aterra el rumor de estas pisadas!

- Vámonos, señor; el recuerdo.... Vámonos que la noche está fría, y cuanto veo hiela mi pecho de espanto. -

II.

Escondidos en el más apartado retrete, pasaban la noche anegados en amorosas delicias. Las


Les visions de dol se fonen

Dins lo foch de sos esguarts,

Y ab l' ardor de ses besades

Torna en sí lo cor glaçat:

Tot de cop s'obre la porta

Y romanen esglayats.

- (¡Sense sentir ses petjades!)

¿Per quína porta heu entrat?

- Dins lo castell a tota hora

Quant jo vulla puch entrar,

Tant si está la porta uberta

Com si s' tanca ab pany y clau.

- ¿Quí sou vos? ¿vestit de negre

Y ab un dogal ab la ma?

Y... ¿perqué 'us tapau la cara?

- Som patje d'un regne estrany.

- ¡Patje!... ¡d'hont!... y en aquesta hora...!

¡¡Y el dogal ne ratja sanch!!

- Es un present que 'us envia,

Com a mostra d'amistat,

Un noble que, segons contan

Per açí vostres vasalls,

Fa temps s'en aná a la guerra

Pera vençre los alarbs.

- ¡Ah!... ¡si fós!...¡agonitzava!...

¡Sé ben cert que 'l vaig matar!

- Si que hi jau dins del sepulcre!...

La fredor del vas sagrat

No mata la gelosía,

La febre del desengany!


visiones de muerte se disiparon al fuego de sus miradas; y al calor de sus ardorosos besos tornaba en sí el corazón helado. Abrióse la puerta de repente y quedaron inmóviles y despavoridos.

- (¡Sin percibir siquiera el rumor de sus pasos!) ¿Por dónde habéis entrado?

- A todas horas puedo penetrar en este castillo, bien permanezcan abiertos sus dinteles, bien os encerréis con doble cerradura.

- Mas, ¿quién sois? ¿por qué venís vestido de negro y con un dogal en la mano?
Y.... ¿por qué os cubrís el rostro?

- Soy paje de un reino extraño.

- ¡Paje!.... ¡de quién!.... y a tal hora...!
¡¡Chorrea sangre ese dogal!!

- Es un presente que os envía, en señal de fina amistad, un noble que, según cuentan en voz baja vuestros vasallos, hace tiempo marchó a la guerra para batir a los sarracenos.

- ¡Ah!.... ¡si fuese!.... ¡estaba agonizando!... ¡Seguro estoy de que le maté!

- Sí, sí, cierto es que yace en la sepultura!... mas la fría losa no es bastante para apagar el ardor de los los celos y la fiebre del desengaño!


Sentí remor de besades

Y sospirs assedegats,

Y d'un cor que era de cendra

La sanch encesa brollá.

Sos òssos cruxen, s'axecan,

Forçetjan dins del fossar,

Mossega sos dits de canya

Y futx de la eternitat!...

Sos òssos tenen prou vida

Per donarvos un abraç!

¿Ja no 'us recordau de l'ombra

Que passava p'el barranch?...

¿Conexeu ma fesomía?

¿Conexeu aquest punyal? -

....


Y cau lo traidor en terra

Sus l' esposa criminal:

Fit a fit lo patje 'ls mira

Ab los ulls tot enfonsats,

Y esclata ab una rialla

Que 'l castell fa tremolar.
…..


Lo patje sols era una ombra,

L'ombra era del comte Arnau.


_____

Lo patje sols era una ombra,  L'ombra era del comte Arnau.

Oyó rumor de besos y suspiros sedientos de amor, y brotó la sangre hirviente en su corazón de ceniza! Sus huesos crujen, se levantan, forcejean en la tumba, retuerce sus brazos de caña y huye de la eternidad!... Sus huesos tienen aún vida bastante para abrazaros. ¿Os habéis olvidado ya de la sombra que bajaba por el declive?
¿No recordáis mis facciones (fisionomía)? ¿No reconocéis este puñal? -

..

Y cae el asesino junto a la adúltera: una mirada de odio inextinguible brilla en las hundidas órbitas del paje, y hace retemblar los pilares del castillo una estentórea carcajada.
….....

El paje era solamente una sombra, era la sombra del conde Arnaldo.

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domingo, 11 de julio de 2021

X, égloga Valldemossina, imitació de Garcilaso

X

ÉGLOGA VALLDEMOSSINA.
(IMITACIÓ DE GARCILASO)

Vull fugir del gran mon la tiranía
La remor ascoltat de les arbredes,
Y de los fills del camp la llengua pura;
Tal volta la dolcíssima harmonía
Dels aucells, y verdor de les pinedes
En mon pit calmarán la desventura.
La pau de la Natura
Es joya molt preuada,
Més que l´or de l´entrada;
Diuen que travalar quietes les hores
Se sent dels torrentols just á les vores.
La Santa Imatge qui lo cor inspira
De les gentils pageses,
Envíe fresca inspiració á ma lira.

