FINAL.
LA PATRIA DEL POETA.
DEDICADA
Á
EN RAMON PICÓ Y CAMPAMAR.
Sursum corda.
(L´Esglesia.)
¿Quína
es la terra pera sempre hermosa
Per que batega del poeta´l
cor;
La patria d´existencia venturosa
Que li sonriu com una
aubada d´or?
Ell la veu en los somnis nit y día,
La
descubreix de lluny com l´ideal,
De sos aucells ascolta
l´harmonía,
De sa visió té´l goig esperitual.
FINAL.
LA PATRIA DEL POETA.
DEDICADA
Á
D. RAMON PICÓ Y CAMPAMAR.
(La Iglesia.)
¿Dónde
está la hermosa tierra, por que suspira el corazon del vate?
¿Dónde
la feliz patria, que le sonríe cual brillante aurora?
La ve en sus sueños; la descubre en lontananza como un ideal; escucha los armoniosos trinos de sus pájaros; la contempla con inefable gozo.
Com
rica pluja del estiu tardana
Que á flors mig mortes fa badar bon
ull,
Y als arbres decayguts en l´erta plana
Fe desplegar ab
nova pompa´l full;
Axí ´l pressentiment d´aquexa terra,
La
viva recordança que ´n té ´l cor,
Reviva en ell la pau que´l
mon esguerra,
Y obri la vista com del camp la flor.
¿Còm
no, si es ella l´hermosura nova
Que del afany lliberta
l´esperit?
¿Còm no, si hi cantan ignorada trova
Que
l´interior embadaleix del pit?
Los
ciutadans d´aquexa Vall aymada
Dintre son cor no estojan
malvestat;
Sa ánima de dol no es rodejada;
Boga son seny pe´l
mar de veritat.
¡Oh,
sí; no tenen l´ánima adolida
Dels dubtes per la cárrega
cruël;
Comprenen los
misteris de la vida;
Dorada copa no ´ls presenta fel.
¡Sí!;
en exa patria del plaher no troban
Lo llit nupcial cubert ab vels
de mort,
La innocencia dels nins los vells no roban,
Ni
adoradors hi té la lley del fort.
Como
tardía lluvia de verano, que reanima las agostadas flores, y hace
desplegar con nueva pompa las hojas de los árboles en la vasta
llanura;
Así, al presentimiento de esa tierra, al vívido
recuerdo que de ella tiene el alma, renace la paz espiritual; y el
hombre levanta la cabeza, como la flor del campo.
¿Cómo no, si ella es la nueva hermosura, que de afanes liberta al humano espíritu? ¿Cómo no, si en ella se canta un cantar que embelesa lo íntimo del pecho?
Los habitantes de ese amado Valle, no esconden en su corazon el crímen; el dolor no rodea su alma; su entendimiento navega por el mar de la verdad.
¡Oh, sí!; no tienen apesadumbrada la conciencia con la cruel carga de las dudas; comprenden los misterios de la vida; no se les ofrece hiel en dorada copa.
¡Sí! En esa patria del gozo puro, no hay lecho nupcial cubierto con velos de muerte; los viejos no roban la inocencia á los niños; ni tiene adoradores la ley de los tiranos.
Vora
´ls brancons d´un tejinat de palla
No ´s veuen les motlures
d´un palau;
Ni los horrors de estúpida batalla
Reben honres
degudes á la pau...
En los bosquets de perfumades roses
Que
guaytan d´un bell riu dins l´ona d´or,
S´escometen les verges
ruboroses,
Clara mostrant l´eternitat del cor.
Ergulloses
palmeres remorejan,
Mesclant sa veu ab los murmulls del
riu;
Llargues arbredes sos fruyters rumbejan;
L´ayrosa Flora
per lo camp sonriu.
Vestits
de llum més resplandent y clara
Que la qu´envía del matí lo
sol,
Per nobles archs d´arquitectura rara
Va dels poetes lo
sagrat estol.
Floretes
naxen á son pas de gloria,
Del sentiment conversan y
l´amor,
Conversan ab los héroes que victoria
Tenir saberen
del mundá furor.
Y ab los pacífichs genis que
poliren
L´aspra terra, tornantla rich verger;
Los qui del home
lo progrés conduiren
Pe´ls drets camins de la Bondat y´l Ver.
Al lado de infeliz chozuela no se destacan las ensambladuras de rico palacio. Ní los horrores de estúpidas batallas reciben los gloriosos nombres debidos á la paz.
En
bosquecillos de encendidas rosas, que se miran en la dorada
superficie de manso río, departen amigablemente grupos de castas
vírgenes, demostrando la eternidad de los bellos
sentimientos.
Esbeltas palmeras cimbran sus palmas, uniendo
rumores á los murmullos del río; largas arboledas ostentan sus
frutales; la gentil Flora sonríe en las campiñas...
Vestidos
de luz más resplandeciente que la del sol de la mañana, por
arquerías de noble arquitectura, va la sagrada muchedumbre de los
poetas.
Florecillas nacen á su glorioso paso; hablan del puro sentimiento y del amor; hablan con los sublimes héroes que supieron alcanzar victoria de las sugestiones mundanales.
Y con los pacíficos genios que cultivaron la salvaje naturaleza, tornándola delicioso verjel; y con los que guiaron el humano progreso por las derechas vías del Bien y la Verdad.
Gosant
la llum de l´infinita Essencia,
Lo mon vejent baix de sos peus
rodar,
Y´ls gays colors ab que de Deu la ciencia
Sabé de
l´auba lo mantell pintar;
Un
himne d´entussiastes harmoníes
Elevan pur, inmens al
Esperit;
Del pensament s´axeca d´Isaíes,
Se vivifica en
l´harpa de Davit.
