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domingo, 17 de octubre de 2021

LA POESÍA CONTEMPORÁNEA EN MALLORCA.

LA POESÍA CONTEMPORÁNEA

EN MALLORCA. (*)


(*) El autor escribió este artículo en el año 1861; y si bien en aquella época los poetas que menciona lograron colocar su nombre en elevadísimo puesto, no habían dado a luz todavía las obras que después han robustecido su fama, extendiéndola muy merecida por el continente; ni los trabajos de la nueva pleyada (pléyade) con que se honra el país, enriquecían a la sazón el repertorio de la poesía balear.
Tomás Forteza, hoy Maestro en Gay saber, no dotaba aún la literatura indígena con ninguna de las composiciones que más tarde le han valido el honroso título que le expidiera el Consistorio de los Juegos florales de Barcelona. Dedicaba, sí, Antonio Frates con fruto sus ocios al cultivo de la poesía, pero sus versos, escritos por vía de pasatiempo, no pasaban al dominio público. Si Pedro de Alcántara Peña se distinguía por su perseverante afición a las letras, las justas literarias del principado catalán no le habían una y otra vez proclamado vencedor. Tampoco eran conocidas las robustas odas con que Gabriel Maura ha acreditado su rica y poderosa imaginación; ni daba a la estampa Bartolomé Ferrá (BARTOLOME FERRA en el original) sus donosas concepciones en un volumen que el pueblo saborea con avidez por el gracejo de su frase natural y gráfica y el vivo colorido de sus pinturas. De RAMON PICO, tan ventajosamente juzgado en Barcelona por sus poesías líricas, como aplaudido en el teatro catalán, no era sabido el nombre siquiera: y tantos jóvenes distinguidos como Juan Alcover, Miguel Zavaleta, Miguel Costa, José Tarongi (Taronjí en el libro editado por mí Lo trovador mallorquí), Gerónimo Forteza, Mateo Obrador, Juan Bautista Enseñat, Juan Luis Estelrich y otros, no tenían aún demostrado lo mucho que Mallorca puede esperar de su aplicación y de su talento (todo lo contrario a Gabriel Bibiloni). - Los más de los poetas de la isla han tomado una parte muy activa en el renacimiento de las letras catalanas, y con tan buena fortuna, que han compartido con los vates del principado los honores del triunfo, no sólo en los juegos florales, sino en los demás certámenes celebrados en Cataluña, cabiéndoles no poca gloria en la resurrección de la patria lengua.

(En los textos de Guillermo Forteza leemos varias veces lemosín, lemosin, lemosina. El catalán siempre fue un dialecto occitano, y para decir sí afirmativo usaban las variantes OCcitanas: hoc, oc, òc, och)

Creemos, pues, que si favorable es el juicio que formara nuestro autor, en 1861, de la poesía contemporánea en Mallorca, lo fuera doblemente hoy, que nuevos poetas de valía y nuevas obras de los ya entonces conocidos, colocan a la provincia entre las más aventajadas en literatura. Mas ya que nuestro malogrado autor, arrebatado tan prematuramente a su país, no ha podido adicionar este su artículo, como requería el incremento de la poesía en el suelo balear, véase siquiera lo que estampa el distinguido literato catalán D. Joaquín Rubió y Ors en uno de sus más notables trabajos sobre el renacimiento de las letras en Cataluña:
- De Mallorca, dice, cuyos hijos debían algunos años más tarde poner a tanta altura la bandera donde en campo rojo y amarillo ostentase la hermosísima divisa de nuestros juegos florales, nos llegaron los primeros y, por ser de fuera, más estimados refuerzos. A la manera que se cruzan en medio del ancho canal que los separa las miradas que parecen mútuamente dirigirse el elevado Puigmajor y el riscoso Montserrat, cruzáronse los cantos que allí exhalaban sus poetas con los acordes que de sus liras arrancaban los nuestros.” - En suma, para formarse una idea más cabal de lo que va apuntado, puede verse la colección titulada Flors de Mallorca, publicada en 1873 por Gerónimo Rosselló, que contiene la mayor parte de las poesías mallorquinas premiadas por el Consistorio barcelonés desde su institución, y notas biográficas de cada uno de los poetas que en ella figuran.
- N. del E.
(Gerónimo Rosselló también aparece como autor, poeta:
FLORS DE MALLORCA. POESÍES DE AUTORS VIVENTS, PREMIADES LES MES EN LOS JOCHS FLORALS DE BARCELONA. ESTAMPA DE PERE JOSEPH GELABERT. 1873. En esa época de Renaixença, la catalanización de estos autores baleares es bien tangible. También se propagó esta enfermedad nacionalista a otros autores españoles, y a los franceses del Felibrige, con Frederic Mistral como cabeza).


I.

Si espectáculos hay siempre antiguos y siempre nuevos que levanten el ánimo a la más soberana alteza del pensar y del sentir, que le hagan saltar las murallas del tiempo y espaciarse por las regiones del infinito, morada eternal de toda luz para el espíritu, de toda serenidad y contentamiento para el corazón; uno de ellos es, sin duda, el de la naturaleza no domeñada por la mano avasalladora del hombre. Lejos está la primera impresión que este espectáculo nos causa, de lisonjear nuestro orgullo, pues el alma, bajo la pesadumbre de una sublime y temerosa emoción, siente flaquear sus fuerzas, la conciencia de nuestra tiránica personalidad, suelta temblorosa el cetro de su señorío, y la materia frágil que nos aprisiona se anonada ante la inmensidad de la materia universal, gloriosa, triunfante. Pero la esencia divina del espíritu no le permite prolongar su homenaje a la materia, por ostentosa que se presente; la majestad perecedera de la naturaleza le rememora la suya inmortal, y ambas le avivan el seso para encaminarla derechamente al principio y fin de todo lo grande, al asiento de toda majestad. Entonces dos serafines purísimos toman sobre sus alas al serafín prisionero, la gratitud у el amor elevan al alma, y rotas las cadenas que a la vida real la sujetaban, pronto deja atrás a las alondras, a los cóndores, a las águilas caudales, piratas de los espacios y amigas del sol, y atravesando los mundos como flecha disparada, sólo se detiene a las plantas bendecidas del Hacedor supremo.

Uno de los países en donde puede a sus anchuras saborear el alma este linaje de fruiciones altísimas, es en la Isla de Mallorca, paraíso de sus naturales y admiración de cuantos la visitan. Bajo la sonrisa tutelar de un cielo trasparente, sonríe también al viajero esta ondina del Mediterráneo, atrayéndole ya desde lejos con sus virginales aromas y convidándole a gozar la apacibilidad de su clima, la hermosura de sus vergeles y regadíos y el accidentado panorama de sus paisajes. Enriscados montes la ciñen, sus cumbres enlazadas entre sí por los fraternales brazos de mil ondulosas colinas, ora dibujan la gentileza de sus azulados perfiles en el fondo de un azul más claro, ora envueltas en el misterio de nieblas plomizas, engañan el deseo de la impaciente mirada. Bosques y encinares las coronan, y sólo en las faldas se atreve el humildoso cultivo a desplegar el modesto lujo de sus almendros, la ufanía de sus viñedos, el fruto sacro de sus olivos, las estrellas de plata y las pomas (“Taronjí: Esclatar en esmelts de noves pomes.”) de oro de sus opulentos y codiciados naranjales (ver ses teronges en youtube, de Miguel Montero, y los poemas de Taronjí: Sóller “Ab los taronjerals enjogassada” y la mort dels taronjers: “Desde´ls horts de taronjes y de pomes).
El caserío trepa unas veces de loma en loma cual si afanoso buscase aires más puros y más pintorescas atalayas, otras se desbanda por las laderas, en vistoso desconcierto, como rebaño de ovejas asustadizas, o ya despeñándose se agrupa en hondos valles como familia bien avenida que no acierta a vivir separada.
(Al voltant d´un caseríu, A dins la vall recolzada... Joseph Taronjí, A la vila de Valldemossa.)

Si no conociésemos por experiencia propia lo mucho que el hábito amengua el hervor de nuestros más entrañables afectos y el alcance de nuestras más vivas sensaciones, imposible nos fuera comprender como el perenne aspecto de una naturaleza llena de original y salvaje poesía, no ha infundido en el carácter general de los mallorquines algo del tinte poético que avalora las bellísimas tradiciones de sus montañas y aldeas, el ritmo fundamental de sus cantos populares llenos de grave o tierna melancolía y no escasa parte de sus costumbres. La imaginación popular de estos bienhadados isleños, lejos de brillar por la exuberante fecundidad y volubilidad chispeante de otros países meridionales, parece siempre contrapesada por el lastre de una reflexión instintiva y de un cariño nada platónico a la vida material en el círculo angosto en que acostumbran concebirla y practicarla. Medianamente inclinados a idealizar la realidad, cifran (Cifre es apellido corriente en ses illes, como el de mi amiga desde Paderborn: Na Malena de Pollentia : Pollença, Pollensa) en ella la mayor suma de felicidad asequible acá en la tierra. Por esto un vago instinto de repulsión les hace rechazar todo carácter anovelado, toda aspiración que tienda a trastornar el mezquino y rutinario orden de cosas que satisface por completo sus necesidades morales. Tal vez la raza árabe que tanto tiempo fue dominadora de la isla, ya que no hizo herederos a sus naturales de los tesoros de su oriental y prodigiosa fantasía, logró embalsamar para siempre su carácter y perpetuar en él su somnolencia moral, su retraimiento, su silencioso quietismo y todo el seráfico conjunto de sus virtudes sociales. De otra parte una invencible timidez, no desnuda de modestia ni destituida de recelo, enfrena los esfuerzos expansivos del corazón. Acallemos con férrea mano las más apasionadas simpatías del nuestro y digamos toda la verdad. El carácter general de los mallorquines, no sólo carece de poesía, no sólo se identifica sobradamente con la realidad, no sólo tributa un culto interno a las pequeñeces de la vida práctica, sino que carece de iniciativa colectiva y es hasta cierto punto refractario a todo progreso social.

Veamos ahora cómo se destaca de ese carácter general el de los poetas contemporáneos de Mallorca.


II.

Pocos pero de valía son los poetas con que hoy puede enorgullecerse Mallorca. Por un elevado sentimiento de justicia, todos ellos conceden el puesto de preferencia a Mariano Aguiló (Marian, Marià). Como esos árboles avaros de hojosas bizarrías que, engañando por algún tiempo las dulces esperanzas de su dueño y nada cuidadosos en halagar su deseo con la vana ostentación del mal sazonado y primerizo fruto, en día memorable lo desplegan riquísimo y bello y abundoso, después de haber ajuntado en la oscuridad tesoros de fecunda savia, así el nombrado poeta apareció de repente a los ojos de sus conciudadanos.

Ignorada de todo el mundo y apenas rastreada por algún amigo, creció y se fortificó su vocación poética en el misterioso cenáculo de un alma tan pura como de recio temple, sin ninguna de esas influencias académicas más o menos legítimas, pero que lejos de prestar un amoroso arrimo a la inspiración juvenil, suelen arrancarle su espontaneidad, desnaturalizarla y falsearla. El sentimiento intuitivo de la verdadera poesía que, desde sus más verdes años, ardía esplendente en el pecho de Mariano Aguiló, pudo así conservar intacta esa aureola de pudor y de dignidad que una pureza ejemplar de costumbres, envidia y admiración de cuantos le conocen, ha concluido por hacer ordinaria, habitual, inestimable. Por su fortuna como hombre y como poeta, desde las santas fruiciones del hogar doméstico, desde la dulce tutela de una familia, dechado de honrados procederes, desde la influencia angelical de una madre tan inteligente como tierna, pasó al trato intimo, a la confraternidad intelectual más estrecha con D. Pablo Piferrer. Al calor de este espíritu sublime, gloria insigne de Cataluña, regaladamente se desarrolló la irresistible vocación poética de nuestro paisano; cobró bríos su sentimiento artístico, se acrisolaron sus aficiones y simpatías literarias, y tomó un carácter definitivo de originalidad su ya entonces robustísima inspiración.

Precozmente encariñado por la poesía popular, largo tiempo hace que cifra en ella sus más escondidos y nobles deleites. Cazador infatigable de tradiciones y cantos populares, va a sorprenderlos en el fondo de las rústicas aldeas, en lo alto de los más encumbrados montes, y con sabroso recogimiento las escucha y trascribe de boca misma del niño, de la aldeana, de las viejas, del hosco y casi salvaje pastor. Las incomodidades de penosas excursiones, el desvío montaraz con que la gente rústica acoge no pocas veces las insinuaciones y súplicas del poeta, la codicia de unos, el desdén de otros, la fría y estúpida indiferencia de muchos, nada le retrae del objeto constante de sus fatigosos desvelos. De tan difícil y aun arriesgada manera y al cabo de años y a fuerza de inquebrantable celo ha podido Mariano Aguiló acopiar una colección de romances lemosines verdaderamente asombrosa, y cuyo valor histórico, literario y filológico es incalculable. Los sinceros amantes de la poesía popular en Alemania, en España, en Portugal, en Francia, aguardan con el más vivo interés la publicación de tan inmenso tesoro. En él ha sabido encontrar Mariano Aguiló un auxilio natural y poderoso de sus propias concepciones, y un manantial de vida para comunicarla fecundante a su numen. Dotado de una imaginación lírica tan esplendorosa como la de Moore y de Heyne, nunca la tiene exuberante y manirrota como la mayor parte de los líricos españoles modernos. Tampoco se entretiene, como muchos de ellos, en atestar de adornos baladíes la trivialidad jactanciosa, o la enfermiza raquitiquez de concepciones mal nacidas y peor alimentadas. Esta intuición infalible, que es el carácter supremo de las inteligencias extraordinarias, lo hace ser sabiamente avaro de su patrimonio poético. Además, una razón siempre en alto, sabe moderar como habilísimo jinete a un corcel árabe rebosando fogosidad, los arranques de una fantasía lozaneadora. El lirismo de Mariano Aguiló encarna en lo vivo del corazón humano, es psicológico, profundo, trascendental. Esta sobriedad resplandece más todavía en las poesías exclusivamente populares del poeta balear. Quien haya leído las pocas composiciones que ha publicado, todas versificadas en el más clásico lenguaje lemosin, A Dios, El entendimiento y el amor, Don Alfonso de Castelnegro, A un ciprés, A la traslación del Archivo de la corona de Aragón, Una visita a los muertos, y Esperanza, más aún si ha leído sus composiciones inéditas, no encontrará ciertamente desmesurados nuestros elogios: sólo él, dechado de veraz modestia, podrá encontrarlos inmerecidos. (*)

(*) Si justos son los elogios que tributa el autor a este poeta de privilegiadísimas dotes, hoy es poco cuanto se diga para encomiar sus trabajos literarios, asiduos sobre toda ponderación, y encaminados a colocar la literatura catalana
(Guillermo Forteza usa: lenguaje lemosin, varias veces, 8 líneas más arriba, p.ej.
Gerónimo Rosselló publica las obras rimadas de Ramon Lull, sí, con L al principio y ll al final, en “idioma catalan-provenzal”
)
en el alto pedestal que le corresponde (un dialecto occitano en un pedestal; cuándo estará la lengua manchega, o la lengua extremeña, o la lengua gaditana, etc, en el mismo pedestal? Cuando tengan tanto dinero como los catalanistas para gastarse en su promoción).
A pesar de que son más que suficientes las composiciones que tiene publicadas para concederle puesto, y no poco elevado, entre los mejores líricos de España, es sensible que lo que inédito conserva, así permanezca, en menoscabo de su gloria y de la literatura, y más aún del renacimiento de la catalana, que necesita obras en que aprender y modelos que imitar. Mariano Aguiló es en realidad un ardiente entusiasta por la lengua de los almogávares, y a ella puede decirse tiene consagradas todas sus facultades, toda su existencia, dedicándose a tan perseverantes estudios y a investigaciones filológicas tan detenidas, emprendiendo trabajos de tal magnitud, que sólo con largos años de vida alcanzara llevarlos a término. Es por todos conceptos importantísima la colección de romances populares de que habla el autor (Guillermo Forteza), y que a fuerza de diligencia y de penosas excursiones, tiene recogida en las diferentes provincias que formaron la nacionalidad catalana. (Los paísus cagaláns, PPCC actuales)

El extenso y razonado catálogo de las obras impresas en catalán desde la invención de Guttemberg (la imprenta) hasta nuestros días, premiado por el gobierno, es una obra cuya impresión, empezada ya, debiera concluirse, porque es realmente la mejor clave, la guía más segura para emprender el estudio de la lengua. El Diccionario, que tan adelantado tiene y tan rico promete ser, que representa dilatados años de trabajos ímprobos, (no es el DCVB de Alcover) no debiera hacerse esperar más, por lo mucho que ha de contribuir a la restauración gloriosamente empezada, y a fijar el mismo idioma a cuyo cultivo tantísimos se dedican. Y por fin sus colecciones de refranes, de cantares, de navidades, de cuentos populares y otras muchas, forman un inapreciable caudal que es lástima no puedan saborear y estudiar todavía los amantes de la literatura patria. Hoy es Aguiló Maestro en Gay saber, por haber alcanzado los tres primeros premios de reglamento en los Juegos florales de Barcelona, (año 1866) y ocupa el cuarto lugar entre los que han obtenido este título; dirige además la Biblioteca Catalana, preciosa colección de obras clásicas de nuestra literatura indígena, en la que colaboran los catalanistas Amer y Rosselló, y el entendido bibliotecario Bartolomé Muntaner; y por último publica en caracteres góticos un precioso cancionero que, por su especialidad y condiciones tipográficas, forma a la vez las delicias de los literatos, de los anticuarios y de los bibliófilos. Es de desear que estas publicaciones se terminen, y vean pronto la luz tantos trabajos inéditos, para que todo constituya la copiosa fuente en que pueda beber nuestra juventud estudiosa, (sobre todo los de “jovent”) ávida de conocer las cosas de su país y lo que nos ha legado el genio de nuestros abuelos. - N. del E.