X
ÉGLOGA VALLDEMOSINA.
(IMITACIÓN DE GARCILASO)

Quiero huir la tiranía del gran mundo, escuchando el manso ruido de la arboleda, y la pura lengua de los hijos del campo. Tal vez los melodiosos gorjeos de los pajarillos, y la verdura de los pinares mitiguen las ansias de mi corazon. La paz de la Naturaleza es más preciosa que el oro de los palacios. Dicen que á orillas de los arroyos, se deslizan suavemente las horas. La santa Imágen de la Vírgen, que inspira el corazon de las graciosas lugareñas, envíe fresca inspiracion á mi lira.

Ja la Mare de Deu, molt carinyosa,
Treya de son mantell les riques diades
Del mes de Maig, escampador d´aromes.
Y n´eran molt de veure en la xamosa
Vila de la Beata les marjades
Esclatar en esmelts de noves pomes.
Un matí que les comes
Lo clar Sol festejava,
Y novella cantava
Pe´l sementer la jove cadernera;
Sobre ´l folgat herbey de la vorera
Del llampant torrentol que´l puig bressola
De Na Fátima ombrívol,
Mirantse ´l puig en l´aygua qui trescola;

Recolzat un pastor s´hi llamentava
De la mala dis-sort que´l perseguía,
Y dexant son flaviol, tristíssim deya:
¿Te´n recordas, Silvestre? Sorollava
Lo ventol esguardant ta bella aymía,
Y una catifa de fullam li feya.
Y ella com llum sonreya,
Dient: ta aymía plora
Per tu, y sempre t´anyora.
Llevòrs ple de vivor mil besadetes
Brostava mon coret, com floretetes
Brosta la vall pe´l temps de primavera.
¡Ay, Bon Jesús, servaume;
Tirar no´m voldrèu Vos per la carrera!

Ya la Madre de Dios, llevada de su maternal cariño a los hombres, sacaba de entre los pliegues de su manto los azules días de Mayo, pebetero de ricos aromas. Eran de ver en la pintoresca villa de la Beata, los huertos brotando flores, esmalte de los nuevos frutos. Una mañana en que el Sol acariciaba las faldas de los montes, y los jilgueros cantaban en las sementeras: sobre el hojoso musgo de la orilla del claro riachuelo, que lame los piés del sombrío Monte de Fátima, miéntras el Monte se mira en la plácida corriente;

Recostado un pastor, se lamentaba de su fatídica desventura; y, soltando su caramillo, con profunda tristeza decía: ¿Te acuerdas, Silvestre? Suspiraba el cefirillo al mirar á tu amada, y tendía delante de sus piés alfombra de hojas y flores. Y ella como la luz sonreía, diciendo: - Tu amada llora por ti, y siempre echa de ménos tu presencia.
- Entónces de mi corazon brotaban con viveza millares de besos, como del valle brotan florecillas durante la primavera. ¡Ay Jesús mío, valme; que se burla de mí la mala suerte!

Na Bel ab sos ditets de blanca rosa
Formava un ramellet de dolça flayre
Ab aquelles besades, y en sa boca
Dúya´l, enamorada com esposa.
Son suspir no´m fugía, perque l´ayre
Travavan les alzines dins llur soca.
Com enmelada coca
Sos dietats m´encisavan,
Y mos mals axellavan
Si perdía ´l falcó m´escampadissa,
O ´s trencava un xotet en la bardissa,
O robavan gorrions lo blat de ´l era.
¡Ay, Bon Jesús, servaume;
Tirar no´m voldrèu Vos per la carrera!

Una fada maleyta pogué exirne
Del infern, y ha esmortit s´hermosa cara,
Tan plena de frescor quant de Deu volía;
Y sos ulls ha enfosquit, qu´embadalirne
Feyan les ovelletes de son pare,
Si les agombolava en la masía.
Feresta malaltía,
Qui ma dolça penyora
Del cor ab má traydora
Robar me vols, ¿no sabs que hi ha niuada
Dintre mon cor ma tortereta aymada?
¿No sabs que n´es mon pit bona sagrera?
¡Ay, Bon Jesús, servaume;
Tirar no´m voldrèu Vos per la carrera!

