miércoles, 21 de julio de 2021

LLIBRE SEGON. LES LLUMS Y LES OMBRES. I, LES ESTRELLES.

LLIBRE SEGON.

LES LLUMS Y LES OMBRES.

I

LES ESTRELLES.

(CONTEMPLACIÓ DE LO INFINIT.)

Ja en los alts cims la claredat lleugera
D´hora baxa se fón, y la campana
Del llogaret ab música riallera
Ressona per les valls y per la plana;
De santa nit á l´oració primera
Crida als fidels l´ Esglesia cristïana;
Se condorm ab quietut l´ampla Natura,
Y cansats del traball tothom s´atura.


LIBRO SEGUNDO.
LAS LUCES Y LAS SOMBRAS.

I

LAS ESTRELLAS.

(CONTEMPLACIÓN DE LO INFINITO.)

En las altas cumbres de los montes se evapora la tenue claridad del crepúsculo vespertino; la campana de la aldea resuena con placenteras armonías por los valles y llanuras, cual voz de la Iglesia cristiana que llama á los fieles para las primeras oraciones de la noche. Aduérmese silenciosamente la Naturaleza; y el hombre se pára tambien, cansado de la penosa jornada.


¡Hermosa, hermosa nit! Ella ´ns convida
A contemplar les obres admirables
De Deu nostre Senyor. La fosca exida
De los boschs y barrachs espaventables
Extén ses ales per l´espay sens mida.
Ja lluhen les estrelles innombrables.
Al sò de les boscanes fontanelles
Dexem d´est mon les vistes maravelles.

Volem als cels ab l´esperit, del ayre
Atravessant los plechs que ´ns enrevoltan;
Guardi la terra sa dolçosa flayre,
Quedin avall les nuus que hi giravoltan;
Volem, volem, com religiós trovayre
Allá hont del Geni los cantars s´ascoltan.
Sér meu, que foll per l´Infinit bategas,
Ara pe´ls mars de lo infinit navegas.

¡Oh celestial Bellesa, qu´espahordida (espahordid, falte la a)
Ma ánima tens; supremes hermosures,
Que los espays ompliu de foch y vida;
Salut; oh nobilíssimes criatures,
Que ab mil raigs d´or y argent portau vestida
La Nit per exes plácides altures;
El cor ple d´harmonía del poeta
Creu pera lloharvos tota llengua estreta!


¡Hermosa está la noche! Ella nos convida á la contemplacion de las admirables obras del Omnipotente. Las sombras salidas de los grandes bosques y profundos barrancos, extienden sus alas por el espacio sin límites. Ya brillan las innumerables estrellas. En esta hora de paz, cuando sólo se oye el rumor de las fuentes perdidas en la selva, dejemos las vulgarizadas maravillas de este mundo.

Volemos á las alturas, atravesando en espíritu los pliegues de la atmósfera. Guarde la tierra su perfumado ambiente; queden á nuestros piés las inconstantes nubes. Volemos, volemos, á fuer de religiosos trovadores, allá, donde se escuchan los cantares del Genio. Sér mío, que te desvives en busca del Infinito, ahora navegas de lo infinito por los mares.

¡Oh celeste belleza que tienes asombrada al alma mía; hermosura suprema, que llenas de ardiente vida los espacios; salud; nobilísimas criaturas, que conducís por los cielos la serena noche, radiante de oro y plata; el corazon del poeta, henchido de armonía, cree pequeña toda lengua para alabaros dignamente!


Exos astres de llum encisadora
Ab majestat del Orient s´en vénen;
Los planetes de cara enlluernadora
Sos esguarts per les òrbites extenen;
Los cometes de foch sa voladora
Cabellera flotant allí destrenen;
Ab silenci sublim, pau y harmonía
Del Univers la máquina fa via.

Com sobre l´aygua de la mar calmosa
Jugueteja lo sol les bones diades,
Fent brotar de l´onada pererosa
Diamantons y perletes á ratxades;
Axí la llum dels cels tan abundosa,
De los espays regant les fondalades,
Fa sortir y renáxer gracïosos
Mil jochs de llum y de colors hermosos.

Rodan y rodan per la blava esfera
Les multituts d´estels, ara vingudes
Del Orient ab volada falaguera,
Com perles de rosada combatudes
Per l´alè de l´aubada matinera;

Y al oscur Occident ab passes mudes
S´en van, com un exèrcit en batalla,
Que marxa ab orde, y desplegat no falla.


Esos astros de encantadora luz vienen con majestad del Oriente; los planetas de reluciente faz extienden sus miradas por las inmensas órbitas; los cometas de fuego destrenzan su flotante cabellera. En el acorde de una paz y de un silencio sublimes, avanza la grandiosa máquina del Universo.

Como cuando, en apacible día, juega el Sol con el agua del sosegado mar, haciendo brotar de la perezosa ondina perlas y diminutos diamantes, á raudales; así la abundosa luz de los cielos, difundiéndose por los abismos del espacio, origina á cada momento mil graciosos juegos de luz, mil hermosos colores.