Tres cuerdas principales tiene la lira de Tomás Aguiló: tristeza, amor, aspiración cristiana (falta la cuarta, el dinero catalán). Víctima resignada de injusticias sociales (Espanya ens roba) que debe rechazar altamente todo pecho noble, ha reconcentrado en el suyo un caudal de infecundas lágrimas (els pluramicas catalans) que ha ido derramando en sus versos quejumbrosos. El carácter sigiloso del poeta, ha contribuido a hacer crónica esta pasión en sus composiciones poéticas, pues sin este desborde tan higiénico como literario, no es dudoso que se hubiese convertido en sauce llorón (ploramiques), aumentando así la ya pingüe colección de las metamorfosis mitológicas. Esta tristeza desnuda de energía y dignidad, fatiga y aburre en lugar de despertar simpatías generosas. Sólo cuando el sentimiento religioso la ilumina con la luz de sus consolaciones inefables, logra interesar y conmover. Así acontece con su bellísima poesía Resignación, que aparte de algunos lunares de forma, es una elegía deliciosa. El amor tal como lo concibe el autor de las Rimas varias, podrá ser recomendable bajo el punto de vista moral, pero mucho dudamos que sea poético. Una frase benévola del objeto amado le hace el más feliz de los mortales, sólo lo que pide es una mirada, una sonrisa. De todo podrá tacharse a este amor menos de exigente, y a fé no comprendemos cómo la Dulcinea o Dulcineas de nuestro contentadizo amador hayan podido regatearle, a no ser tigres de Hircania, unos favores tan sencillos y ortodoxos. No sabemos qué admirar aquí, si el recato de ellas, o la humildad de él. Por lo demás, el egoísmo de una pasión individual, para entrar en los dominios de la poesía más sujetiva, tiene necesidad de grandes condiciones artísticas para ser con verdad estética y cautivar los corazones. Presentar al mundo las emociones de un amor tan pueril, tan mísero, tan pordiosero, tan apocado, no sólo es desconocer el alto fin de la poesía lírica, sino las leyes más rudimentarias del corazón humano. El mismo Petrarca necesita deslumbrar a sus lectores con las riquezas, a menudo baladíes, de su exornación poética, para no cansarles con su eterna donna.
(Esta palabra se parece a la “catalana” dona, ¿a que sí? Pues viene de Domina: dómina, domna; la que domina; señora, senyora; mulier : muller.
Señor con ñ, eñe, ya lo escribe Ramon Lull circa 1300, anno a nativitate Domine MCCC: don; señor, senyor. Se puede leer en un libro de Geroni Rosselló.
)
Adivinando este escollo los más grandes líricos, han procurado objetivar la esencia eminentemente subjetiva del lirismo y con especialidad el amor. Es preciso que el poeta, cuando canta himnos al objeto de sus adoraciones, no olvide que los canta en alta voz, y que si no logra cautivar con la novedad y beldad de sus cantos a los que les prestan oído, corre riesgo de encontrarse a lo mejor sin oyentes. Más feliz ha sido Tomás Aguiló en la expresión de sus efectos religiosos, de sus cristianas aspiraciones. La voz de Dios, Abdiel y Los siglos ante Jesucristo, a ser menos artificiosa su versificación, y a dejarse traslucir menos el antipoético afán de rebuscar consonantes difíciles (defecto general de casi todas las composiciones en verso de Tomás Aguiló), son joyas de buenos quilates. (Ya Ramon Lull construía versos rimados muy forzados para explicar su Arte y su Idea y que a la gente se le quedase en la memoria.)
No ocasionado a fantasear fuera de los límites del dogma, como Lamartine, hace justamente gala de creyente sincero, y nunca pierde de vista el norte de la fé.
Esta cualidad, que hace honor a sus acendradas creencias, da nuevo aprecio a sus poesías, por lo difícil que es moverse con brío y desembarazo en esfera tan restringida. Otras que no pertenecen a los tres caracteres señalados dan a Tomás Aguiló un envidiable puesto en la literatura balear. Tales son El numen, Aridez, Tristeza, y Los claustros de San Francisco, y sobre todo sus baladas mallorquinas, que son el florón más preciado de su corona poética. (*)

(*) Con sobrada severidad juzgó ciertamente el autor a Tomas Aguiló, que, además del título honroso de patriarca y decano
(¿Este editor sabe quién fue Ramon Lull, por poner un ejemplo? O sólo se refiere a los alucinados catalanistas de la Renaixença?
Taronjí sí que lo conocía:
“¡Ah! sòls una esperança conceb que m´enamora:
La dolça poesía renaix y té espiray.
Ramon, de los poetes vindrá ta nova aurora;
¿Nosaltres oblidarte, Ramon? ¡Jamay, jamay!”
)
de los poetas mallorquines, reúne el de ser, en unión de D. José María Quadrado, iniciador y padre del renacimiento literario en la mayor de las Baleares. Sus poesías castellanas son realmente modelos de buena forma y de esmeradísima dicción, habiendo conseguido ser un poeta severamente gramático sin que nada perdiesen en la expresión sus acendrados sentimientos ni su inspiración levantada. En los tres tomos que forman sus Rimas varias hay composiciones que no desdeñaría ninguno de los primeros vates españoles. Cierto es que sus poesías mallorquinas exceden en mérito a las Rimas; y si en 1861 ya las consideró el autor del artículo que anotamos como el florón más preciado de la corona del poeta, hoy que el precioso ramo ha sido aumentado con nuevas e inextimables flores, podemos decir, que el volumen que dispone Aguiló para la impresión, comprensivo de todas sus poesías escritas en lengua materna, será una obra de mérito superior y digna de figurar entre lo mejor que ha producido nuestro renacimiento literario.
Su leyenda Constança d‘ Aragó, que alcanzaba en 1867 uno de los tres primeros premios en los Juegos florales de Barcelona, es una composición de primer orden, impregnada de un sentimiento religioso profundísimo, y tan bien pensada como correctamente escrita (“...L' esposa del rey en Pere: Que som reyna vertadera”...La reyna dona Constança, La muller del rey en Pere... ). No obstante, Tomas Aguiló no ha dejado de cultivar la poesía castellana, y en 1871 dio a luz un reducido tomo de Escenas episódicas en verso, relativas a la pasión de Jesucristo, que no son de escasa valía. La obra titulada A la sombra del ciprés, aunque escrita en castiza prosa castellana, revela los grandes recursos de su imaginación y el esplendor de su fantasía. - N. del E.

(Añado el poema de Aguiló en su versión mallorquina. En el libro Flors de Mallorca está traducido también al castellano.
CONSTANÇA D'ARAGÓ.

1284.

- Respira, cor meu, respira,

Que prest del foch que 'l turmenta

No romandrá ni una espira:

Un broll de sanch no 'm retgira

Si de sanch las taques renta.

De ta llarga malaltía

Remey será aquexa sanch.

¿Qu'importa que noble sia?

Mes ho era la qu'un dia

Feu vermell mon manto blanch.

En mitx de tanta grandesa

Qu'als pesars consol no dona,

De cruels inimichs ofesa,

Per enganar ma tristesa

Duya d'òr una corona.



Mes fins ara 's pot dir qu'era

Reyna solament de nom

L'esposa del rey en Pere:

Que som reyna vertadera

Ben prompte ho veurá tothom.

Res em fa que pugan creure

Que de bronzo un cor abrich.

No 'm quedarán res a deure:

Del cálzer que 'm feren beure

Ne beurá mon inimich.

Que plor. Si. Qu'ensaboresca

Aquell glop d'amarch verí.

Per ágre que li paresca,

Com las gotes d'una bresca

Els seus plors serán per mí.

Y ¡cóm s'engana si espera

Que podrá la compassió

Fer tornar mon bras arrera!

L'esposa del rey en Pere

Arrera no torna, no.

Primer daria a mans plenes

Les joyes de mon tresor,

Mon manto faria benes,

Sanch treuria de mes venes,

Trossos faria mon cor.

Que totes les nits encara

Quant estich mitx condormida,

M'arriba una veu ben clara,

La triste veu de mon pare,

Que “mort y venjança” crida.



Venjança, dolsa venjança,

Anys fa qu'envers tú m'empenyen

El desitx y l'esperança;

Pero avuy mon bras l'alcança,

Avuy mos brassos l'estrenyen.

No 'l' deixaré. No m'espanta,

No 'm gela 'l cor el nom teu:

Quant ets justa també ets santa,

Ets un cástich qu'adelanta

L'invisible má de Deu.

Me venjaré a tota ultrança:

Qu'el botxí son ferro esmol,

Y axí veurán còm s'alcança;

Qu'aquesta avorrida França

En sentir mon nom tremol. -



Axó 's deya a sí matexa

La reyna dona Constança,

La muller del rey en Pere,

Qu'en la Sicilia comanda.

En son palau de Messina

Tanta de gent s'ha aplegada,

Que en sa cort, mes no 'n tendría

L'emperatriu de Alemanya.

En son trono está la reyna

Ab la corona posada,

Ab lo pom d' òr y lo sceptre,

Distintius de soberana.

Dels infants que tant estima

Un ne vol a cada banda,



Té en Frederich a má esquerra,

A má dreta l'alt en Jacme.

Y sols ells tres allá séuen

En les cadires daurades,

Sobre vistosa catifa

De flors vermelles y blaves.
-----

Ornament que sembla impròpi,

Del costat la paret tapan

Una folgada cortina

Y un dosser de negre llana.



De Jesucrist la figura

Imponent allá destaca,

Coronat el cap d'espines,

En la creu les mans clavades,

Devant ella resplandexen

De cera groga sis atxes

Que ab la seua llum recordan

Les de trista funeraria.

Y prop d'allá per lo sèries

De terror el pit conglassan

De set rigurosos jutges,

Vestits de negre, les cares,
___



Ni se miren, ni sonríuen,

Ni se parlan ab veu baxa,

Y aquella cambra está plena

De cavallers y de dames;



De patges y de donzelles,

De barons de antich paratge,

De prelats que duhen mitra,

De guerrers qu'han guanyat fama;

De valents que compartexen

Ab el gran Rotger de Lauria

Lo domini de les ones,

Els perills de les borrasques.

Hi há nobles de Sicilia,

De la Grecia, d'Alemanya,

Catalans, aragonesos...

Sols un de francesa rassa.
____



En Carles príncep de Nápols,

Del tronch d'Anjú noble rama,

Que a n'en Rotger sens afronta

Rendí sa vensuda espasa,

N'es aquest qu'allá se troba

Presoner y en mitx de llançes,

Aguardant que decidesca

De sa vida una paraula.

Ni la tem, ni la provoca.

De sos ulls tranquils no saltan

Ni de fel amargues gotes,

Ni espires d'encesa rábia.

Sabent a qué está sotsmesa

La cega sòrt de les armes,

Ni l'orgull son front axeca,

Ni 'l dolor son front acala.



Mes fort que son bras de ferro

Quant feria en la batalla,

Un cor té que no 'l doblegan

De la mort les amenasses.

Prou coneix qu'ella s'acosta,

La remor sent de ses ales,

Y la sent com grossa alzina

Els bramuls de la ventada.

____

Fit a fit la reina 'l mira,

Y llavores sí que ratja

Sanch mes viva y mes bullenta

De son cor l'antiga llaga!

Del color de les roselles

Enceses mostre les galtes,

Y del foch qu'en son pit cova

Respiran p'els ulls les flames.

___


Rompent aquell llarch silenci:

- ¿Sabeu, oh jutges, esclama,

Que del Rey Manfré som filla?...

Som la filla desditxada! -

Y sa passió rencorosa

Cedint a la pena amarga,

Son esperit li flaquetja,

Y sos ulls en plors esclatan.



- No ploreu, aquells responen,

Senyora, seréu venjada.

Del rey Manfré la memoria

Lo temps no ha esborrat encara.

Del rey Coradí l'afronta

Hem pesat en la balança:

Cap per cap es la justicia,

Mort per mort la lley demana. -

- Demá...! y s'atura. - Reyna!

Diu el príncep ab gran calma,

Si fòs encara possible

Demanaria una gracia.

- No hi há mercé. - Es tan petita!

- Y es? - Morir quant la campana

Tòqui a las tres del capvespre

La tercera batayada.

- Per qué axí?... - Demá 's divendres,

Mon calvari es una plassa,

Y en el seu en aquesta hora

Mon Redemptor espirava.
___


Commoguda, com si fossen

Tan poques y humils paraules

Ferest tró d'una centella

Que reventás dins la cambra,

La reina s'axeca dreta,

Gira el cap, y ses mirades

En la figura 'n tropessan

Que baix del dosser ressalta.



Gran batech el cor li dona,

Mut gemech son pit eczhala, (exhala)

Y ab sa veu que li tremola,

Pero veu ben estil-lada:

- Barons, diu, en Catalunya

Lo Rey mon espòs s'encuantra,

A ell li pertany fer sentencia

De tal príncep en la causa.

Si mon perdó necessita,

Lo té ja, qu'a mí no 'm bastan

Els llorers que se mostian,

Els llorers qu'ab sanch se guanyan. -



Com estorats tots se quedan

Mentres qu'ella s'adelanta,

Al príncep besa en la boca

Y sa ma dreta li allarga.

Y ningú 's tem que sa esquerra

Comprimint son pit estava,

Y que 's deya a sí matexa:

- ¡Calla, cor meu, calla, calla!

No 'm recordis que som reyna,

Recórdem que som cristiana,

Que Jesucrist es mon mestre,

Que Jesucrist es mon pare. - )





Gerónimo Rosselló, más que por la novedad y grandeza de sus concepciones, se distingue por la delicadeza de sus conceptos y la tersura primorosa de su versificación. Los numerosos sonetos que encabezan sus Hojas y flores son acabados modelos de un género en que tanto han brillado Lope de Vega, los dos Argensolas, y Arguijo, y tan desdeñado o mal entendido por nuestros poetas actuales. Si el soneto es una cajita adornada de riquísima labor, y en el cual se encierra una piedra preciosa, Rosselló sólo merece elogios en lo que atañe al exquisito mosaico de esta cajita, por más que alguna vez la joya en ella guardada pudiese ser de más levantado precio. Tiene odas de robusta entonación, romances llenos de gallardía, y traduce felizmente a varios poetas alemanes. Lástima que por lo general sus producciones extremen la dulzura que las caracteriza y deslían con exceso ideas pobres de suyo, y afectos demasiado comunes. (*)

(*) Cuando el autor emitió este juicio, Gerónimo Rosselló era conocido como poeta sólo por el volumen titulado Hojas y flores, impreso en 1853; colección de poesías escritas todas en edad muy temprana, y puede decirse que las más en la adolescencia. A poco de haberlas publicado, dedicóse asiduamente al estudio de la lengua materna, y dio a luz, en 1859, (aquí ya era mayor de edad) las Obras Rimadas De Raimundo Lulio, con una extensa biografía y numerosos artículos críticos;
(OBRAS RIMADAS
DE
RAMON LULL,
ESCRITAS EN
IDIOMA CATALAN-PROVENZAL,
PUBLICADAS POR PRIMERA VEZ
CON UN ARTÍCULO BIOGRÁFICO, ILUSTRACIONES Y VARIANTES,
Y
SEGUIDAS DE UN
GLOSARIO - 145 páginas dinA4, arial 12 - DE VOCES ANTICUADAS
POR
GERÓNIMO ROSSELLÓ.
PALMA.