Isabel, con sus diminutos dedos de blanca rosa, entretejía con aquellos besos un oloroso ramo, y lo llevaba en la boca como enamorada consorte. No se desvanecían del todo sus suspiros; porque el aire se enredaba en los troncos de las encinas. Sus palabras me tenían hechizado, sabiéndome á pastelillos con miel; y mitigaban mi dolor, si el gavilan atacaba mis palomas, ó algun corderillo enfermaba en el redil, ó si bandadas de gorriones robaban el trigo de la era. ¡Ay, Jesus mío, valme; que se burla de mí la mala suerte!

Una maldita fada pudo escapar del infierno, y ha marchitado el hermoso rostro de Isabel, tan lleno de frescura cuando Dios quería; y ha oscurecido sus ojos, que eran el embeleso de las ovejas de su padre, cuando ella las abrigaba en los establos del predio. ¡Ah! horrible enfermedad, que quieres arrebatar con traidora mano la dulce prenda de mi corazon, ¿no sabes que en éste formó su nido mi amada tórtola? ¿No sabes que mi pecho es para ella cual sagrada ermita? ¡Ay, Jesus mío, valme; que se burla de mí la mala suerte!

Aygues, qui aviat aviat vos empenyíau,
Quant jo ací de l´amor la mel tastava,
Al lluny del lluny contant mes amoretes;
Eures, qui les olives estrenyíau,
Mentres lo goig del pit al cel muntava
A despertar les gayes aucelletes;
Jo us deya mes secretes
Tristors; y, al clar de lluna,
L´òliba´m responía dés la runa:
Per la primaveral y encesa rosa
Que´t creyas del verjer la més flayrosa,
Besar deus una trista passionera.
¡Ay, Bon Jesús, servaume;
Tirar no´m voldrèu Vos per la carrera!

Per tu´m recordo que la vall ombrosa,
Per tu les violes, y remors boscanes,
Y´l cant del rossinyol més m´eternían;
Per tu la fontanella barbullosa
Me delitava, y´l blanch de les cabanes
Colgat entre les rames qui´s movían.
Los somnis que venían,
Les amors qui me veyan,
Volatejant de flor en flor se deyan:
Mira exa colometa malmenada,
Cayguda en mig del erm y desanada,
Que dins l´herba punxosa s´esparvera.
¡Ay, Bon Jesús, servaume;
Tirar no´m voldrèu Vos per la carrera!

Aguas, que apresuradamente os deslizabais, cuando yo gustaba en estos sitios la miel del amor, y contabais á lo léjos mis amores; hiedras, que os abrazabais con los olivos, miéntras el gozo del corazon subía al cielo á despertar las alegres avecillas: yo os comunicaba en secreto mos tristezas; y, al melancólico rayo del astro de la noche, la lechuza me respondía de lo alto del ruinoso muro: en lugar de la encendida pura rosa de primavera, que se te figuraba la flor más olorosa del verjel, besarás una triste pasionaria. ¡Ay, Jesus mío, valme; que se burla de mí la mala suerte!

Por ti el umbroso valle, por ti las violetas, y susurros del bosque, y los trinos del ruiseñor más me agradaban; por ti la ruidosa fuentecilla me daba sumo gozo, y la blancura de las cabañas que se descubren entre las movibles ramas de los árboles. Los ensueños que se me acercaban, los amorcillos que me veían, volando de flor en flor murmuraban entre sí: Mira esa ajada paloma, desfallecida en el desierto (yermo) cuál se estremece de miedo entre espinas y abrojos.
¡Ay, Jesus mío, valme; que se burla de mí la mala suerte!

Aquí sos tendres planys interrompía
El pastoret, y lo blau cel mirantne
Pe´l desconhort semblava que´s fonía.

Una perla vivíssima brollantne
De sos ulls en ses galtes se desfeya,
Per l´herba de la vora travalantne.

Ab sa tristor melancoliós no veya
Lo ramat dels anyells, ni la dolçura
Del ventijol del auba li sonreya.

Que ab má pitjada beure ´ns fa l´agrura
Del dol de nostra aymía, l´astorada
Ombra del mal qui á son llindar s´atura.

Ab axò un ermitá, de venerada
Forma y cenrosa barba, quiet venía,
Silenciós removent l´herba estufada.

Y ab veu blana, com es la melodía
Dels ángels, al pastor li assegurava
Que Deu nostre Senyor provehiría.

Mes Silvestre, qui ab ell se consolava:
- ¿Sabeu còm estará la meua vida,
Lo meu conhort?, plorós li preguntava.

¡Ah! ¿tal volta ´m dirèu que s´es mostida
Aquella blanca rosa, qu´ encisera
Per mí dins esta vall havía exida?

