jueves, 29 de julio de 2021

XIV, ETERNA LLUYTA.

XIV

ETERNA LLUYTA.

SONET.

La vie est un combat,
dont la palme est aux cieux
.

(Delavigne.)

Es l´hora baxa; se revest l´esfera
De dolça quïetut; la clara lluna
Per l´ample mar veu sòls felís fortuna;
Mes, ¡ay!, un nin s´ofega en la ribera.

L´auba trenca; la llum dematinera
Flors y harmoníes escomou totduna;
Riuen los comellars; mes dalt la runa
L´au ferida de mort se desespera.

Axí va´l mon. Si pura naix la rosa
L´esfulla´l vent; si aplega la formiga,
Lo noy terrossos dintre ´l niu li posa.

- Deu meu, ¿còm guerra aytal lo mon castiga?

- Perque vol l´Enemich, abans la llosa,
De lo Bé y lo Infinit desfer la lliga.


Juriol 1869.

XIV
LUCHA ETERNA.

SONETO.

Es la hora del crepúsculo vespertino; la celeste esfera se reviste de grato silencio; la luna llena, mirándose en el inmenso mar, sólo alumbra, al parecer, escenas de dicha; mas, ¡ay!, un pobre niño se está ahogando en la arenosa playa.

Sale la aurora; la luz de la mañana acaricia las flores, y despierta delicadas armonías; los montes se sonríen; mas en lo alto del ruinoso techo, un ave herida sufre las dolorosas ansias de la muerte.

Tal anda el mundo. Nace pura la rosa, y la deshoja el viento; recoge granos la cuidadosa hormiga, pero algun rapaz le echa tierra en el agujero.

- Dios mío, ¿por qué existe tal guerra en todo el mundo? - Porque el Enemigo malo quiere, más acá de la tumba, destruir la alianza del Bien y lo Infinito.

miércoles, 21 de julio de 2021

XIII, SUSPIRS DEL COR. IDEALISME.

XIII

SUSPIRS DEL COR.

IDEALISME.

Son negre mantell de perles,
Brodades de Deu ab l´art,
Pòsas lo cel, y á la terra
Decauen sos rossegays.

Calla lo ventol, les ones
Se condormen pe´l rocam;
Silencioses les criatures
Guardan de la nit lo pas.

Y s´ou del cor lo batech,
Mon cor batega ab afany.

¿Per qué suspiras, cor meu?

¿Per qué, cor meu, suspirar?


XIII
SUSPIROS DEL CORAZON.

IDEALISMO.

El cielo se viste negro manto de perlas, bordadas por divino arte; sus orlas llegan hasta la tierra.

Calla la brisa, la resaca se duerme en los escollos; las criaturas en silenci contemplan el paso de la noche.

Y se oyen los latidos del corazon. Mi corazon late con violencia. ¿Por qué suspiras, corazon mio? ¿Por qué tanto suspirar?


¡Ay! passí tot lo sant día
Lo sant día jo he passat

Entre´l garbull de los hòmens,
Sumergit dintre´ls enganys.

La torrentada traydora
M´engolía suau, suau;
En ella sòls desijava
Mon sér vida recobrar;
Y en lloch de delit y gloria
Hi trobí perills y afany;
En lloch de frescor dolçosa
Caltsfret y l´aygua rodant.

Jo somnií una hermosa platja,
Blanquejada per la mar;
La terra de fruyts rublida,
Gracies y abundors vessant.

En mig d´ombrívol boscatje
Artístich y bell palau;
Del columnatje á la vora
La Gentilesa m´hi apar.

Jo li dich: “¡Deessa mía!...”
Respòn Ella: “Bon Amant...”
De sopte jo´m despertava;
Somni no més havía estat.


¡Ay! Pasé, pasé todo el día en el bullicio del mundo, metido en sus engaños.

La traidora corriente me iba engullendo con cierta suavidad: mi alma deseaba recobrar allí la vida.

Y en lugar de placeres y gloria hallé peligros y afanes; en lugar de dulce frescura, escalofríos y arrebatadas aguas.

Soñé hermosas riberas, blanqueadas por la espuma de los mares; tierra colmada de frutos, rebosando en bellezas y ufanía.

En medio de umbroso bosque se levantaba artístico bello palacio; cabe la columnata se me aparece la diosa de la Hermosura.

Dígola: “Señora mía...” Ella responde: “Buen amigo...” De repente despertábame.
Aquello había sido un sueño.

Mos amichs, los qui voldrían
Mes penes aconsolar,
Me miran y ab ells se miran,
Y llevòrs se diuen baix:
- ¿Qué deu tenir que consira,
Qué deu tenir eix company? -
Ma mare, la tendra mare
L´altre jorn me preguntá:
- Fill, ¿per qué del mon defuges;
Per qué, fillet, guaytas tant
Á ne´l cel lo decapvespre
Quant la llum s´en vol anar? -

De la vall á les riberes,
De les riberes al vall,
De la ciutat á les viles,
De les viles á ciutat,
Demán: ¿ahónt posa la ditxa?
Del cor lo sossech, ¿ahónt cau?
Corren ab tropell los hòmens
Del pler al temple brillant;
Corr jo derrera ells totduna,
Y´l fástich y el desengany
Me tancan de cop les portes,
Me diuen: Vestén, ni hi caps.