IMPRENTA DE PEDRO JOSÉ GELABERT.
AÑO 1859.
Editado por Ramón Guimerá Lorente, disponible en regnemallorca.blogspot.com; en Amazon quizás lo tenga que publicar con el glosario aparte, sinó es demasiado grande y Bezos no me deja. Además, lo tengo que publicar como “catalán”, es lo que tiene la política, ya sea lingüística, de izquierdas, de derechas o de centro
);

y en 1860 dio fin a su Biblioteca Luliana, no impresa todavía, existente en la Biblioteca Nacional en virtud de Real orden. Estos trabajos fueron apreciados por el profundo literato D. José Amador de los Ríos, al ocuparse del gran pensador del siglo XIII, (escribe también unos años del XIV) estampando en el tomo 4.° de su Historia crítica de la literatura española las siguientes palabras:
–«D. Gerónimo Rosselló, concienzudo escritor mallorquín, con una diligencia que le honra por extremo, ha recogido muy curiosas noticias sobre la vida y obras del beato Raimundo, así en la esmerada edición de sus poesías hecha en 1859, (Palma - Imprenta de Pedro José Gelabert) como en el interesante trabajo bibliográfico que con el título de Biblioteca luliana presentó a uno de los últimos concursos celebrados por la Biblioteca Nacional. El Sr. Rosselló restituye a Lulio muchas obras que le habían sido arrebatadas sin causa, y le descarga de la responsabilidad de haber escrito otras que se le atribuyen sin criterio. No creemos que se haya pronunciado en el particular la última palabra; pero es, sí, deber nuestro, manifestar que el Sr. Rosselló ha prestado, en uno y otro concepto, señalado servicio a la historia de las letras patrias, siendo su ejemplo altamente digno de ser imitado por cuantos se interesen en su cultivo.” - Robustecido el poeta con estos asiduos estudios de la lengua de su país, absolutamente necesarios para semejantes trabajos, presentó en los Juegos florales de 1861 un romance histórico escrito en lenguaje catalán del siglo XIII, (como el catalan-provenzal de Ramon Lull o el lemosín, lemosin que vemos en los textos de Guillermo Forteza) que le valió un premio extraordinario; y en el año siguiente obtuvo los dos primeros ofrecidos por el Consistorio, que le expidió en consecuencia el codiciado título de Maestro en Gay saber; distinción solamente alcanzada entonces por D. Víctor Balaguer, siendo por tanto el segundo, en el orden cronológico, de los honrados con tan alto premio. En el mismo año dio a la estampa un volumen de romances históricos con el nombre de Lo Joglar de Maylorcha que fue saludado en Barcelona con las siguientes frases: - «Lo Joglar de Maylorcha es una colección de poesías que podría firmar cualquiera de los primeros poetas, así nacionales como extranjeros. Más bien que un libro es una historia soberbiamente escrita en verso sobre los hechos más notables acontecidos en el antiguo reino de Mallorca. (regnemallorca.blogspot.com) Compónese la obra de diferentes romances, dos de los cuales alcanzaron premio en los Juegos florales. De los otros podemos asegurar que son tan excelentes como los premiados. No hay para que desear vientos favorables a la nave en que nos ha venido Lo Joglar, porque la brisa que la impelió a nuestras playas fue la brisa de la gloria, y no dudamos que ella la llevará por otros mares, hacia otras tierras.” - Desde entonces ha alcanzado nuevos lauros, y no ha dejado de publicar poesías catalanas y castellanas en los periódicos literarios de Cataluña y Mallorca; y hace algún tiempo que tiene anunciada la impresión de las líricas en catalán con el pseudónimo de Lo Cançoner de Miramar.
(A ver si saben de quién es este fragmento:
“...Plorau, Senyor, que mos uylls plorarán,

E ab dolrós plant vos farán compaynia:

Senyor, plorau, que a Miramar irán

Faels servents, que per vos penarán,

Portant silicis, dejunant cada dia... ”)

Prefiriendo consignar aquí el voto de los extraños, para que el nuestro no parezca apasionado, he aquí cómo juzgaba recientemente a Rosselló el sabio profesor de la Universidad literaria de Barcelona D. Joaquín Rubió y Ors, en uno de sus últimos y más interesantes opúsculos: – «En 1843 comenzaba sus estudios de derecho en esta Universidad literaria otro hijo de Mallorca que debía ser, andando el tiempo, uno de los que más honrasen con sus obras poéticas y sus trabajos críticos aquella hermosa isla. La lectura de un volumen de modernas rimas catalanas, dadas a la estampa dos años antes, que llegó a sus manos, si es que no determinó su vocación para la poesía, encendió en su pecho el amor, que aún dura y durará en él lo que su vida, al dulce idioma que aprendió en el regazo de su madre (mallorquí siempre que su madre fuese mallorquina; yo soy aragonés, de Beceite, y mi lengua materna es la lengua castellana).
Tres o cuatro años después, y a los veinte o veinte y uno de su edad, daba ya a luz en los periódicos de Palma algunos de sus versos mallorquines. Aquel joven, ganadas las tres joyas que dan derecho al honroso título de Maestro en Gay saber,
(gaya scientia; lengua Occitana con sus variantes o dialectos, “catalan comprès”, escribe Loís Alibèrt en su grammatica occitana segon los parlars lengadocians, después de Pompeyo Fabra y su gramática en castellano; Loís escribe Pompeu.)
era proclamado tal en la fiesta poética de 1862: con el pseudónimo de Lo Joglar de Maylorcha entregaba a la prensa en aquel mismo año un tomo de romances históricos; y modestamente oculto tras el de Lo Cançoner de Miramar, ganaba una buena joya en los Juegos florales de 1864. El nombre de Gerónimo Rosselló es hoy un timbre de gloria para la isla que le dio el ser, y para Cataluña, donde aprendió a amar la poesía, a la cual debe, principal pero no exclusivamente, el renombre de que goza dentro y fuera de su querida patria.» - N. del E.



José María Quadrado, pensador eminente, inteligencia gemela de la del malogrado e ilustre Balmes, distinguido publicista y buen historiador, se ha dedicado poco a la poesía, pero con éxito feliz. Su Aspiración, Armadans y Espanyols y El último rey de Mallorca, son magníficos partos de una inspiración vigorosa. (*)
(*) En los periódicos La Palma y La Fe publicados respectivamente en 1840 y 1844, insertó el Sr. Quadrado excelentes composiciones poéticas que revelan así el alma y el temple del poeta, como la inteligencia del pensador. Tiene inéditos algunos trabajos de un valor literario inapreciable, y obras dramáticas en las que resplandecen, al par que el brillo de su fantasía, un conocimiento profundo de los resortes de la escena. Es preciosa su novelita titulada Ausias March. La extensa colección Ensayos religiosos, políticos y literarios es de lo mejor que puede leerse de buena doctrina, sagaz polémica y crítica concienzuda. Como historiador raya a grande altura; y los tomos que lleva publicados en la magnífica obra Recuerdos y bellezas de España, le acreditan de vigoroso y correcto prosista, al mismo tiempo que de arqueólogo de vastísimos conocimientos. Sería necesario un volumen entero para juzgar al SR. Quadrado como merecen su múltiple talento y las diversas obras con que ha enriquecido el mundo científico, artístico (artís-ico) y literario. - N. del E.



Miguel Victoriano Amer, sólo ha necesitado rimar los latidos de su corazón para despertar en los ajenos dulce y tierna consonancia. Con dos alas de oro se eleva su musa a las regiones de luz, con la caridad y con la esperanza. Blando, apacible, resignado, sus versos son, por decirlo así, la tranquila respiración de su alma. ¡Feliz quien la tiene tan hermosa como Miguel Victoriano! ¡Feliz quien, como él, no sabe cantar sin mirar el cielo, ni mirar el cielo sin cantar! (*)
(*) Desde que el autor escribió este juicio, Miguel Victoriano Amer ha ido publicando poesías que le han valido honrosísimos premios en los Juegos florales de Barcelona, en donde tiene adquirida una envidiable reputación literaria. Fue laureada su bellísima composición Redempció en el certamen del año 1865, y en 1867 obtuvo el primer accésit la titulada Fé, Esperança y Caritat (como pueden ver los catalanistas, y los que no lo son, con una y griega más bonita que el Parc Güell). Es uno de los más fervorosos amadores de la Gaya ciencia, y de los catalanistas más concienzudos que cuenta el actual renacimiento. - N. del E.


Victoria Peña ha escrito composiciones que revelan un bello corazón y una fantasía bastante lozana. (**)
(**) El amor de madre y el amor de la patria, juntamente con el sentimiento religioso más acendrado, han sido verdaderos manantiales de poesía para la simpática y tiernísima Victoria Peña: Recordando esta que ya en el primer año de la restauración de los Juegos florales había conseguido premio su poesía Anyorament, (añoranza : “añoramiento” : enyorament) presentó en el certamen de 1865 la inspirada composición Amor de mare (¿esto es catalán? Amore, de, Mater, lo entendería cualquier orphanus del imperio romano, Julio César, Virgilio, y hasta Homero que hablaba y escribía en griego. Lo entiende cualquiera de Madrid, de Cádiz o de Porriño de Abajo) que obtuvo una joya extraordinaria. Parecidos lauros han conseguido en otros certámenes de Cataluña algunas de sus poesías religiosas; y en el año 1873 fue premiada por el consistorio barcelonés otra composición dedicada a Mallorca. Dignas compañeras de esta poetisa son Manuela de los Herreros, Margarita Caimari y Angelina Martínez, cuyos versos, verdaderamente sentidos, merecen tenerse en cuenta cuando se trata de la poesía contemporánea en Mallorca. Distínguense las poesías de la primera por el candoroso gracejo que generalmente en ellas abunda, así como las de las últimas por los delicados sentimientos que las inspiran. - N. del E.

La gota de agua bendita de José Luis Pons es una poesía en la cual compiten la novedad y suma delicadeza del concepto con la belleza de la forma. (*)

(*) A la poesía que el autor cita de José Luis Pons (y Gallarza) podría añadirse la dedicada a la muerte tan profundamente sentida del eminente literato catalán
D. Pablo Piferrer
, que es una composición de esmeradísima forma y que entraña elevados conceptos y rasgos felices. Mas si en la poesía castellana ha sabido Pons concebir obras como las indicadas, en la catalana raya a la altura de los más notables. La llar es una composición de una forma clásica perfecta. La Montanya catalana es de un colorido notable, y está impregnada de verdadero espíritu catalán. (No hay nada mejor para ganar en unos jochs florals de Barchinona)
Estas poesías y otras varias han sido premiadas en los Juegos florales de Barcelona, y le valieron el título de Maestro en Gay saber que le fue expedido en el año 1867, ocupando el quinto lugar entre sus compañeros. El Sr. Pons tiene una dicción correcta y una frase artísticamente culta. Merece ser citado como uno de los más distinguidos prosistas catalanes. - Nota del E.



Joaquín Fiol, dotado de una sensibilidad tan exquisita como inagotable, será un poeta distinguido el día que versifique con más facilidad y corrección. Le sobran condiciones, le falta voluntad. (*)
(Le falta voluntad de lamer el prepucio de los jueces de los juegos florales.)

(*) Este poeta coleccionó sus versos en un volumen no muy extenso publicado en Palma, año 1868. El mismo Forteza en una carta que escribió para figurar al frente de la colección, se ocupa del numen poético de Joaquín Fiol en los siguientes términos: - «Hablemos algo de tus composiciones. No las tengo en este momento a la vista, pero las conozco, y conozco largo tiempo hace, los sentimientos que te las dictaron y tu manera general de darles rítmica forma. Tu Musa no es si se quiere una matrona de gallarda robustez y de laureles eternos coronada, de mirar centelleante y altivo; enamorada de bosques bravíos y enriscadas cumbres, a quien el bramar de las tempestades deleita, y que huelga de cantar lo grandioso y sublime en la naturaleza y en las pasiones, con voz resonante y solemne. Modesta, humilde, sencilla tu Musa prefiere cantar lo tierno y delicado; y sobre todo derramar lágrimas y flores sobre dos tumbas: la de tu madre y la de tu hija. Sí, amigo del alma, estas dos tumbas te han hecho poeta. Tus inspiraciones consagradas a aquellos dos ángeles son las más bellas, porque son las más hondamente sentidas: en casi todas las demás que he visto tuyas, resuena una cuerda de dolor reconcentrado, se descubren aquellas dos imágenes adoradas, como asoman entre flores dos epitafios. Pero tu dolor es resignado y tiene fijos siempre los ojos en el cielo, lo cual lo hace simpático y consolador. Tal vez una crítica ceñuda pedirá a tus afectos más variedad, a tus formas poéticas más riqueza, a tu lenguaje más colorido; pero, quien estime como yo, en lo que vale la constancia de un sentimiento verdadero y purísimo, no echará de menos ciertas galas que podrían prestarle más hermosura en su expresión no más intensidad en su esencia. Por mi parte sólo te aconsejaría que no descuidases tanto el noble cultivo de tus poéticas dotes, regalo exquisito de Dios, que de seguro no te ha dado para que lo tuvieras escondido en un rincón de tu alma. N. del E.



Juan Palou y Coll, autor renombrado de La campana de la Almudaina, es el único poeta dramático con que cuenta por ahora la isla. Su obra fue objeto de una ovación que difícilmente se borrará de la memoria de sus compatricios. ¡Ojalá no se borre de la suya para que siga trabajando con fé y constancia, ya que tantos laureles ha obtenido en los primeros pasos de su carrera dramática, que deseamos no sean los postreros! (*)
(*) Con posterioridad a la representación de La Campana de la Almudaina ha dado Juan Palou y Coll a la escena La espada y el laúd, drama representado por primera vez en el teatro del Príncipe el día 25 de Enero de 1865. No tiene esta obra las interesantes situaciones, ni produce los grandes efectos de la primera, pero en cambio, según nuestro modo de ver, ostenta mayor corrección en el lenguaje y más esmero en la forma y la versificación. Véase el artículo que Forteza publicó en los periódicos de Madrid juzgando la segunda producción del tan extraordinariamente aplaudido en la primera. Pocas poesías ha dado a luz el Sr. Palou, pero es muy notable, por más de un concepto, la que con el título de Miramar leyó en el certamen verificado en 1877 para solemnizar el sexto centenario de la fundación del Colegio de Miramar por Raimundo Lulio. - Nota del E.



III.

Una provincia que tan estimables poetas cuenta, (**) tiene derecho a reclamar un asiento distinguido en la poesía nacional. Además, los literatos mallorquines han sabido utilizar en pro de sus medros intelectuales la bienhadada tranquilidad de que anchamente disfrutan en el foreciente paraíso que habitan. Inclinados a las solitarias fruiciones del estudio, lejos del odioso palenque do tantas ambiciones guerrean, do tantas personalidades liliputenses se afanan por escalar el cielo de los honores y del poderío, han podido conservar esa regalada serenidad de espíritu, fuente inagotable de la vida moral. No les pese la oscuridad en que viven: no son menos olorosas las margaritas y violetas porque en agrestes lomas exhalen sus virgíneos perfumes. No en lujoso y visitado jardín, sino en la soledad umbría del bosque, trinan a sus anchas los ruiseñores.
(**) El autor, que debe contarse también en el número de los escogidos, ha escrito poquísimas poesías en castellano. Las catalanas no dejan de ser notables. La titulada Lo que diu l‘ oreneta obtuvo un premio extraordinario el primer año de la restauración de los Juegos florales de Barcelona, y otro L‘ orfanet saboyart en los de 1867. Las demás no son menos dignas de encomio. En conclusión, como comprobante de lo mucho que se han distinguido los poetas mallorquines en el actual movimiento de la literatura catalana, de los honrosos lauros que han conquistado en las anuales justas poéticas que celebra la ciudad condal desde el año 1859, continuamos la lista de los que desde aquella fecha han obtenido el título de Maestro en Gay saber, por el orden de su proclamación:

En 1861. - D. Víctor Balaguer.

En 1862. - D. Gerónimo Rosselló.

En 1863. - D. Joaquín Rubió y Ors.

En 1866. - D. Mariano Aguiló.

En 1867. - D. José Luis Pons.