Al llegar aquí el pastorcillo interrumpió sus lamentos, y dirigiendo una mirada al cielo, daba claras muestras de la honda pena que le aquejaba.

Una vivísima perla brotó de sus ojos, corrió por sus mejillas, y se deslizó sobre el musgo de la márgen.

Sumido en melancólica tristeza, no paraba miéntes ni en el rebaño de corderillos, ni en la frescura de las brisas del alba.

Porque con extraordinario sentimiento probamos la copa de la amargura, cuando nos la presenta la asustada sombra del dolor, desde el umbral donde vive nuestra amada.
En esto, un ermitaño de venerable aspecto y cenicienta barba, se acercaba paso á paso, abriéndose camino disimuladamente al través de la exuberante vegetacion.
Y con voz llena de suavidad, cual debe de ser la melodía de los ángeles, infundíale al pastor la confianza de que Dios muy pronto acudiría á su remedio.
Mas Silvestre, que con sus palabras se consolaba, le pregunta lloroso: ¿sabéis cómo sigue á estas horas la que es mi vida?

¿Tal vez venís para decirme que se ha marchitado aquella blanca rosa, de hechizos llena, que brotara para mí en este valle?

- No, lo bon pastoret; ja la pradera
Per tot sonriu, les flors ab la rohada
Ne copsan los alens de primavera.

El mon fa festa. ¿Y nostra Verge aymada
Qui de matí´t vejé, la Creu divina
Besant, no´tornaría l´estimada?-

L´ermitá diu; y surt la tendra nina
De l´ombra del brancam, ab faç riallosa,
Com matinera gota d´aubahina.

Enllestida ab volant y ab flochs ayrosa,
Son trajo li coneix de rampallada
En Silvestre, y l´abraça molt gojosa....

Y atxerevit prenent la caramella:
¡Isabel, deya, còm s´encén ta ullada,
Cóm s´alegra ma ditxa moridora!
De dalt lo Teix quant me sorprèn l´aubada,
No llúu com tu cap matinal estrella,
Ni com tu de delit es movedora.
Que en avant vividora
Deu te fassa. Los lliris,
La blancura dels ciris
Del altar de Cartuxa tu superes;
Míra´t en estes clares fontinyoles,
Y ho diu l´aygua qui besa les riberes,
Mentres du brins y fulles y atzeroles.

Mentres du brins y fulles y atzeroles.



- No, buen pastorcillo, no. El prado sonríe, las flores con el rocío beben el aliento de la primavera.

El mundo celebra su cumpleaños. Y la Vírgen, que te ha visto esta madrugada besar la santa Cruz, ¿no te ha de devolver tu adorada novia?-
Dice el ermitaño, y sale de la sombra de los árboles la cándida doncella, alegre el semblante, como gota de rocío matinal.

Adornada con blanca toca de muselina, al estilo mallorquin, y anchas cintas verdes en su sombrerito de paja, Silvestre la reconoce al momento, y la abraza cariñosamente.

Y presuroso, recogiendo su caramillo, la decía: Isabel, ¡cómo se anima tu mirada: cómo revive mi moribunda dicha! Cuando la aurora me sorprende sobre la cumbre del Téix, no brillan tanto como tú las estrellas de la mañana, ni me causan tanto placer.
¡Qué Dios te conceda largos años de vida! Tú eres más blanca que los lirios, y más que las velas del altar (cirios) de Cartuja. Mírate en estas claras fuentecillas, y te lo dice el agua que besa las márgenes, arrastrando sólo briznas, hojarasca y acerolas.

Anem á reposar, la més garrida
D´entre les pagesetes. Valldemossa
La llar ovir de nostre be y ventura.
Jo era un romeu perdut prop d´una fossa,
Y florint m´esperança ja pansida,
Tu ets lo llumeneret de ma foscura.
La pau de la Natura
Per mi tos ulls inclouen;
Y lo soroll que mouen
Los pinars qui saludan l´ermitatje
No´s tan placévol com ta veu. Grat sía
Mil vegades á Deu y á son Imatge,
Puys rebrota mon goig curant m´aymía.

Setembre de 1868.

Vámonos a descansar, oh la más linda de las campesinas. Valldemosa vea levantarse el hogar de nuestro bien y ventura. Yo era un peregrino extraviado, próximo al precipicio: mi esperanza marchita reverdece; tú eres la lucecilla en mi oscuridad. Para mí la paz de la Naturaleza se encierra en tus ojos. El ruido que mueven los pinares al saludar la Ermita, no es tan placentero como tu voz. ¡Gracias sean dadas mil veces á Dios, y á su Madre; pues renace mi dicha con la curacion de mi amada!

(V. nota 6.)  

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