Homero
canta ab lira misteriosa
De sa patria novella ´ls
pobladors;
Píndaro en exa terra tant gloriosa
Raija dels
llabis versos voladors.
Virgili
se conmou ab les belleses
Dels camps alegres que fugir no té;
Dant
hi coneix la font de ses grandeses;
S´inspira Tasso en virginal
lloré.
Misericordia
hagueren del Altíssim,
Al passar de la vida los esculls;
Y´t
lloan ara ab un parlar suavíssim
A tu, Senyor que sa pregaria
aculls.
Petrarca
´l solitari, el bon Ausíes,
Garcilaso lo suau, lo just
Boileau;
El vat de les tristeses, Jeremíes;
El conhort de les
ánimes, Lleó.
Gozan la luz de la infinita Esencia; ven á sus piés la rotacion del Universo, y los alegres colores con que la ciencia de Dios supo pintar el manto de la aurora.
Un himno de entusiastas armonías se eleva puro, inmenso, al Supremo Espíritu; se levanta grandioso del pensamiento de Isaías; se vivifica en el arpa de David.
Homero canta con misteriosa lira los ciudadanos de esa nueva patria; Píndaro en esa gloriosísima tierra hace saltar de sus labios voladores versos.
Virgilio se conmueve con las bellezas de los alegres campos, que no tiene que abandonar; Dante reconoce la fuente de sus altos pensamientos; se inspira Tasso en virgíneos laureles.
El Altísimo tuvo misericordia de ellos, al atravesar los escollos de la vida; les perdonó sus faltas en el trance de la muerte: y, ahora, te alaban con suavísimos cantos, á Ti, Señor, que acogiste su plegaria.
Petrarca, el solitario; el buen Ausías; el dulce Garcilaso; el recto Boileau; Jeremías, el vate de las tristezas; Leon, el consuelo de las almas.
Lo
cech d´Albion, de mística figura,
Que contempla de Deu la
caritat;
Manzoni, l´esperança y la ventura,
Que centelleja
amor y llibertat.
Y,
junt ab ells, del riu per la pradera,
Camoens y Lope, Horaci,
Lamartine,
Cervantes, Calderon, Corneille, Herrera,
Breton y
Schiller, Ramon Lull, Racine.....
Chors delitosos, música
sagrada,
Que de Jehovah les bendicions atrèu;
Rossinyolets
qu´alegran exa aymada
Patria del Art, ahont la Bellesa sèu.
__
¡Oh,
quí pogués sentirne d´eix cántich la dolcesa;
Quí pogués
ovirarvos, riberes del nou mon!
Qui pujar á exa gloria de
l´inmortal grandesa,
Dexant de nostra terra lo rústich
horizon!
Aquí, baix la miseria, l´esprit se desconhorta;
Les
il-lusions defugen com l´aygua del torrent;
Lo mal gust senyoreja
de los palaus la porta,
Dins fret materialisme suspira´l
pensament.
¡Oh
Terra, dolça Terra, qu´el cor del poeta adora;
Oh Terra, dolça
Terra, de imatge celestial!
Lo pit seu tes montanyes, tos
ciutadans anyora,
Com lo nauxer d´Islandia lo sol meridional.
El ciego de Albion, de mística figura, que contempla la claridad de Dios; Manzoni, la esperanza y la dicha, que centellean amor y libertad.
Y
con ellos, en las praderías del río, Camoens y Lope, Horacio,
Lamartine, Cervántes, Calderon, Corneille, Herrera, Breton y
Schiller, Raimundo Lulio, Racine.....
Coros placenteros de
sagrada música, que atrae las bendiciones de Jehovah; ruiseñores,
que alegran esa amada patria del Arte, donde la Belleza tiene su
trono.
___
¡Oh! ¡Quién pudiese percibir ese cántico de
dulzura! ¡Quién pudiese veros, playas del nuevo Mundo! ¡Quién
subir á esa gloria inmortal, dejando ya nuestros rústicos
horizontes!
Aquí,
en esta miseria, el espíritu llora, huyen las ilusiones como las
aguas del torrente; el mal gusto se sienta en el umbral de los
palacios; y, en el vacío del materialismo, se asfixia el
pensamiento.
¡Oh Tierra, bendita Tierra, por la cual
suspiramos! ¡Oh Tierra, bendita Tierra de celestial imágen! Echamos
de ménos tus montes, y tus pobladores, como el navegante de Islandia
echa de ménos el sol meridional.
Per
exes tes planures son pobre sér delira,
Com l´herba de les
prades per l´oratjol matí;
A ta visió riallera ne polsará una
lira,
Sentat prop la fontana, vejent l´Estel diví.
¿Qué
hi fá, qué hi fá entre´ls homes lo generós poeta
De germandat
y gloria, d´independencia falt?
Féuli mercé si us parla del
Cel, com un profeta;
La patria dels cors nobles, la Patria, es
Allí Dalt!
Juliol 1871.
Por esas tus llanuras mi corazon delira, como la hierba de los prados por el cefirillo del alba. A tu vista pulsaré la cítara, orillas de la sagrada fuente, mirando la divina Estrella.
¿Qué tiene que hacer entre los hombres el generoso poeta, falto de simpatías, de independencia y gloria? Perdonadle, si cual un profeta os habla del Cielo. ¡La patria de los nobles corazones, la Patria, está Arriba!