En 1868. - D. Adolfo Blanch.

En 1869. - D. Francisco Pelayo Briz.

En 1871. - D. Jaime Collell.

En 1873. - D. Tomás Forteza.

En 1874. - D. Francisco Ubach y Vinyeta.

En 1875. - D. Federico Soler (Pitarra.)

En 1877: - D. Ángel Guimerá.

De los cuatro mallorquines que han obtenido el expresado título, tres de ellos han presidido la fiesta de los Juegos florales; el Sr. Rosselló en 1873, el Sr. Aguiló en 1867, y el Sr. Pons en 1871. - N. del E.



Las poco lisonjeras apreciaciones que hemos formulado sobre el carácter general

de los isleños, han brotado del fondo mismo de nuestro amor al país que nos vio nacer. Pero el verdadero amor no se desalienta nunca: el suave influjo de la esperanza, en sus decepciones le anima, en sus desmayos le sostiene. La juventud actual de Mallorca comprende todas las ideas nobles y abriga en su seno todos los sentimientos generosos. Enemiga cordial de preocupaciones infames, detesta la complicidad, no por pasiva menos perniciosa, que la rancia sociedad de su país les presta, y se halla dispuesta a combatirlas de frente. Mucho esperamos de sus bellas intenciones, mucho de su entusiasmo por la libertad, de sus arraigados instintos de justicia, de su profundo cariño a la moderna civilización. ¡Juventud mallorquina! No cejes en tu benemérito empeño; enarbola con decisión y brío la gloriosa enseña de la regeneración de tu adorada isla; lucha y vencerás; no lo dudes, vencerás.
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sábado, 2 de octubre de 2021

NOTAS. Obras rimadas de Ramon Lull. + RECTIFICACIONES

NOTAS.

(1)
Lo conqueriment de Maylorcha.

Es la conquista de Mallorca por las armas de Don Jaime el Conquistador, entre los hechos de aquellos belicosos siglos, el que quizás más se presta a las bellas descripciones y elevados rasgos de la epopeya. Expedición marítima al par que militar, abunda en sucesos e incidentes tan variados y poéticos, en aventuras tan interesantes y caballerescas, que hasta al referirlos sencillamente los antiguos cronistas, trazaron sin quererlo más bien un poema que una crónica, tanto les brindaban los hechos mismos a los adornos de la oratoria, a la brillantez y viveza en el estilo, y a los bellos matices de la poesía. Aún el mismo rey Don Jaime, cuya vida constituye una serie de triunfos y conquistas, recordó siempre la de Mallorca con singular predilección y complacencia, porque con ella iban también los bellos recuerdos del ardor de su juventud. No es extraño pues que la imaginación ardiente de Lulio, excitada por el amor a su patria, se elevase en alas del entusiasmo al oír contar a su padre, que tomó parte en aquella grande y caballeresca empresa, las proezas de los conquistadores, y que fundado en la tradición y en las relaciones de los mismos testigos oculares, trazase el bello poema que sólo poseemos en fragmento, si es que no bebiese en el contexto de la crónica del mismo rey Don Jaime, que atribuyéndose a la pluma del gran conquistador, quizás llegaría a manos de Lulio, tratando como trataba tan de cerca a la familia real aragonesa.
¡Lástima grande es empero no poder leer en bellos versos más que una pequeña parte del conjunto de todos los hechos heroicos que tanto nos halaga en las sencillas descripciones de la crónica del mismo monarca, en las de Marsilio, Desclot y cuantos se ocuparon de esta gloriosa conquista!
(Desclot : de Es Clot, d‘es Clot)

(2)
Que mays feu tant en Pelós.
Bajo el adjetivo Pelós, que equivale al adjetivo castellano Velloso (peludo), quiso designar seguramente el autor al célebre conde de Barcelona llamado Wifredo el Velloso. Fue hijo y sucesor en el condado de Wifredo I, quien había perdido sus estados, muriendo a manos de Salomón conde de Cerdeña, (
Cerdaña, Cerdanya, Ceritania) que le asesinó alevosamente para usurpárselos. Como Wifredo II (el Velloso) era menor de edad cuando le fue restituido el condado por Carlos el Calvo, tuvo por regente a Balduido, primer conde de Flandes y yerno de aquel monarca. Contaba 22 años cuando para vengar la muerte de su padre, la dio a Salomón de Cerdeña. En 873 se halló en las guerras de Francia (los condes de Barcelona eran vasallos del rey de Francia) contra los Normandos, donde fue gravemente herido, lo que le valió, según afirman varios autores, adquirir el blasón de las cuatro barras encarnadas en campo de oro (leyenda desmentida por otros autores), que fueron después el distintivo de la casa aragonesa, con motivo del casamiento del conde D. Ramón Berenguer IV con D.a Petronila, heredera de aquel reino. Así que Wifredo II tuvo (874) el mando soberano de su condado, sin necesidad de regente (¿quién era el soberano? El rey de Francia), se dedicó exclusivamente a limpiarlo de moros, sosteniendo con ellos reñidas y sangrientas guerras, hasta ahuyentarlos enteramente de sus estados. Fue príncipe (el principal de los condes, como Ramón Berenguer IV, princeps) al par que valiente y guerrero, muy piadoso, pues en 888 (880 según wikitrolas) fundó el monasterio de Ripoll, según lo asegura el P. Villanueva, en el que hizo vestir el hábito a su hijo mayor Rodulfo, que fue su abad, y después de Urgel. Tuvo otros hijos: Wifredo III, que le sucedió: Suñer, conde de Urgel; y Miron, (Mirón, Mir) que también fue conde de Barcelona. Murió Wifredo II en el año 906 o 912 según otros autores y fue sepultado en el monasterio de Ripoll.

Carlos II de Francia, Frankfurt, el calvo, emperador, francos

Este rey, Carlos II el calvorotas, me recuerda mucho a Freddie Mercury. Farrokh Bulsara. Y personalmente, a mi amigo desde la infancia José Francisco Tejedor Pons, "Pepet", chimo por Beceite y polaco por Valderrobres, y especialmente a su padre, José Luis Tejedor, hijo de Santiago y Pura, Purita, "purito", de mi pueblo, Beceite, Beseit.  

Freddie Mercury, Farrokh Bulsara, Carlos II, el calvo, rey de Francia

Freddie Mercury, Farrokh Bulsara, Carlos II, el calvo, rey de Francia, purito, José Luis Tejedor, Beceite, Beseit



(3)


Sa maravela bassent,
Ignoramos la equivalencia castellana de la palabra bassent; y no comprendemos lo que con ella quiso significar el autor, si es que no sea error del copista. (Quizás plasent, plassent mal escrito; o del verbo ver, veser, vesent, veent) Por lo demás, el calificativo de maravilla que da Lulio a la isla, prueba que en aquellos tiempos no era Mallorca menos admirada y codiciada que en el día, en que tantos y tan ilustres viajeros han ensalzado sus bellezas naturales. Véase sino la hermosa descripción de la Balear mayor que el cronista Marsilio pone en boca de Pedro Martell, quien cuenta con entusiasmo al rey Don Jaime la hermosura del país que le induce a conquistar; y ella en verdad dice tanto como pueden decir los modernos viajes que de Mallorca han escrito elegantes plumas e inteligentes artistas. Dice el pasaje de la crónica a que nos referimos:
“Mes la major yla es aquela que Malorcha es apeylada, com es major en quantitat e major en senyoria; la qual la divina saviea de las pregontats de las ayguas feu levar per só que de totas ses parts fós als navegants en refugi e defeniment; e de aquen los homens d‘ aquela art aquela apeylan cap de Creus, com d‘ aquela a cascunas parts navegar pus cuvinentment es vist; e aquels qui tornan de lunyadanas parts, trencats d‘ aytals trabays, banyats de plujas, turmentats de tempestats d‘ aer, consumats d‘ estiu e de calor, e ‘ls trobats de poca jornada, a aquela sian sadolats e recreats, e de grat venen per só que en lurs trabays sian consolats. E provehí lo sobirá maestre de tots de pòrts en aquela en tutela e defensio dels perilants o navegants; de part oriental lo pòrt d‘ Alcudia, de part occidental lo pòrt de la Palomera e de Andraig, e de part d‘ aquiló lo pòrt de Soyler, o de part austral lo pòrt de Manachor e de Porto-Colom e de Porto-Petro. E de totas parts ha molts pòrts pochs, los quals los mariners apeylan esparagols, a salvar los lenys menors. E aquesta yla es revironada de montanyas molt altas d‘ aquela part que es opposada a Cathalunya, en tan neix son altas, que a aquels qui naufragan son en mòrt e als navegants en horror. Mes de part austral que es opposada a Affrica no ha montanyas axí altas, jatsia só que de rochas sia tota plena, e son aquelas montanyas pedregosas, no cuvinents a neguna semen, sechas, nuas, sens fruyt, sens utilitat, si donques no son dadas als habitadors a garda e defensio.”
“E com aquela yla haja moltas parts, ha XVI parts; las tres en montanyas e en lo peu de las montanyas lo qual apeylan Rayguer, en las quals ha pobles e vilas delectables; aquí ha oliveras fructuosas, aquí ha abundancia de vinyas e abundancia de diversas fruytas, vergers molt agradables, fonts de cascuna part corrents; e lá on hom se pensa que montanyas molt altas s‘ ajusten e que no sia sino soledad degastable, aquí se amagan vals molt delitables, de arbres fructuosas, bé assegudas e plenas d‘ ayguas de fonts, en tot delit e puritat d‘ aer donadas. Las altres XIII parts son pobladas, las quals son planas e son luny de montanyas, e son molt bonas per blats, molt han de forment e d‘ ordí (ordi), quays han fretura de fruytas, oliveras no han, nodrexen pocas vinyas, son ricas d' oveyas e d' altres bestiars; de pous beuen e moltas vegadas de ayguas reebudas en cisternas e en en fossas en temps de plujas, per só que dretament sian semblants a las parts d' Urgel en moltas de cosas.”

"Mes la ciutat es asseguda e sitiada prop la mar, havent planea de costa sí de XII milas, de val ample e pregon revironada, garnida e defesa de espessa de torres e de mur, de bel antemural coronada, no sabent barri, com tots los reeb dins sí ab tres portals ab portas de ferre, edificada e feta de casteyl molt beyl dins sí prop de la mar e en pla, enriquehida de lonquea, de beylea de carrers e de dreta agradable, de amplaria de plassas plahent, de font per mitj corrent delitable, de beylea d‘ orts axí dins com deforas acompanyada; ha mirador molt beyl de mar, lo qual s' esten XV milas, de duas bocas o caps grans de rochas es termenada, e es luny boca o cap de boca o cap quays per XX milas. Aquests dos caps contre si posats en fas de la ciutat, fan gran cala abundant e plena de pexos, e a naus e a tots altres vaxells navegants molt profitosa, com per tot morden las ánchoras: e encare tot lo temps de primavera e de estiu tots los lenys e naus se ferman e stan devant la ciutat a una mila; mes el temps de autumne acostant, se recuylen al pòrt, lo qual es luny de la ciutat duas milas e mitja, lo qual ha nom Portopí, quays pòrt de pí, com aquí havia un molt beyl pí dont lo pòrt hach e pres nom. E ha aquesta ciutat defora tres casteyls molt fòrts asseguts e sitiats en molt altas montanyas; lo un contra la part de Cathalunya lo qual es dit e nomenat de Polensa, l' altre contre la part de Affrica lo qual es apeylat de Santueri, altre dintre terra qui no es pòt combatre lo qual es apeylat Alaró.
L' aer hi es molt temprat, com d‘ ivern apenas o quays nuyl temps no gita neu; e si algunas vegadas s' esdevé, las gents ho han per joch: glas nuyl temps quays hi appar; e en temps de estiu de tercia e d' aquí avant del vent embat apeylat es temprada."


(4)

D' Abú-Soleyman vessada


En las cronologías de los emires o gobernadores mahometanos bajo el imperio de los califas, figura al tratarse del reino de las islas Baleares, el nombre de
Abu-Rabi-Suleyman, que en el año de la égira 508, fue sucesor de Mubash-sher
(Nasiru-d-Daulah) que fue al parecer el último de aquellos gobernadores.
Quizás aluda Lulio a este personaje en el verso que comentamos.


(5)

De n' Horace e B. De Bon


Sin duda se refiere Lulio en este pasaje a Bertrán de Born vizconde de Hautefort y castellano del castillo (catalán, castlà, châtelain) de Perigord que encerraba unos 1000 hombres de guarnición. Fue uno de los trovadores más célebres de su tiempo. Pudiendo por su posición (posision) elevada tomar parte activa en los negocios políticos de la época, se entretenía en suscitar discordias entre los reyes de Francia y de Inglaterra, a quienes tildaba de cobardes cuando se mantenían en paz, tributándoles los mayores elogios cuando empuñaban las armas. Declaróse enemigo de Ricardo corazón de león, y partidario de Enrique II su hermano, a quienes designaba con los nombres de
Sí (Oc) y No. Vencióle Ricardo y llegó a hacerle su prisionero y a posesionarse de su castillo de Hautefort; pero obrando aquel monarca, que aspiró también al renombre de trovador provenzal, con clemencia y generosidad con el poeta vencido, le perdonó la vida y le restituyó sus bienes. Aunque fue Bertrán, como todos los trovadores de su época, cantor de los amores y de la hermosura, se distinguió más especialmente por sus poesías heroicas o guerreras. He aquí una de sus más notables producciones:


Bé ‘m play lo douz temps de pascor

Que fay fuelhas e flors venir

E play mí quant aug la baudor

Dels auzels que fan retentir

Lo chan per lo boscatge;

E play me quant vey sus el pratz

Tendas e pavallos fermatz;

E play m' en mon coratge,

Quant vey per campanhas rengatz

Cavalliers ab cavals armatz.


E play mí quant li corredor

Fan las gens e 'ls avers fugir;

E play me quant vey aprop lor

Gran ren d' armatz ensems brugir;

Et ay gran alegratge,

Quant vey fortz castelhs assetjatz,

E murs fondre e derrocatz,

E vey l' ost pel ribatge

Qu‘ es tot entorn claus de fossatz

Ab lissas de fortz pals serratz.


Atressi m' play de bon senhor

Quant es primiers a l' envazir

Ab caval armat, ses temor;

C‘ aissi fay los sieus enardir

Ab valen vassallatge;

E quant él es el camp intratz,

Quascus deu esser assermatz,

E segr' el d' agradatge,

Quar nulhs hom non es ren prezatz

Trò qu' a manhs còlps pres e donatz.


Lansas e brans, elms de color,

Escutz trancar e desguarnir

Veyrem a l' intrar de l' estor,

E manhs vassalhs ensems ferir,

Don anaran a ratge

Cavalhs dels mòrtz e dels nafratz;

E ja pus l' estorn er mesclatz,

Negus hom d' aut paratge

Non pens mas d' asclar caps e bratz,

Que mays val mòrtz que vius sobratz.


Be us dic que tan no m' a sabor

Manjars ni beure ni dormir,

Cum a quant aug cridar: A lor! (Com)

D' ambas las partz; e aug aguir

Cavals voitz per l' ombratge

E aug cridar; Aidatz! aidatz!

E vey cazer per los fossatz

Paucs e grans per l' erbatge,

E vey los mòrtz que pels costatz

An los tronsons outre passatz.


Baros, metetz en gatge

Castels e vilas e ciutatz,

Enans q' usquecs no us guerreiatz.

Papiol, d' agradatge

Ad Oc e No t' en vay viatz,

Dic li que tròp están en patz.



Traducción. - Mucho me place la dulce estación de la primavera que hace brotar las hojas y las flores; me place oír el gorjeo de los pájaros cuando hacen resonar su canto por el bosque. Agrádame ver colocados a lo largo de las praderas tiendas y pabellones; y me deleita ver alineados en campaña caballeros armados cabalgando en sendos caballos.


Me place ver los exploradores cuando ahuyentan las gentes y los rebaños, y ver como en pos de ellos los hombres de armas se mueven con grande estrépito. Experimento mucha alegría cuando veo sitiar fuertes castillos, cuando se hunden los descuajados muros y la hueste cerca el recinto defendido por hondos fosos y cerrado por empalizadas guarnecidas con fuertes postes.


Gozo cuando veo al buen señor que se lanza el primero al combate con caballo armado, sin conocer el miedo, infundiendo con su ejemplo y su brío valor a sus vasallos. Y cuando entra en el campo, todos deben reunirse en torno suyo y seguirle con voluntad decidida, porque de ningún hombre se hace aprecio si no ha dado y recibido muchos y buenos mandobles.