Giran sin cesar por la azulada esfera las muchedumbres de cuerpos luminosos, venidos ahora del Oriente con leve vuelo, como perlas de rocío impelidas por el aliento de la mañana; y se dirigen al oscuro Occidente con mesurado y silencioso paso, como un ejército puesto en batalla, que marcha desplegándose en ordenados escuadrones.


En sa carrera per tots vents creuhantse
Rares imatges y figures senyan,
Y del Orde les lleys desenrotllantse
La Geometría dels espays ensenyan;
Línees en totes direccions formantse
Cércols descriuen qu´entre sí s´atenyen;
Y un systema dins altre se complica,
Y la gran Creació se magnifica...

En temps dels vells l´arab y sa maynada
Perduts p´els camps de les regions externes,
Quant ja les ombres de la nit callada
Surten de los fondals y les cavernes,
Vers les estrelles elevant l´ullada
Lo camp cercavan y maysons paternes;
Pastors patrïarcals que sòls tenían
Les estrelles del cel que ´ls dirigían.

Los sacerdots caldeus en la ribera
Del Tigris, desde l´empinada Torre,
Estudiavan ab mística dalera
Com quiscun astre l´òrbita recorre;
Los Magos del Egipte, en la pradera
Qu´el Nil rodeja de daurada sorra,
Los símbols dels estels endivinavan,
Y sobre ´ls temples de sos deus mapavan.


En su raudo curso crúzanse en todos sentidos, delineando extrañas figuras; realizan las leyes del Órden, enseñando la Geometría del espacio; las líneas trazadas en todas direcciones forman círculos tangentes; y un sistema se complica con otro sistema, y más se engrandece la gran Creacion...

En los antiguos tiempos, el árabe y su caravana, perdidos en region extranjera, cuando las sombras de la callada noche salen de los cavernosos abismos, buscaban, elevando su mirada á las estrellas, el campo y los aduares paternos; hombres patriarcales que tenían por único guía las estrellas de su horizonte.

Los sacerdotes caldeos en las orillas del Tígris, desde la empinada Torre de su pagoda, estudiaban con místico entusiasmo la direccion de las órbitas siderales; los Magos del Egipto, en las praderas que el Nilo circunda de cascajo de oro, escudriñaban los símbolos de los astros, y los dibujaban sobre el sepulcro de sus reyes.


Per instints poderosos sempre duyta
La Humanitat sa vista escrutadora
Elevá als cels: l´esclau que emprèn la fuyta
Y en mig del bosch aguarda llum d´aurora;
La pobre mare qu´ab les penes lluyta
Junt al breçol del infantó que plora;
Lo sabi desvetlat ab la creëncia
De poder aclarir la humana Sciencia.

Y la supersticiosa Astrología
L´Ort y l´Ocás de los estels esguarda,
Crehent trobar la lluminosa guía
Que de lo incert y dels perills nos guarda;
Lo selvatje del Sur prechs los envía
Quant por desconeguda l´acobarda;
Y el poeta en l´alta roca somnieja
Somni d´amor que en lo infinit volteja.

¡Lo infinit! ¡Es aquí!... D´un bosch la fulla
No cobreix los terrers d´aytal manera,
Ni ab ses enterbolides aygues mulla
Tantes arenes l´estufada riera,
Ni ´l vent per l´horta tantes flors esfulla
Quant li obri sa presó la Primavera.
Com estels espargí Má creadora
Per lo fons d´exa vall esbalahidora.


Por poderosos instintos siempre atraída, la Humanidad levantó á los cielos su indagadora mirada: el esclavo que emprende la fuga, y en medio del bosque aguarda que apunte el día; la pobre madre que lucha con el dolor, junto á la cuna donde llora su hijo; el sabio agitado por la creencia de poder exclarecer la ciencia humana.

Y la supersticiosa Astrología observa el Orto y Ocaso de los astros, creyendo hallar en éstos el guía infalible que nos guarda de lo incierto y peligroso; el salvaje del Sur les envía su rústico ruego, cuando se siente acobardado por desconocido temor; y el poeta, al contemplar el estrellado cielo, desde una elevada roca mecida por las aguas, se entrega á los dulces ensueños del amor, que salidos de su fantasía revolotean por lo infinito.

¡Lo infinito! ¡Hélo ahí!... La hojarasca de un viejo bosque no tapiza el suelo de tal modo, ni el hinchado torrente baña con sus turbias ondas tantas piedrezuelas, ni el viento en los jardines de la vega, cada vez que la Primavera le abre su cárcel, deshoja tantas flores, como estrellas sembró la Mano creadora en el fondo de esos admirables valles.


Allí la Onça major, les Oreades;
Allá l´estrella qu´altre temps servía
De nort en mig les ones esbravades;
Lo cércol de les Pléyades, qu´envía
A la terra les plujes desitjades;
Orion, y Siri, en qui l´alarb confía:
No vessa tantes perles la Serena
Com de diamants la Volta n´está plena.

¿Quín seny, quína potent Intel-ligencia
Dirnos podrá de los estels lo nombre?
¿Quí recomptarlos ab segura ciencia?
Llevórs de l´era que´l mestral escombra
¿Qué son vora d´aytal magnificencia?
¡Y lo que veym, del que no veym es l´ombra!
Admírat, oh pobreta ánima mía,
Vole, vole p´els cels ta fantasía.