Mis amigos, los que quisieran darme algun consuelo en mis penas, me miran, se miran entre sí, y luégo murmuran por lo bajo:

“¿Qué debe tener el compañero; qué debe de tener, que anda meditabundo?”
Mi tierna madre me preguntó un día:

“Hijo, ¿por qué huyes de las gentes? ¿Por qué miras tanto al cielo, cuando á la tarde desaparece la luz?

Del valle á la playa, de la playa al valle; de la ciudad á los pueblos, de los pueblos á la ciudad;
pregunto: ¿dónde está la dicha? ¿dónde está la paz del corazon? Corren atropelladamente los humanos al brillante templo del Placer;
corro enseguida detras de ellos; pero el fastidio y el desengaño me cierran de golpe las puertas, diciendo: Véte; no cabes tú aquí.

Ara jo un barco prendría
De molt poderós velam,
Que me dugués vent en popa
Fins les ribes del Occeá.

Jo ara unes ales prendría
Com un áliga capdal,
Vola que vola ab coratje,
Cels y cels atravessant.
Tal volta axí calmaría
Lo desig del cor, qu´es gran;
Tal volta terres y terres
Me´l podrían aplacar.

Guayto les llampants estrelles
Reflectirse dins la mar,
Passejo ma teba ullada
Del cel per la fosquetat.
Pujar depressa hi voldría;
¡Ay Jesús! ¡si un hi pujás,
Sobre un raig de llum d´estrella,
Amunt, amunt per l´espay!
Desig misteriós umplena
Tot mon sér de peus á cap.
¿Per qué suspiras, cor meu?
¿Per qué, cor meu suspirar?


Ahora tomara yo un barco de poderosas velas, que me llevase viento en popa hasta los límites del Occéano.

Tomara yo las alas del águila caudal, para volar con incesante brío, y ponerme en los cielos de los cielos.

Tal vez de este modo calmaría los anhelos de mi corazon; tal vez los nuevos horizontes podrían aplacármelos.

Miro las chispeantes estrellas reflejarse en el tranquilo mar; paseo mi calenturienta mirada por la oscuridad de la bóveda celeste.

Desearía subir ahora mismo. ¡Ay Jesus! ¡Si me fuera dado subir, sobre un rayo de luz sidérea, arriba, arriba, por los espacios!

Misterioso deseo llena todo mi sér, desde los piés á la cabeza.
¿Por qué suspiras, corazon mío? ¿Por qué tanto suspirar?


¡Ay! amichs, lo que m´etcisa,
Lo que mon cor fa plorar,
Es la passió més ardenta
Per lo Bell y Veritat.

Res nat del mon me fretura,
Res nat del mon satisfá:
Ni lo passat, qu´es angoxa;
Ni lo present, qu´es esclau.

Lo esdevenidor, la Gloria,
Cerca mon cor suspirant.

¡Suspirs d´amor y anyorança
Per lo etern bell Ideal!

Agost de 1870.


¡Ay amigos! Lo que me encanta, lo que hace llorar de deseo mi corazon, es el amor más ardiente á la Belleza y á la Verdad.

Nada del mundo me sirve, nada del mundo me satisface: ni lo pasado, que es angustia; ni lo presente, que es esclavitud.

Lo porvenir, la Gloria, busca mi suspirante corazon. ¡Suspiros de amor y nostalgia por el eterno bello Ideal!

XII, LA FONTANELLA.

XII

LA FONTANELLA.

Oh! Que bientôt sur mon rivage
On verra luir de beaux jours!
(Racine – La Nymphe.


Per los camps y vilatjes
La nova primavera
Se fa senyora de praderes y horts;
Y arriba á la montanya,
Y hi veu la fontanella
Qu´arrufada pe´l fret encara dorm.


LA FUENTECILLA

Por campos y villorrios, la nueva primavera se enseñorea de los prados y jardines; y sube á la alta sierra, y ve á la fuentecilla, que, encogida por el frío, áun está durmiendo.


Ab veueta amorosa
La tendra Jovensana
Crida á la font, que se desperta prest;
Y los vels arrecona
Del glaç que l´aturava,
Y s´en va bulliciosa á n´el verjer.

¡Quín goig, quína dolcesa
Que té per les campinyes!
Riu ab les herbes y les altres fonts;
Y mostra ses onetes
Al Sol que s´hi remira,
Y estremeix les espigues y les flors.

Talment com la fontana
Freda l´ánima meua
Está d´aquesta vida per lo gel;
Mes, vindrá l´hora santa
D´eterna Primavera,
Y alegre, y lliura volará á n´el Cel.

Abril de 1872.


Con amorosa voz, la tierna jóven llama á la fuente; ésta luégo despierta, echa á un lado los velitos de hielo que la detenían, y corre bulliciosa hacia el verjel.

¡Qué gozo, qué dulzura siente al atravesar la campiña! Se ríe con las plantas y las otras fuentes; y enseña sus ondas al sol que se mira en ellas, y sacude las espigas y las flores.

Como la fuentecilla, mi alma está yerta por el frío de la vida mortal; pero llegará el inefable instante de la eterna Primavera; y alegre, y libre volaré á los cielos.

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