Veremos las lanzas y las espadas romper y desguarnecer los yelmos y los escudos, desde luego de entrar en batalla, y herirse mutuamente los combatientes. Entonces veremos correr al acaso los caballos de los muertos y de los heridos, y cuando confundidos todos, en lo más recio de la pelea, no habrá hombre de alta prez que tenga otro pensamiento que el de cortar cabezas y brazos, pues vale más morir que vivir vencido.

Os lo aseguro: no me es tan grato el comer, beber y dormir, como oír exclamar por ambas partes: ¡A ellos! y escuchar el relincho de los caballos desmontados que corren por la selva, y el grito de ¡Socorro, socorro! mientras caen señores y vasallos por los fosos sobre la yerba, y se ven los muertos atravesados sus flancos por las astillas de las lanzas.


Barones, empeñad castillos, villas y ciudades antes de que otro alguno os haga la guerra.

Y tú, Papiol, corre pronto a ver a Sí y No y diles que hace ya demasiado tiempo que están en paz.


(6)


Els fayts eu xantats sovens.


Quizás haya en este verso equivocación del copista. Parece que se diera a la frase mejor sentido gramatical, sustituyendo el xantats participio pasado de xantar, con el xantant gerundio del mismo verbo.

(7)
Ab sos barons, donçeyls e lurs prelats.

Para dar una idea de los barones principales que tomaron parte en la conquista de Mallorca insertamos los siguientes párrafos que con el mismo objeto trascribe el conocido historiador D. José María Quadrado en uno de sus apéndices a la parte de las crónicas de Marsilio y Desclot referente a la expresada conquista, que publicó en el año 1850.

"Era D. Nuño Sánchez de real estirpe nieto del conde Ramon Berenguer que casó con la heredera de Aragón, y primo del padre de nuestro monarca. Su padre D. Sancho hijo tercero del conde de Barcelona heredó el condado de Cerdaña en sustitución de su hermano Pedro, y obtuvo en feudo el de Rosellón de su hermano mayor Alfonso II, a quien lo había legado el conde Gerardo a falta de sucesión; de suerte que su cuna y poderío le permitieron casi nivelarse con el trono. De su esposa Sancha hija del conde
D. Nuño de Lara hubo a D. Nuño, que tomó el nombre de su abuelo materno y que combatió al lado de su padre en las Navas de Tolosa donde fue armado caballero.
Su tardanza en acudir al socorro de Pedro II, o la impaciencia de este en no aguardarle, contribuyó al infeliz éxito de la batalla de Muret donde feneció el rey de Aragón; pero unido con los Moncadas y otros nobles, hostilizó a las tropas de Monfort, obligándole por fin a devolverles el hijo del difunto soberano a quien el vencedor retenía cautivo en su poder. Ignórase hasta qué punto secundó D. Nuño las ambiciosas miras de su padre, que aspiraba no sólo a la tutela del niño Jaime, sino a usurparle la corona; sólo es notorio que tuvo sobrada parte en las turbulencias de aquella agitada minoría. Disgustado con Guillermo de Moncada su íntimo amigo hasta entonces, a causa de un azor que este le negó, llegaron ambos a estrepitoso rompimiento; y aunque el rey en Monzón se declaró abiertamente a favor de D. Nuño, y sostuvo una larga y terrible guerra contra Moncada para vengar los agravios de su pariente, mostrósele este tan ingrato que se entendió con su competidor para apoderarse del joven soberano en Alagón y retenerle como prisionero dentro de Zaragoza, gobernando ambos en su nombre y repartiendo los feudos a su capricho. Hacia este tiempo por muerte de D. Sancho heredó D. Nuño los condados de Cerdaña y Rosellón con el señorío de Vallespir y Conflent, y dejando en paz la monarquía auxilió al rey de Francia Luis VIII en su guerra contra los albigenses, de quien recibió en recompensa algunas tierras. La expedición a Mallorca formó el período más brillante de la vida de D. Nuño, mostrándose tan intrépido en los combates como espléndido y bienhechor en la multitud de fundaciones que dejó en el suelo reconquistado. Después de contribuir a la toma de Iviza y de asistir con el rey al sitio de Valencia, falleció sin hijos en 1241, y fueron agregados a la corona sus vastos dominios y las propiedades que le cupieron en Mallorca e Iviza. En 1215 casó con Petronila hija del conde de Cominges, pero habiéndosela arrebatado el conde de Monfort para casarla con su hijo, D. Nuño en vez de pedirle cuenta de su inaudito agravio contrajo segundas nupcias con Teresa López. La especie de que murió canónigo de Elna no aparece bien probada, a menos que esta dignidad eclesiástica no anduviera aneja a sus títulos seglares, de lo que se hallan hartos ejemplos en la edad media."

"De nobilísima familia enlazada desde muy antiguo con la condal de Barcelona descendía Guillermo de Moncada vizconde de Bearne. A mediados del siglo XI un Raimundo de Moncada concurrió a la formación de los Usages de Cataluña (o son los usatges de Barcelona?) por Ramón Berenguer el viejo; otro Guillén Ramón, con el sobrenombre o empleo de Dápifer (Dapifer) vinculado en su estirpe, acompañó al conde de Barcelona y a los pisanos en su gloriosa expedición a Mallorca; y Guillén Ramón se llamaba también el senescal de Cataluña, que caído en desgracia de su príncipe y refugiado a la corte de Aragón, agenció el dichoso enlace de Ramón Berenguer con Petronila. Su hijo heredó el nombre, el título y la influencia, y apenas hay hecho ilustre o acto solemne en la última mitad del siglo XII a que no se le encuentre asociado; mancha empero su memoria la sacrílega muerte que dio en 1194 al arzobispo de Tarragona D. Berenguer de Vilademuls, sin que se sepan las causas ni las consecuencias del delito.”

"La semejanza de nombres y la multitud de ramas en que se dividió la familia de Moncada, no permiten deslindar los hechos que a cada individuo pertenecen, ni averiguar su recíproco parentesco, ni asegurarse siquiera de la identidad o diversidad de las personas: sábese únicamente que el más ilustre y poderoso de todos, que regó con su sangre nuestra isla, fue hijo de un Guillén Ramón y de Guillerma de Castelveyl.
Guillermo de Moncada no empieza a figurar sino en el reinado de Jaime I cuya coronación y libertad promovió eficazmente; pero desvanecido con el poder y opulencia que le añadió su casamiento con Garsendis heredera del vizcondado de Bearne e irritado contra el conde de Rosellón, desechó la mediación del monarca e invadió a sangre y fuego los estados de su enemigo. Mientras que todo lo arrollaba y se abría paso hasta Perpiñan, derrotando a sus habitantes y prendiendo al jefe de ellos Gisperto de Barberá, sus propias fortalezas en número de 130 cayeron en poder del joven rey que penetró en sus dominios con poderosa hueste; y el orgulloso barón hubo de acudir a su defensa, encerrándose con sus numerosos amigos y deudos en el inexpugnable castillo de Moncada. Al cabo de tres meses de sitio se vio precisado Jaime I a levantarlo por no contar bastante con la fidelidad de los demás nobles; Moncada se reconcilio con D. Nuño para oprimir de común acuerdo al soberano, y en vez de temer el castigo, le arrancó la indemnización de los daños que le había causado en la pasada guerra. No tardó el inquieto vizconde en confederarse de nuevo con el infante D. Fernando en contra de
D. Nuño y de los Folch de Cardona rivales eternos de los de Moncada, sublevando las ciudades aragonesas y exponiendo a duros trances el poder real; pero al fin buscó avenencia, y en una entrevista que tuvieron con el rey él y sus compañeros no lejos de Pertusa, reconoció humildemente su error y juró para lo sucesivo inviolable fidelidad. Trocado desde entonces en firme apoyo del trono que antes había conmovido, confióle el rey la empresa de poner a doña Aurembiax en posesión del condado de Urgel que injustamente ocupaba Gerardo de Cabrera; y en breve la llevó a cabo con su acostumbrado esfuerzo. Tan generoso en ofrecer como pronto en cumplir, sincero en la reconciliación, velando por su rey con paternal cariño, ardiente en su fé, tierno en su piedad, víctima de su brioso valor mal secundado, Guillermo de Moncada aparece en la poética expedición de Mallorca como el héroe más interesante después de Jaime I.
La infelicidad y revueltas de los tiempos explican bastante su pasado proceder, y su sangre mezclada con las lágrimas de su rey le absuelve y purifica. Dejó de tierna edad por sucesor de sus estados a su hijo Gastón, cuya primogénita Constanza casó en 1260 con el primogénito del rey D. Jaime, el malogrado infante D. Alfonso, fallecido entre los festejos de la boda.”

"Raimundo de Moncada, compañero de Guillermo en la campaña de Urgel y en el glorioso fin que les aguardaba sobre las playas de Mallorca, era sin duda su pariente muy cercano; pero ni en las crónicas ni en los documentos aparece indicio alguno que confirme la opinión vulgar de que ambos eran hermanos, concebida sin más fundamento que el de su común familia y recíproco afecto. Zurita, sí, nombra repetidas veces a Raimundo como hermano de Guillén Ramon senescal de Cataluña casado con Constanza hija natural de Pedro II, del cual no consta que viniese a Mallorca, aunque a veces por la semejanza del nombre se le confunde con los otros dos. Hijo de Guillén Ramón fue Pedro de Moncada que heredó la senescalía de Cataluña, y de Raimundo lo fue Guillermo que obtuvo en Mallorca los heredamientos que al difunto magnate correspondían; acompañó este al monarca en sus campañas por el interior de la isla, y luego en las de Valencia, y se le dio en 1255 el señorío de la villa de Fraga, trasmitiéndolo a su hijo llamado Raimundo como el abuelo. En el libro del repartimiento figura otro Berenguer de Moncada a quien concedió el rey algunas propiedades.”

A pesar de ser el conde de Ampurias uno de los príncipes iguales un tiempo en soberanía, ya que no en poder, a los condes de Barcelona, con quienes a menudo combatieron sus antecesores, en esta expedición le vemos eclipsado por su pariente el vizconde de Bearne, cediéndole en todo el primer puesto. Hugo descendía por línea recta de una serie de condes, que llevaron todos el mismo nombre alternando con el de Ponce Hugo, y que siguieron después de él durante algunas generaciones; su parentesco con los Moncadas debió de ser estrecho según su adhesión a aquella familia, en la cual refundía su causa y su persona. Es probable que fuera este el conde que asistió al glorioso combate de las Navas; de todas maneras le honra mucho el no hallarle ni una vez mentado en las turbulentas ligas y reyertas de los barones que afligieron la menor edad de Jaime I. Carbonell alaba al conde Hugo de muy noble caballero y de haber regido con gran prudencia su condado: su esposa llamábase María. Al tratarse de la conquista de Mallorca distinguióse sobre todos por su caballeresco ardor en secundar la empresa, como luego por su sombría perseverancia en el sitio de la ciudad: no esperaba hallar tan pronto en ella su sepulcro sorprendido por la peste en brazos de la victoria.
El necrologio de la catedral de Gerona, de la cual era canónigo como conde de Ampurias, pode su fallecimiento a 23 de febrero de 1230.”

"Guillermo de Clarmunt, Ramon Alamany y Gerardo de Cervellón, todos eran retoños del árbol nobilísimo de Moncada, planetas que giraban en torno del nuevo vizconde de Bearne e iluminados con el reflejo de su esplendor. Sus abuelos se hallan mencionados al principio de los usages de Cataluña entre los barones que formaban la corte de Ramon Berenguer el viejo; pero aunque fueran señores con casa y estados propios, en cualesquiera bandos y empresas siguieron la voz y la suerte de Guillermo de Moncada. Los nombres de Clarmunt y Alamany van siempre unidos como por un lazo indisoluble; sobrino del segundo era Gerardo de Cervellón hijo de Guillermo hermano de Alamany cuyo verdadero apellido debió ser asimismo Cervellón. La peste arrebató a los tres, apenas cumplido su juramento de vengar la muerte de los Moncadas con la toma de la ciudad."

"Por deudo o por amistad hallábase también unido a los anteriores el opulento Bernardo de Santa Eugenia, tanto que se encerró con el vizconde de Bearne en el castillo de Moncada para defenderlo contra el soberano. Era señor de Torrella de Muntgrí, de donde algunos le atribuyen el apellido de Torrella y le suponen arbitrariamente hermano de Raimundo primer obispo de Mallorca. Después de la partida del rey quedó por gobernador de la isla durante algún tiempo; y en 1235 junto con su hermano Ponce Guillén y con Guillermo de Muntgrí sacrista de Gerona solicitó del rey facultad para conquistar a Iviza. Poseía este barón una galera que junto con otra de Pedro Martel, de quien se habla al principio del texto, fue tomada a sueldo por el rey estando sobre Burriana para la expedición de Valencia.” - QUADRADO, Apéndice 1.° a las crónicas de Marsilio y Desclot.

Y por último en la escritura de concordia que se celebró entre el rey Don Jaime y los magnates sobre la expedición a la isla de Mallorca y en otros documentos, se continúan, entre los que quedan ya enumerados, los nombres de Raimundo Berenguer de Ager, Hugo Desfar, Assalito de Gudal, Hugo de Mataplana, Ferrer de San Martí, Gilaberto de Croyles (Cruyles, Cruilles), Galcerán de Pinos (Pinós) y otros muchos de elevada alcurnia, además del templario Fr. Bernardo de Champans comendador de Miravete que llevando la voz de su orden ofreció ayudar en la empresa con treinta caballeros.

En cuanto a los prelados que secundaron al rey Don Jaime en la expedición, aparecen en primer término Spárrago de Barca arzobispo de Tarragona y Berenguer de Palou obispo de Barcelona. Aquel era primo del rey Don Jaime, como afirma el cronista Marsilio; en 1212 era ya obispo de Pamplona y en 1215 fue electo arzobispo de Tarragona. Contribuyó a la restitución que hizo Simón de Monfort del niño Jaime (después el Conquistador) y teniéndole en sus brazos lo presentó en las Cortes de Lérida. Tomó gran parte en las deliberaciones sobre la conquista de Mallorca y contribuyó en favor de la empresa, según el cronista Desclot, en mil marcos de plata, gran cantidad de trigo, cien caballeros y mil peones pagados por él, con el correspondiente armamento. Murió en 3 de marzo de 1233.

El obispo de Barcelona fue el prelado que más se distinguió por sus hechos en la conquista que nos ocupa. Habiendo sido antes canónigo de la catedral de Barcelona, era ya pastor de aquella diócesis en el año 1212 en que prestó obediencia al arzobispo de Tarragona. Fue prelado ilustre en paz y guerra y, según expresión del P. Villanueva, así manejó la espada como el báculo, siendo su pontificado el más distinguido de aquella iglesia. Acompañó al rey D. Pedro II en la célebre expedición de Ubeda en 1212 (Úbeda, Navas de Tolosa), donde el rey le dio en premio de sus servicios la propiedad Solario: en 1214 fundó el monasterio de Junqueras (religiosas Benedictinas), y en 1219 el de Dominicos que hizo venir desde Bolonia. Celebró varios sínodos e hizo muchas constituciones, prestó servicios de gran importancia en la conquista de Mallorca, contribuyendo en favor de la empresa con cien caballos armados, y con mil peones mantenidos todos a sus expensas. Asistió también a la conquista de Valencia, y fue después arzobispo de Tarragona, elección que no aprobó el Papa por lo necesaria que era su presencia en Barcelona. Murió en 1.° de setiembre de 1241.

Otro de los prelados que asistieron también a la gloriosa expedición fue Guillermo Cabanellas, obispo de Gerona. Era ya canónigo de aquella iglesia en 1214, y siendo arcediano de la Selva fue elegido obispo por el año 1227 y prometió contribuir, como contribuyó en favor de la empresa, con treinta caballeros y trescientos peones mantenidos a sus expensas. Murió en 24 de noviembre de 1245.

Asistió así mismo a la conquista el abad de San Felio de Guixols, llamado Bernardo, que fue el primero a quien el rey presentó en 1232 para la silla episcopal de Mallorca, cuya elección recayó por el año 1235 en el pavorde de Tarragona Ferrario de San Martí, y después en 1239 en D. Raimundo de Torrella por no haber tenido resultado las dos primeras presentaciones. Contribuyó en favor de la empresa con cuatro caballeros y una galera armada. Murió en 1253.

Y por último asistieron igualmente a la expedición Guillermo de Montgrí sacrista de Gerona que contribuyó con diez caballeros y muchos infantes, y que después de haber hecho renuncia del arzobispado de Tarragona y fundado la cartuja de San Pol de Maresmes, murió en 1273: Bernardo de Villagrama arcediano de Barcelona que ofreció diez caballeros y doscientos peones: sacrista de la misma catedral Pedro Centelles que contribuyó con quince caballeros: y el paborde de Saxona, el de Tarragona y el sacrista de Urgel que también contribuyeron con caballeros y peones en favor de la conquista.






(8)

E cant fó exit lo stòl de mil galeas


Componíase la armada según Marsilio y los otros cronistas incluso el mismo rey Don Jaime de 155 buques grandes, además de las barcas de menor porte, esto es; 25 naves mayores, 18 taridas, 12 galeras y 100 embarcaciones grandes llamadas trabuces y galeotas.


(9)


Cell qui los cèls té e ‘l trò sens maleas,

Lança en lo mon e en nostras ribeas

D' ayre e de fòch e de maleas muytas.


Todas las crónicas que se ocupan de la conquista de Mallorca hablan detenidamente de la gran tempestad que sufrió la flota de Don Jaime durante la travesía: la de Marsilio se expresa en estos términos, al hacer mención de este suceso:

"Entre hora de nona e vespres cresqué lo vent, e fòrt horriblement la mar se inflá: muntan las ondas e complexen bé la tersa part de la galea, e la mar prova e assatja los ventres dels novels peregrins e encara dels antichs mariners; tots los peus los vecillan e ‘ls caps han torbats............

"Dels fets no remembrables de la tempestat passada, feta la mar suau, e navegants ab vent cuvinent envés Pollensa, apparech una nuu fòrt espaventable de part d' aguiló del vent de la Prohensa, la qual nuu enfosquehí de molt desplaer las caras dels mariners. Mes un mariner, en la sua art savi e discret e bé sabent e apareylat, per nom Berenguer Guayrán, que era cómit e regidor d' aquela galea, alla veu dix: "Nom plau aquela nuu que a nos se mostra de part del vent aguiló de la Prohensa: estats apareylats, estats tots, e acostense alcuns a las cordas qui son fermadas a la popa, e altres vajan a la proha, e 'ls altres sian de prop las cordas costeras, persó que si mester es pus tòst sia baxada la vela.” E donques la galea per totas cosas, en quant aquela art pòt garnir e apareylar, fó ordonada, soptosament vench vent fòrt, derrocá e gitá la vela a dors, e present peril de mòrt menassá. Veus donava en trò al cèl en Berenguer, sovent repetent: baxa la vela, baxa la vela, la qual cosa per gracia de Deu fó feta: mes los lenys e las naus e las galeas, per só com mes eran estadas soptadas, hagueren major afany a baxar las velas, e grans crits e veus confusas cridavan la present angustia e trabayl. La mar se inflá massa a la contrarietat dels vents, e la galea del rey e tots los lenys eran sens velas, e sofferian gran feriment de las onas, e los timons no usavan de lur offici; rodavan los lenys en gir, e indicis o presumpcions de mòrt significavan. Havia gran tristor en las galeas e caylament; jahian homens de subinas e cap cubert, de lur vida d' aquí avant poch confiants. Leva' s lo rey, e aquestas cosas temé molt fòrt per sí e per los seus.” - MARSILIO, lib. II, cap. XVI y XVII.


(10)

... com Nabuch e Faruensa;


El nombre de Faruensa, unido al del personaje bíblico Nabucodonosor, nos hace estar en la persuasión (persuacion) de que el poeta ha querido aludir a Faraon rey de Egipto, cuyo nombre alteró en su terminación por licencia poética obligado por la rima.


(11)

..... sens que no spectetz nuyll.


Así la crónica Real, como la de Marsilio, insertan la oración que dirigió el rey Don Jaime al cielo al ver combatida la flota por la tempestad. He aquí como transcribe la citada plegaria la primera de las mencionadas crónicas:

"Senyor Deus, bé conexem quens has feyt rey de la terra, e dels bens que nostre pare tenia per la tua gracia: e hach no comença gran feyt, ne perills trò aquesta saho, e jatsia que la ajuda vostra hajam sentida del nostre naximent en trò ara, e hajats nos honrrat dels nostres homens mals qui ab nos volien contrastar: ara Senyor e Creador meu, ajudats me si a vos vé de plaer en aquest tan gran perill, que tan bon feyt com yo he començat nol puixca perdre car nol perdria yo tant solament, ans lo perdrets majorment vos: car yo vaig en aquest viatge per exalçar la fe que vos nos havets donada, e per baixar e destruyr aquells qui no creuen en vos. E dons, ver Deus e poderos, vos me podets guardar d' aquest perill, e fer servir la mia volentat, que he per servir a vos. E deu vos membrar de nos que hanch nula re nous clamam merce que no le troba sens vos, e aquells majorment quius han en còr de servir, e traen mal per vos, e yo só d' aquells.
E, Senyor, membreus de tanta gent qui vá en mí per servirvos. E vos, mare de Deus, qui sou pònt e pas dels pecadors, prech vos per las set alegries, e per les set dolors que hagues del fill de Deus queus membre de mí en pregar a vostre fill que ell me storça d‘ esta pena, e d' aquest perill en que yo son, e aquells qui van ab mí.” -
CRÓNICA DEL REY DON JAIME, cap. LV.


(12)


. a Deus qui d' Aragó
Ubert tenia de los cèls la quarrera.


Las crónicas omiten los hechos continuados en esta estancia. Nada hablan de la alegría que tuvo el rey después de calmada la tempestad que puso en tan grave peligro a la flota; alegría que manifestó a todos los suyos enarbolando en su nave la enseña de
Jesu-Cristo, y a la que contestaron todas las naves izando en sus mástiles el pendón aragonés, que tanta gloria obtuvo en la conquista que el numeroso ejército de Jaime I había emprendido.


(13)

Dix en Bonet, que guia la gran nau,


La crónica real y la de Marsilio designan al entendido marino que tan ventajosamente figura en la conquista, con el nombre y apellido de Nicolás Bouet, y no Bonet como le han llamado algunos y le llama el poema que nos ocupa. Quizás la costumbre de leer Bonet en algunos historiadores hizo equivocar al Sr. Bover la u con la n al copiar el poema, puesto que en la copia que nos ha facilitado se lee Bonet. Según el citado cronista Marsilio, parece montaba este experimentado marino la nave que servía de guía a toda la flota y en la cual iba D. Guillén de Moncada.

Ans que donassen las velas (dice el cronista citado) ordoná lo rey de lur orde e volch que anás primera la nau den Nicholau Bouet en la qual era en G. De Monchada, e que portás lanterna encesa persó que guiás totas las altres seguents; mes que la nau den Carrós anás derrera havent lanterna per semblant manera, e tot l' aparalament de las naus en lo mitj, e las galeas a cascun costat e defora, persó que si galeas alcunas de enemichs de qualque part s‘ acostassen pus tost trobassen contrast." - CRÓNICA DE MARSILIO, parte 2.a, cap. XV.


"Enans que moguessem l' estòl ordenam en qual manera iria. E primerament que la nau den Nicolau Bouet en que anava en G. de Muncada, que guiás e que portás un faro de llanterna: e la den Carrós que tingués la reguarda, e que llevás altre faro de llanterna: e las galeas que anassen entorn del stòl, e que si nenguna galea vingués al stòl que s‘ encontrás ab las nostres galeas.” - CRÓNICA REAL, 2.a parte, cap. LIV.


(14)

En Nono víu, que vers de eyl venia,


Véase sobre D. Nuño Sanz lo que va trascrito en la nota número 7. Por lo demás el encuentro de la galera del rey con la de D. Nuño durante la travesía, y las palabras que este dirige a D. Jaime en estas circunstancias, están omitidos así en la crónica real como en la de Marsilio y la de Desclot.


(15)

Donchs de Maylorcha lo menaret vessaba.


No es fácil determinar el lugar donde se elevaría el minarete que veía D. Nuño sobre las montañas de la isla, cuya vista le alegrara en términos de inducirle a proponer se hiciese oración a la Virgen Santísima en acción de gracias. Las crónicas citadas dicen que serenado el mar y vencida la tormenta, apareció la isla a la vista de las naves y se divisaron distintamente la Palomera, Sóller y Almalutx. Quizás pertenecía a alguna de estas poblaciones el minarete que alcanzaba D. Nuño desde su nave.


(16)

Lavors lo rey e l' avesque......


Refiérese probablemente el autor al obispo de Barcelona D. Berenguer de Palou, que era el que comúnmente llevaba la voz entre los prelados en los asuntos arduos de la expedición, y el que de ellos arengaba e infundía aliento al ejército cristiano.
Véase lo que va trascrito sobre este personaje en la nota número 7.




(17)

...... e l' abat,


Quizás se alude en este pasaje al abad de San Felio de Guixols. Véase la misma nota número 7 en la parte que se refiere a este prelado.


(18)

Lavors l' avesque ab veu pus tremolosa

Dix d' Ave maris a la dona est xant;


Las crónicas mencionadas sólo hablan de la plegaria del rey Don Jaime después de la tempestad sufrida, pero no de la oración que a la Reina de los cielos dirigió todo el ejército cristiano en medio de las ondas del mar, entonando el poético himno de
Ave maris stella, y la letanía de la Virgen; pasaje lleno de la fé y fervorosa piedad de aquellos tiempos, oración la más propia en boca de marineros y soldados que acababan de correr el peligro de ser sepultados por aquel piélago del cual es rutilante estrella la madre del Salvador por cuya enseña iban a combatir y a hacer si era necesario el sacrificio de su vida.


(19)

Consira en Jacq cant fer huy se poria:

Dix a l' avesque, e dix a lo Guastó:


Alúdese aquí probablemente a D. Gastón de Moncada, vizconde de Bearne, hijo de D. Guillermo de Moncada, muerto en la encarnizada batalla de "la Porrassa" y de la vizcondesa doña Garsendis. El Sr. Quadrado al ver firmados como testigos del primer privilegio concedido por Don Jaime I a los pobladores de Mallorca, a los jóvenes conde de Ampurias y vizconde de Bearne, se expresa en estos términos:

"Seis días antes (de la fecha del privilegio) había fallecido el valiente conde de Ampurias, a cuya muerte asistió su hijo y sucesor Ponce Hugo, ya sea que le hubiese acompañado en la expedición, ya se le hubiese reunido después de tomada la ciudad. Lo mismo debe pensarse del joven Gastón, vizconde de Bearne que acudió en persona a recoger la pingüe porción que su padre le había adquirido con sus servicios y con su propia sangre."

El pasaje que comentamos en un poema que á mas de su valor literario no puede negársele el histórico por ser escrito poco después de la conquista, prueba que no sólo asistió D. Gastón de Bearne a la gloriosa expedición, sino que merecía en alto grado la predilección del rey.


(20)

Pendrer no 's pòt lòch nient per aquesta

Meytat de l' yla pus brossa e enquesta;

La parte de la isla a que se refiere el experimentado marino Nicolás Bouet, es efectivamente peñascosa y escarpada en su costa, y era difícil en ella el desembarco del ejército; por lo demás las crónicas difieren algún tanto del poema en el suceso a que la estancia se refiere, pues en los primeros no se menta en tal ocasión a Bouet, sino a otro inteligente marino llamado Berenguer Guayrán, ni se atribuye la variación del propósito de ir a desembarcar por la parte de Pollensa a las condiciones poco adecuadas para ello de aquella costa, sino a la contrariedad del viento que reinaba. He aquí como da cuenta Marsilio de las circunstancias que precedieron a la llegada de la flota a la Palomera:

"Aquestas cosas ditas, vench en pensa del rey per los nobles e per los mariners deliberat conseyl de applegar e anar envés Pollensa, e cridá: - "¿Ha aqui alcun entre vosaltres qui sia estat a Malorques e sapia la yla?" - E respòs en Berenguer Guayrán demunt dit:
- "Jo, senyor, son estat aquí." - E el rey dix: - "¿Ha hi pòrts ne quins ves la ciutat de la part de Cathalunya?" - E dix: - "Ha hi un puig qui ret yla luny de la ciutat per quatre leguas e per mar XXX milas, lo qual es apeylat la Dragonera, e ha pou d' aygua de la qual los meus mariners ne portaren una vegada a la mia nau; e aquel puig a la terra ret pòrt major, e al mitj de la mar ha un puig poch qui ret pòrt luny de la terra un jet de balesta, lo qual es apeylat Pantaleu.” - E el rey alegrat dix: - "¿Qué demanam ne perqué som torbats per Pollensa la qual no podem haver ab aquest vent? Nos anam a pòrt ont ha aygua, e ont porán recrear los cavals a mal grat de sarrahins, e al qual pòrt tot nostre navili sens difficultat porá anar, e d' aquen porem elegir part la qual a nos sia vista pus cuvinent a intrar a la terra." - El rey maná donar la vela, durant e guiant lo vent de aguiló a la Prohensa, e acostá 's a una galera companyona que manás a las naus donar las velas e seguir la galea del rey qui volia applegar al pòrt de la Palomera. E donaren tots las velas, e la primera feria VI, só es lo primer divenres de setembre vench lo rey a la Palomera, e per tot lo dissapte tots los altres foren venguts. Beneyta sia la gloria del nostre Senyor del seu lòch, com ab aquel vent no podian applegar ne acostar a Pollensa de la qual era estat determenat, e podian venir a la Palomera; e en tan gran peril no s‘ ha seguit dan a negú; e só que era vijarés que 's fahés en dampnatje de la host e en alongament, fó fet en gran prosperitat e ajuda." - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XVII.


(21)

De los barons ab seny lo stòl viraba,

E vench lo rey en vers la Palomera.


Está situado el lugar de la Palomera en la costa de Andraitx, frente a la isla Dragonera. Parece existía antiguamente en él una población con el mismo nombre, de la cual era señor en tiempo de los árabes Alí mayordomo del jeque o walí de Mallorca. Sin embargo ella se había arruinado o decaído mucho a últimos del siglo XIII, puesto que vemos que el rey Don Jaime II de Mallorca mandó se edificase en el mismo sitio una población de treinta casas cercada de muralla, mediante letra real dada en Perpiñan a 10 de las kalendas de abril de 1303.


(22)

E vench n' Alí del rey en la galea,

Alúdese aquí a Alí de la Palomera, a quien se refiere la nota anterior.


(23)

Ma mayre ho dix, ma mayre ho ha trobat." -


He aquí como cuenta el poético episodio que comentamos el cronista Desclot, que es el que más detalles nos da sobre el particular:

"Diu lo conte, que quant lo navili fó ajustat a la Palomera, e lo rey fó exit en la ylla de Pantaleu ab molts de richs barons e d' altres gents per deportar o per sejornar, persó car la mar los havia traballats, assó fó un dicmenja maytí, qu‘ els sarrahins de la terra se foren ajustats devant la ylla de Pantaleu, trò a XV milia sarrahins a cavall e a peu ab llurs armas. Del quals sarrahins sen partí un e gitá 's en mar, e nadá, e vench a la ylla hon lo rey d' Aragó era, e quant fó exit de la mar vench devant lo rey e agenollá ‘s a ell e saluda ‘l en son latí. El rey feu li donar vestiduras, e puis demaná ‘l del feyt de la terra e del rey sarrahí. E el sarrahí dix li: - "Senyor, sapias per cert que aquesta terra es tua e a ton manament, que ma mare prega que jo vingués a tú e que t‘ ho digués; que ella es molt savia fembra, e ha conegut en la sua art de astrenomia que aquesta terra deus tú conquerir." E dix lo rey: - “¿Cóm has tu nom?" - "Senyor, dix lo sarrahí, Alí m' apella hom; son majordom del rey de Mallorcas.) - "Diguesme ¿lo rey hon es ne que fá?" - "Senyor, dix lo sarrahí, lo rey es en la ciutat, e ha ajustat per scrit, que jo ‘ls he tots comptats XLII milia homens armats, del quals ni ha V milia a cavall, e los altres son bons servents e molt valents e ardits, e cuydan te vedar que no prenas terra en negun lòch de Mallorcas; perque ferás bé si 'l cuytas de pendra terra al pus tòst que puxas abans que ells sian exits de la ciutat." - "Amich, dix lo rey, bé sias tú vengut; sapias que jo 't feré gran bé a tú e a ta mare e a tos fills en tal manera que t‘ en tendrás per pagat." - BERNARDO DESCLOT, XXVII.


(24)

E ‘nsemps volgren anar a lo perils

En Nono Sanç e 'n R. De Monchada.


La crónica real trascribe el hecho de esta manera:

"Quant vench lo dissapte enviam per nostres nobles, ço es per don Nuno, e per lo compte d' Ampuries, e per en G. De Muncada e per los altres qui eran en la hòst: e haguem dels còmits de les naus de aquells qui eran de major autoritat. E fó consell aytal, que enviassem don Nuno en una galea qui era sua, e en Ramon de Muncada en la galea de Tortosa: e que anassen riba mar, com qui vá contra Mallorques. E allí hon élls stimarien que fós bò al stòl arribar, que allí arribassen.” - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVII.


(25)

En Nono dix: - "Senyor, no tembretz nient!

Dessá ví lóch hon l' exir fora fayt." -


"E anants (D. Nuño Sanz y D. Ramon de Moncada) en axí aquel dissapte tornaren el vespre e digueren: - "Nos havem trobat lòch de costa la mar lo qual ha nom Sancta Ponsa, e es lòch a nostre vijarés cuvinent a anar o a applegar; e aqui de costa ha un puig poch, en lo qual si havia D. homens dels nostres, nul temps no pendrian lo Iòch ans seria venguda tota la host.” - E plach a tots só que es dit per los demunt dits, e elegiren lo lòch ab consentiment; mes volgren el dicmenje reposar en aquel mont retent yla, só es lo Pantaleu.” - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XVIII.


(26)

.. e ‘n Ponç …....


Alúdese aquí a Hugo Ponce conde de Ampurias. Véase sobre este magnate lo que va trascrito en la nota número 7.


(27)

..e 'n Cerveyló


Refiérese Lulio a D. Gerardo de Cervellón (Cervelló). Véase lo que sobre este caudillo va continuado en la nota número 7.


(28)

Et en Guilem de tot son còr hi fó;


D. Guillén de Moncada vizconde de Bearne. Véase la misma nota número 7.


(29)
E lo Ramon son frare.....

D. Ramon de Moncada. Véase la expresada nota número 7. El poema confirma la opinión de varios historiadores y la tradición constante de que D. Guillén y D. Ramón de Moncada, a quienes cupo igual suerte en la reñida batalla de la Porrasa, eran hermanos, en contra del sentir que manifiesta el Sr. Quadrado en sus párrafos insertos en la citada nota número 7.


(30)

.. e lo Guastó,


D. Gastón (Gaston) de Moncada vizconde de Bearne. Véase la nota número 19.




(31)

E a negun la vida fon lexada.


La crónica real da cuenta de esta primera refriega en los términos que siguen:

"E vench en R. De Muncada e dix quels smaria, e anasen sols, e dix: - "No vaja alcú ab mí." - E quant fó prop d' élls demaná los nostres, e quant élls foren venguts, éll dix:
- "Firam en élls, qui no son re.” - E el primer qui hanc los aná a ferir fó éll: e quant foren tant prop los christians dels moros com serien quatre hastes de llança de llonch giraren los moros las testes e fugiren, e élls pensaven de donar en élls, e moriren dels sarrahins mes de M. D. si que ningú no volia retenir a presó, e tornarensen quant aço agren fet al ribatge de la mar." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.


(32)

Dels maures buckrs la sanch veser volem." -


Está bellísima estrofa está llena de energía y ardor guerrero. Ella supera a todo cuanto han dicho los cronistas al hacerse cargo del descontento que manifestó el joven y belicoso monarca por no haberse podido encontrar en la primera refriega habida en la isla entre cristianos y sarracenos. Para que pueda hacerse comparación véase como Marsilio el más elocuente de los cronistas de la expedición, da cuenta de las palabras del rey:

"E exí lo rey de la mar e atrobá lo seu cavayl de totas cosas apareylat, e los cavalers de Aragó qui de una tarida del rey eran exits; e atrobat so que s‘ era fet, hach goig lo rey de la victoria, mes sabé li greu e hach dolor com tant s' era trigat, e girant se als cavalers de Aragó dix: - "Mal sia a nos! la primera victoria es feta en Malorcha e la primera bataya, e ‘ls nostres han hauda victoria, e nos no hi som estats. ¿Serán vuy las nostres mans sens sanch? ¿Ha hi neguns cavalers entre vosaltres qui 'ns vuylan seguir?" - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XIX.


(33)

Vaéren tuyt li maur sus en la serra.

Los cronistas hacen también mención expresa del suceso a que se refiere este pasaje del poeta. Dice la crónica real:

"E aquells qui foren apparellats anaren ab nos e fom trò a XXV. E ixquem trotant e darlot contra alli hon era stada la batalla: e veem sus en una serra de CCC trò a quatrecents peons de sarrahins, e entant élls veeren nos e devallaren de aquella serra en que eran, e volien pujar en una altre serra que hi havia. E dix un cavaller d' aquels d' Abe (o Ahe) qui son naturals de Taust: - "Senyor, si ‘ls volets attenyer cuytemnos.” - E nos cuytamnos, e al venir que nos faem matam trò a V. E entant anaven hi e venien los nostres e mataven e derrocaven dels moros alli hon los trobaven." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.

"E axí (dice Marsilio) anaven el rey e alcuns pochs a major pas, e fórenne mòrts V (sarracenos); e els altres qui venian apres lo rey e qui havian los cavayls febles per la mar, espahatjavan dels sarrahins aytants com ne podian atrobar.”
- CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XIX.


(34)

E un cavayler, de mòrt lo colpejava.


La misma crónica real cuenta también detalladamente el episodio a que se refiere la estancia del poema:

"E nos (dice) ab tres cavallers qui anaven ab nos trobam nos ab un cavaller a peu, e tench son scut abraçat e sa llança en la má, e la spasa cinta, e son elm çaragoçá en son cap e son perpunt vestit: e dixem li qu' es rendés, e éll girás a nos ab la llança dreta, e hanch nons volch parlar; e nos dixem: - "Barons, los cavalls valen molt en esta terra, e cascú non ha sino hú, e val mes un cavall que vint sarrahins: e yo mostrar los he a matar, e metam nos tòts en torn d' éll, e quant a la hú adreçara la llança, l' altre vinga e firel per les spalles e derrocar l‘ em en terra, e axí no porá fer mal a algú.” - E tantost nos apparellam nos aço fer, è vench don P. Lobera e lexá ‘s correr al sarrahí, e el sarrahí que 'l veu venir dreçali la llança, e donali tal còlp per los pits del cavall que bé li mes mija braça, e éll donali dels pits del cavall, e derrocá ‘l: e éll volch se llevar, e mes mà a la spasa, e entant nos fom sobre éll, e hanch nos volch retre trò que morí; e com li deyem, rentte, éll deya: "le mulex", que vol dir no senyor: e morirenni d' altres bé trò a LXXX, e tornam nos a la host." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.






(35)

A Mem-Ladró ab els maures combatre,


En las crónicas vemos figurar a un noble aragonés llamado D. Ladron, (Ladrón) que según el Sr. Quadrado fue hijo de D. Pedro Ladrón oriundo de Navarra, y persona de nobilísimo linaje que acompañó fielmente al rey en todo tiempo. En la estancia XXXVIII vemos figurar otra vez a D. Ladrón, quien al descubrir desde su nave la hueste del jeque de Mallorca que se acampaba en los cerros de Portopí, envió mensajeros al rey Don Jaime que pusiesen el hecho en su noticia, lo cual está acorde con lo que cuentan los cronistas. Sin embargo no sabemos cómo conciliar esto con lo manifestado en la estrofa que comentamos, pues al parecer D. Ladrón no había desembarcado aún cuando ocurrían los hechos a que se refiere el pasaje que nos ocupa.


(36)

Dix an en Nono: - "Féu aguayt en la serra

Ab n‘ Alagó......


Alúdese en este pasaje a Gil de Alagón, noble del ejército de Don Jaime, a quien nombran las crónicas.


(37)

...e n' Arnau Finisterra,


Personaje desconocido, cuyo nombre no vemos figurar en ninguno de los cronistas de la expedición.


(38)

A mal baró cant vos l' ordonaretz

Maleficar, e bon donçeyl no irá.”


La redacción de este pasaje nos parece algo confusa. Sentimos no poder consultar el códice original para ver si nos era dado esclarecer algo su sentido. En la traducción hemos procurado adivinar lo que el autor quiso decir al insolentarse contra el rey el indócil y desleal soldado.

(39)

E lo rey dix: - "Anatz, pelós, anatz!" -


Sobre este interesante episodio pada dicen los cronistas. Gil de Alagón aparece en la crónica real y en la de Marsilio, por primera vez, durante el sitio de la capital, haciendo causa común con los sarracenos, apóstata de su fé, y sustituido su noble apellido con el de Mahomet, para negociar una capitulación no muy digna ni admisible para los cristianos; y después reaparece, conquistada ya la capital, como partícipe muy favorecido del botín que recogieron los conquistadores, lo que induce a creer que había vuelto a su religión y a la gracia de su soberano. He aquí los pasajes de la crónica de Marsilio que se refieren a este soldado aventurero:

"Apres alcun espay en P. Corneyl qui era estat en lo conseyl dir al rey:- "Senyor, en Gil
d‘ Alagó, qui fó crestia e cavaler e are es sarrahí e renegat de la fe e ha nom Mahomet, ha trameses a mí ja dos missatjes que volia ab mí parlar; donchs si vos me 'ns dats licencia parlaré ab eyl com per aventura vol me dir e revelar alcuna cosa profitosa."
- El rey consentí li, e ana hi, e l' endemá com fos vengut dix al rey que anassen defora deportant cavalcant, com eyl volia parlar ab eyl e dix li: - "Aquestas son las paraulas den Gil d' Alagó: jo tractaré ab lo rey de Malorques e ab los veyls de la ciutat e de la terra, que donarán al rey d' Aragó e pagarán totas las despesas las quals eyl e 'ls nobles seus han fetas en aquest fet, e que sals e segurs s‘ en vajan; e asso fermarian en tal manera que tots ne porian esser bé pagats." - A las quals paraulas lo rey en continent ple de felonía respòs:- "O en P. Corneyl, de vos nos maraveylam fòrt com aytal pati pacientament havets ohit d' aquel renegat o de tot altre; com nos prometem a Deu per la fe la qual nos ha donada e en la qual vivem e ‘ns esperam salvar, que si hom nos donava tan d‘ argent com poria caber del lóch de las tendas entro a las montanyas, nos no rehebriam ni pendriam alcuna covinensa o pati quant que quant sia plasent a nos, si aquesta vegada no prenem la ciutat e ‘l regne; ans vos deym una cosa, que nuyl temps en Cathalunya no tornarem, si donchs per mitj de la ciutat no fem passatje. E ades de present vos manam sots pena de la nostra gracia e amor, que d' aquí avant no ‘ns digats aytals cosas que a nos no plahen.”- CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XXVIII.

"E axí presa la ciutat e de tot en tot despuyada, dixeren los prelats e nobles que las personas e las cosas a pública venda fossen posadas e mesas; la qual cosa no plach al rey, ans dix: "Aquesta pública venda molts temps requerrá, mes partescam las cosas o robas, e puys anem contra els sarrahins qui en las montanyas s‘ amagan e pahor los ha esvahits, e ab menor dificultat ne serán trets.” - E dixeren los dits prelats e nobles:
- "¿E en qual manera las cosas se partirian?" - Respòs lo rey: - "Per sòrts; e si ades partim los sarrahins e las robas, las gents ne serán pagadas, e el temps será de VIII dias, e encontinent irem contra els sarrahins de fora, e obtendrem e estojarem la moneda per galeas. E aquest conseyl es solament sá; ¿e en qual manera las gents esperarán tant espaciosa e longa venda de las cosas?" - Mes en Nuno e en Bernat de Sancta Eugenia e 'l bisbe de Barchelona e el Sagrista volian aytal esposició de las cosas persó que enganassen los altres, car en eran pus aguts e pus enginyoses. E el rey dix: - "Assó no es venda, mes decepció o engan; e temem que 'ls sarrahins de fora no s' enfortescan entretant, e que aquesta triga no sia dampnosa.” - E aquels contrastant lassá 's lo rey de la sua importunitat, e fó feta la esposició de las cosas de la Dominica primera de caresma entro a Pascha. E els cavalers e homens de poble creyan haver part de las cosas axí dadas a vendre, e compravan ne aytant com los era vijarés que ‘n deguessen aconseguir per lur part, e feta la venda no volian pagar las cosas ja compradas. E ajustarense los cavalers ab lo poble, e torbadament anavan per la ciutat dients: - "Mal es fet assó, mal es fet." - E soptosament levá 's entre eyls una veu: - "Robem la casa den Gil d' Alagó.” -
E anaren hi e axí ho feren. E com lo rey corrent fos vengut, e ja haguessen de tot la casa despuyada, dix los: - "¿Quius ha dada licencia de devastar la casa de negun noble nos assí presents, no fet a nos alcun clam?" - E cridant dixeren: - "Nos devem haver part en totas les cosas presas axí com los altres e no ho havem, ans morim de fam e volem tornar en nostra terra, e per assó las gents han fet so que han fet.” - E el rey dix los:
- "Cové vos penedir e castigar d‘ aquestas cosas e abstenir de tot en tot d‘ aytals cosas, sino convendria nos de vos fer justicia, e hauriam desplaher de vostre greuje, e convendria vos dolre de la pena.” - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XXXV.

Los dos pasajes que de la crónica de Marsilio van trascritos motivaron la siguiente nota del Sr. Quadrado:

"He aquí uno de los más misteriosos personajes de esta épica historia. ¿Qué aventuras habían traído a la isla sarracena como cautivo o como refugiado a un noble de la esclarecida estirpe de Alagón? ¿Qué peligros, qué venganzas, qué crímenes o pasiones le precipitaron en vergonzosa apostasía, hollando su fé de cristiano y sus blasones de caballero? Sus tratos con Pedro Cornel indican que no había olvidado del todo los recuerdos de su cuna y las amistades primeras; pero lo mezquino e inadmisible de las condiciones por él ofrecidas, a las cuales dio el rey tan digna y enérgica respuesta, muestran hasta qué punto había identificado su causa con la de su nueva ley y de su nueva patria. Después de tomada la ciudad reaparece para colmo de extrañeza Gil de Alagón, reconciliado sin duda con el rey y con la iglesia, como uno de los barones más favorecidos en la distribución del botín; puesto que su casa fue saqueada ante todas por el pueblo y los caballeros quejosos de la desigualdad del reparto e indignados tal vez de que se prodigaran a un renegado semejantes recompensas."

Creemos que el pasaje que comentamos aclara bastante el misterio en que aparecía envuelto el nombre del caballero Gil de Alagón, cuya deslealtad promovió el enojo de su rey, al ver que acudía a la reprobada idea de faltar a sus juramentos como caballero y hasta a su fé como cristiano.

(40)

E vos perdut ¿ e qui viurá de nos?


Marsilio habla de este poético suceso en estos términos, dignos de la epopeya:
"Lo sòl era pòst; el rey tornava a sas tendas, tement que no hagués offeses o agraujats sos nobles en tan perilosa cavalcada e quays del tornament del vespre, e esperava fortment esser repres. E exiren a eyl a peu en G. e en R. De Monchada ab alcuns cavalers, e el rey vehent aquels devaylá e volch sen intrar a peu; mes com eyl hagués esguardat, en G. De fit en fit guardá lo rey, e fentament e lenta ris se, lo qual riure agradá molt al rey dient entre sí: - "No ‘ns dirá paraulas aspres en G. que ris s‘ ha.” - Mes no ho poch sofferir en Ramon de Monchada, e ab cara feylona dix: - "Senyor, qué havets fet? qué havets fet? Nos salvats per Deu e scapats en los perils de la mar e aportats assí salvament e segura a la terra la qual desitjats, are volets auciure vos matex e nos?
¿No sabets que 'l vostre peril no es de una persona sola, mes de tota la host? ¿E quin ardiment es aquex, no digne de neguna lahor, no companyó de nenguna prohea ab seny, que vos a tan gran judici o peril de certa sciencia vos metets? En poch vuy no sots perdut, e si tant negre dia los nostres lums hagués escurehits, ¿qual apres vos haguera volgut viure? qual volgra tornar als seus lòchs? en quant fora estat divulgat per infamis lo conseyl de vostres nobles! Cóm suspitosa guarda! E cert milor fora als morients que aquels qui de la yla ne portarian novas a nostres amichs: e certes aquest tant gran negoci per algun altre príncep no s' acabaría, com mes aportaria temor que amor." - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XX.

"E en Ramon de Muncada dix nos: - "Qué havets feyt? volets ociure nos e vos, que si per nostra mala ventura vos perderets e sots anat arresch de perdre la hòst, e tot l' als seria perdut e aquest tan bon feyt nos fará puys per nul hom del mon.” - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.

Estos pasajes, enteramente conformes con lo que expresa la estancia que comentamos, motivan estas oportunas reflexiones del Sr. Quadrado:

"Un rey mozo casi avergonzado de su victoria y espiando con inquietud las miradas de sus nobles temeroso de ser reprendido, unos campeones que se creen en el caso de reprimir su temerario valor y en cuyos severos cargos traspira un celo tan paternal a par de tan sumisa abnegación, son caracteres de belleza inimitable; y la impaciencia de Raimundo y la indulgente benignidad de Guillermo acaban de realzar el cuadro con su contraste."


(41)

Pus no ho façatz, en rey, pus no ho façatz!" -

Las quals cosas totas ohidas (continúa Marsilio), lo rey no respòs res, mes en G. pacificant lo rey e en partida punyent dix: - "O Ramon, lo rey ha feta gran folia; mes una cosa nos conforta, com vuy havem provat com havem senyor valent en armas, lo qual planyent com en la primera bataya no es estat, per sí e tot sol ha bataya procurada, jatsia que sia en peril de sí e dels seus. No 's sia fet d' aqui avant, senyor rey, no sia fet, com en vostra vida es la nostra, e en la vostra mòrt es la nostra. Ne a vos no cal axí cuytar las cosas que fer se deuen, mes ab fermetat pus madurament fer; com pus que en la yla sots, rey sots de Malorcha; e si per ordinació de Deu no per defaliment de vostre conseyl si esdevenia vos morir, la vostra fama no hauria dampnatge de la mòrt, com tot lo mon vos apeylaria lo melor hom d' aquest mon e 'us planyeria.” - E si constrenyement dels nervis vos tenia en el lit e a las armas vos fehen no poderós, encare aquesta terra assí es vostra sols que vos viscats." - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, Cap. XX.


(42)

Dementre' l xech ab tota l' hòst ixia


Reina mucha confusión acerca del nombre del que era jeque o walí de Mallorca en la época de la conquista. El rey Don Jaime en su crónica, y tras él otros historiadores, le llaman Retabohihe; Marsilio le apellida Abobehie, corrupción quizás de Abu-Yabie (Yahie), y los cronistas árabes dicen gobernaba la isla en aquella sazón Said ben Alhakem Aben Otman el Koraischi de Tabira de Algarbe. Sea como fuere pertenecía a la dinastía de los Almohades que en 1208 habían destronado en Mallorca a la de los Almorávides.


(43)

En sus de Portupi s' apareylá.


"E las nostras naus (dice la crónica real) ab bé CCC cavallers que havia dedins, e els cavalls aytambe al cap de la borrasca, veeren la host del rey de Mallorques al vespre que fó exida en la serra del pòrt de Portupí. E D. Ladró un rich hom d' Aragó qui era ab nos, hach acòrd ab los cavallers qui eran en la nau, qu' ens enviassen un missatje en una barca per mar, qu‘ ens feyen saber que ‘l rey de Mallorques ab sa hòst era en la serra de Portupí, e tendas que hi havian parades, e que estiguessen apercebuts. E aquest missatje vench a nos a mija nuyt, que era nuyt del dimecres que devia esser aevant.
E nos tantost enviam ho a dir an G. De Muncada, e a D. Nuno, e als richs homens de la hòst: e ab tot aço nons llevarem trò en l' alba. E quant vench en l' alba llavám nos tots e oym nostra missa en la tenda nostra." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.


(44)

N ‘ haurá lo cèl lo qui de vos morrá." -


Aunque en el fondo esté conforme la arenga del obispo de Barcelona a la que trascriben los cronistas, creemos que por su concisión y energía supera la del poema a la que aquellos ponen en boca del venerable y valiente prelado. He aquí la que inserta la crónica real:

- "Barons, no es hora are de llònch sermó a fer car la materia no ‘ns ho dona, que aquest feyt en que el rey nostre senyor es, e nosaltres, es obra de Deus, que no es pas nostra: e devets fer aquest compte, que aquells qui en aquest feyt pendran mòrt, que la pendran per nostre Senyor, e que haurán paradis, hon haurán gloria durable tots temps: e aquells qui viurán haurán honor, e preu en lur vida, e bona fí a la mòrt. E barons, conortats vos per Deus, car lo rey nostre senyor, e pos e vosaltres volem destruir aquells qui reneguen la fé e el nom de Jesu-Christ. E tot hom se deu pensar, e pòt, que Deus e la sua mare nos partrá huy de nos, ans nos dará victoria, perque devets haver bon còr que tot ho vencerem: car la batalla deu ser huy, e conortats vos que ab senyor bò e natural anám:
e Deus qui es sobre éll, e sobre nos ajudar nos ha." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, parte 1.a, cap. LVIII.


(45)

Et en Guilem e 'n Ramon de Monchada

Ixen denant abduy ab li templer;


El poeta omite aquí algunos episodios muy notables al par que poéticos que no descuidaron los cronistas. Tales son el acto de recibir D. Guillén de Moncada la sagrada comunión antes de marchar al combate; la singularísima devoción con que recibió el cuerpo de Jesucristo y las lágrimas de piadosa ternura que derramó durante este solemne acto, presentimiento quizás de su próximo y desgraciado fin; las palabras que dirigió a D. Nuño, y la delicada generosidad de ambos caudillos en cederse recíprocamente los honores de dirigir la vanguardia, y otras circunstancias dignas de mentarse. Por lo demás el poema está acorde con las crónicas en cuanto a que
D. Guillén y D. Ramón de Moncada guiaron la vanguardia unidos con los templarios, a los cuales se agregó el conde de Ampurias.


(46)

E ab gran brugit faé de son poder.


Es sensible que el poeta no se extendiese como era regular en la descripción de la batalla que se empeñó en los campos de la Porrasa y en la cual arrollaron los cristianos al enemigo, obligándole a encerrarse en los muros de la capital, suceso que se prestaba grandemente a los rasgos elevados y animadas pinturas de la epopeya. Los cronistas en este particular se muestran menos parcos, siendo sobradamente interesantes los capítulos que a este objeto dedicaron y a los cuales remitimos el lector.


(47)

Al sarrahí noent, le deventera

Ben guerretjá lá sús per son Salvayre;
Véanse en los citados cronistas las vivas e interesantes descripciones de la batalla de la
"Porrassa".


(48)

E lá ‘n Guilem fení la lur quarrera,


El cronista Desclot da cuenta en estos términos de la muerte de D. Guillén de Moncada:

"Ab tant los crestians punyren ves los sarrahins e anaren ferir en élls, si que 'ls esvahiren e passaren oltra, mes tant era la gran pressa dels sarrahins que no sen pogueren tornar al puig a ‘n G. De Muncada. Els sarrahins muntaren al puig, e ‘n Guillem de Muncada qui 'ls veu venir volch los scapar, persó car no era que ab un cavaller e no poch devallar a cavall, que la muntanya era arrocada, e torná atras perque volch pendre altre carrera; mes los sarrahins lo soptaren tant fòrt de totas parts que nos poch defendre, e pres un còlp per la cama tal que 'l peu li cahech en terra; e puys occiurenli lo cavall, e cahech de tot en terra, e aquí morí. Lo cavaller qui ab éll era, mentre los cavallers se combatian ab en G. De Muncada, defensá 's al mils que posch e puys com viu que son senyor fó mòrt scapá als sarrahins malament nafrat en lo cap e en la cara, e torná sen ves los crestians." - CRÓNICA DE BERNARDO DESCLOT, XXXIII.


(49)

E lo Ramon deffenent lur senyera,


Con respecto a la muerte de D. Ramón de Moncada dice el mismo cronista Desclot:

"Ab tant en R. De Muncada seguí la senyera, e aná avant firent e donant de grans còlps; lo cavall ensepegá e cahech en la pressa que hi era molt gran, e aqui morí."
- CRÓNICA DE BERNARDO DESCLOT, XXXIII.


(50)
Et en Desfar....

Alúdese a Hugo Desfar, caballero del séquito de los Moncadas, que murió con ellos en la misma batalla de la Porrassa.


(51)

....e n' Huch lo bòn trovayre.

Refiérese sin duda el autor a Hugo de Mataplana, caballero también del séquito de los Moncadas, que pereció así mismo con ellos en batalla. Fue trovador muy célebre.
Sus trovas se leen en algunos códices que existen hoy día en la biblioteca vaticana.

(52)............

Aquí corresponde indudablemente el gran vacío que observamos en el poema y al que hemos hecho referencia en las líneas que preceden a la composición.


(53)

De n' Infantyl lo stòl pus abatut,


Alude este pasaje al caudillo moro Infantilla o Ifantilla, o mejor Fatilla, como le llama Desclot, que reuniendo un respetable ejército, compuesto de los sarracenos de las montañas de la isla, peleó encarnizadamente con los sitiadores. El cronista Marsilio, a propósito de este caudillo, dice:

"Levá 's un fil del diable per nom Ifantilla, e ajustá tots aquels qui estavan per las montanyas, e foren bé V milia a peu e C a cavayl; e vengueren a un puig assats fòrt qui es sobre la fònt qui entra en la ciutat; e aqui volent fer nom aparaylá bé XL tendas, e trencá lo lòch per ont l' aygua era amenada, e feu desviar l' aygua de la host, e per lo mitj d' un torrent se perdia. Mes persó com la fretura e minva d' aquesta aygua era no sostenedora als crestians, coneguda la occasió d' aquesta cosa, hach deliberació lo rey de trametre contra aquel un cap o dos ab CCC cavalers e que ab aquels se combatessen e l' aygua tan necessaria recobrassen. E fó manat an Nuno e fó fet cap e guiador dels trameses, e foren hi trameses sots eyl CCC cavalers, no empero tots seus, mes ajustats alcuns als seus. E partí 's d' aquí, e ʻls sarrahins volgren lo puig que havian pres deffendre, mes los crestians muntaren contra eyls ab maravelosa cavalcada, e venceren los en lo puig. E vench en las mans d' aquels lo dit Ifantilla qui era cap o guiador dels sarrahins, e sens misericordia fó matat, e foren ne privats de vida ab eyl bé D. Los altres fugients a las montanyas escaparen, e las tendas d' aquels foren dadas a robería e las robas a partió. Mes lo cap de Ifantilla portaren al rey en testimoni de la cosa feta, lo qual lo rey feu posar en la fona del giny e en la ciutat trametre e gitar a terror e pahor dels sarrahins. E fó retuda la aygua en aquesta guisa a la host, del recobrament de la qual tots agren gran goig, com gran fretura sofferian." - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XXV.





(54)

E dix lo rey: - "Presem pus prest la terra!"


Después de la derrota de Ifantilla duraron todavía mucho tiempo las operaciones del sitio. No se trató de asaltar desde luego la capital como el poema quiere indicar. Suprímense desgraciadamente en este todas las grandiosas hazañas del cerco, sin que sepamos si esta falta es del autor o del antiguo copista, que al parecer omitió visiblemente muchos pasajes como se ve claramente por el gran vacío que hemos hecho observar en la nota número 52. Destruida la hueste de Ifantilla, acontecieron grandes sucesos según los cronistas. Tales son la alianza de los cristianos con el poderoso Benhabet, señor de Alfavia, por cuya mediación se sometieron al rey Don Jaime muchas de las comarcas de la isla; los notables hechos de armas con que el ejército se distinguió durante el asedio; las proposiciones del jeque para arreglar la paz; la energía de Raimundo Alamany y de los deudos de los Moncadas en los consejos, clamando se vengase la sangre cristiana vertida por los sarracenos, y la prudencia y madurez del joven monarca en esta ocasión; la famosa arenga del walí a su pueblo rotas ya las negociaciones; el juramento solemne de los sitiadores antes de dar el asalto general; la toma de la ciudad y la milagrosa aparición de san Jorge; la entrada triunfante de la cruz en el recinto de la Almudayna; la prisión del walí; el saqueo de la ciudad; el botín recogido por los cristianos, y tantos otros hechos gloriosos que eran los que más se prestaban al poeta, y que no es regular pasase en silencio en una obra que tenía por objeto exclusivo cantar las hazañas de los conquistadores.


(55)


E de Maylorcha rey fó prest cridat.


No consta en las crónicas esta manifiesta aclamación de Don Jaime por rey de Mallorca.


(56)

....porriu

L' esgard haver, …....

Véanse en la traducción castellana las palabras con que hemos traducido este pasaje, para nosotros oscuro e ininteligible.

(57) ….. e lexatz lo morriu.

No respondemos de haber atinado en la verdadera equivalencia de la palabra morriu en la traducción castellana del poema, puesto que nos es desconocido este vocablo.

(58)

Donchs plach a Deus, Malorqu‘ es conquerada." -


Conquistada la capital todavía le quedó mucho por hacer al ejército cristiano, pues hubo de reducir a los moros montañeses que en gran número, y acaudillados por Xuayp amenazaban arrebatar al rey Don Jaime el precioso fruto de su conquista.


(59)
Honrem a Maylorcha ab molts beneficis.

El rey Don Jaime en efecto atendió con un celo verdaderamente paternal al engrandecimiento y prosperidad de la isla, promoviendo en ella infinitas mejoras, fomentando su naciente comercio y concediendo ventajosos privilegios a sus pobladores.

(http://www.caib.es/pidip2front/jsp/es/ficha-convocatoria/strongemldquolibro-de-franquezas-y-privilegios-del-reino-de-mallorcardquoem-es-el-documento-del-mes-en-el-archivo-del-reino-de-mallorca-este-jueves-7-de-marzostrong#)
https://www.worldcat.org/title/privilegios-y-franquicias-de-mallorca-cedulas-capitulos-estatutos-ordenes-y-pragmaticas-otorgadas-por-los-reyes-de-mallorca-de-aragon-y-de-espana-desde-el-siglo-xiii-hasta-fin-del-xvii-con-un-apendice-de-bulas-y-otros-documentos/oclc/802789769


(60)

Huy los meus bordons, huy s' han acabat.


Raimundo Lulio termina bellamente el poema. La conclusión es digna del Tasso. Nada más natural que al dejar las armas los guerreros, dé fin el poeta a sus versos.


RECTIFICACIONES.

Del examen, que concluida esta impresión, hemos podido hacer de ciertas composiciones de Lulio, esparcidas en uno que otro códice, nos han resultado algunas variantes notables que hacen necesarias en el texto impreso las siguientes rectificaciones, puesto que aclaran muchos de los pasajes que aparecen en él oscuros e ininteligibles (inintelegibles):

Página del texto Impreso. Línea. Dice. Léese en los códices nuevamente consultados.

137 7 sanat ça nat
138 33 é 's mon fill sanujat es mon fill anujat

144 11 ça ella ça é llá

153 23 l‘ ha sus lá sus
153 27 Só Ço
154 18 dona ‘l dona ha ‘l
154 29 veng‘ on vengon
156 15 guayg e desconort guayg desconort
160 9 quius qui ‘s
168 19 Es dó a qui Deus Es dó qui Deus
180 14 se poch se pòt
180 28 es poch es pòt
180 33 no poch no pòt
288 11 no es peccar, no es en peccar,
318 31 fará féra
334 21 ver perqu‘ eu vet perqu‘ eu
340 21 a unir ausir
344 19 la qual ha en sí leix la qual ha ‘n sí matex
400 16 veus só veus çò
415 9 sorn es s‘ orna e ‘s
418 18 et ornen ton et orn ton
435 24 losanament lo sanament
536 2 dar donar
(se encuentra muchas veces dar en el texto original)
441 13 Perqu‘ eu Perqu‘ en
442 2 Perque mes Perque m‘ es
443 26 cessar que querir cessar de querir
454 5 E al naturalment E ha ‘l naturalment
454 35 ço te a mal, S‘ ho te a mal
461 3 Con que sia Qu‘ hon que sia
465 15 En quant el emferm, En quant ela ‘m ferm,
472 6 de Deu salvetat, de Deu sa bontat,
474 35 En peccat E ‘n peccat
491 18 Tant qu‘ am duy ço Tant qu‘ ambuy só
494 23 Qu‘ en só Qu‘ en ço
512 19 A nuyla causa Ha nuyla causa
516 37 E mòr hon E mòr hom
529 18 veen vé en
539 32 Entendrets En tendrets
544 24 E ‘n lo far En lo far
569 21 están d‘ ela están de lá

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