Vola, pero no creguis altanera
Saber tal volta ´ls límits del espay,
Ni atènyer lo que hi há per més enrera
Ab ta forta volada penses may.

No cal dir: més enllá del Sol m´espera
De lo No-rés l´aturador esglay;
Perque sols y altres sols hi comparexen,

Y altres mons á los mons se succehiexen.


Allí la Osa mayor, las Oréades; allá la estrella que en otro tiempo servía para señalar el Norte á los marinos en medio de las embravecidas olas; el círculo de las Pléyades, que, según vulgar creencia, manda á la Tierra la deseada lluvia; Orion, y Sirio, la esperanza del árabe: no derrama tantas perlas la serenidad del alba, como diamantes posee la bóveda del firmamento.

¿Qué ingenio, qué poderosa inteligencia podrá decirnos su número? ¿Quién podrá contarlos sin temor de equivocarse? Semillas de las eras aventadas por el huracan
¿qué son al lado de esas magnificencias? ¡Y lo que vemos es la sombra de lo que no vemos! Admírate, oh pobrecita alma mía; vuele, vuele por los cielos tu imaginacion.

Vuela; pero no creas en tu orgullo que llegues á conocer tal vez los límites del espacio; ni creas que, por más vigor que tengan tus alas, alcances nunca lo que hay en el más allá del Cósmos. No nos es dado decir: “más allá del Sol me espera el aterrador fantasma del No-sér”; porque soles y más soles comparecen, y otros mundos suceden á los mundos.


Altres mons de paysatjes vaporosos,
De llums desconegudes, de flors noves;
Altres mons de boscatjes poderosos,
De mars inflades, de ferestes coves;
Ahont se passejan sers maravellosos,
Ahont criatures racionals hi trobas,
Ahont s´ascolta la mágica harmonía
Que les esferes cantan nit y día.

¡Sí!; que la Creació no es solitari´
Tomba per mig de los espays perduda,
Y´l vel blau de los cels no es un sudari
Encobridor de carn ja morta y muda.
¡Sí!; que la Sanch suprema del Calvari
Regá també la Creació absconduda,
Y exos habitadors á Deu beneyexen,
Y á Deu lo Pare per son Fill conexen. (*)

¡Oh cels, oh mars de llum, oh polsinera
De terres, que entreveu la fantasía;
Oh flames eternals, que dés l´esfera
Veys de la Nit la silenciosa vía!

(*) Terra, pontus, astra, mundus
Quo lavantur flumine!, id est, sanguine Christi, canta l´Esglesia lo divendres sanct. Aquesta doctrina está conforme ab la de S. Pau sobre
l´incarnació, y ab la de l´escola theològica d´Escot, á la cual pertenyía nostre gran Ramon Lull.


Otros mundos de paisajes segun el ideal, de nueva luz, de desconocida flora; otros mundos de poderosísimos bosques, de revueltos mares, de anchurosas cuevas: allí habitan maravillosos séres, allí se hallan criaturas racionales, allí se escucha perennemente la inefable armonía de las esferas.

¡Sí!; que la Creacion no es solitaria tumba, perdida en la inmensidad del espacio; y el velo azul de los cielos no es sudario cubridor de mudos cadáveres. ¡Sí!; que la divina sangre del Gólgota regó también la Creacion no conocida; y esos habitantes bendicen á Dios, y conocen á Dios Padre por la mediacion del Verbo. (*)

¡Oh cielos, oh mares de luz, oh polvareda de globos que entrevé la fantasía; antorchas eternales que desde la esfera alumbráis el silencioso paso de la Noche; ¿qué respondéis al espíritu,

(*) ¡Con qué río son lavados
Mundo, estrellas, tierra y mar!
(Pange lingua; trad. de Quadrado.)
Esta doctrina está conforme con la de S. Pablo sobre la Encarnacion, y con la de la escuela teológica de Escoto, á la cual pertenecía nuestro gran Raimundo Lulio.


¿Qué diheu al esperit, ple de fal-lera
Per descobrir lo Sér qui ocult vos guía?
¡Rodáu, rodáu p´el buyt; la claror vostra
Del Creador la majestat nos mostra!

Res hi havía. La inmortal Essencia
En pensament guardava ´ls abundosos
Gérmens del Sér. La fosca y l´apariencia
Per los espays regnavan tenebrosos.
Llavòrs la sobirana Omnipotencia
Parlá, y sortíreu del no-rés cuytosos,
Celebrant ab paraules primeroses
Les obres del gran Rey misterïoses...

¡Benehïescan á Deu les criatures
De ça y d´allá, p´els valls y les montanyes;
Te benehiescan, oh Deu, per les planures
Les cases de los richs y les cabanyes;
A Tu qui empenys los astres y´ls deturas,
Qui de bellesa y resplendor los banyas!
¡Benehigam del Senyor les maravelles;
Gloria cantem ab les brillants estrelles!

Mars 1872.


que lleno de ansiedad os pregunta por el oculto Sér que os guía? ¡Rodad, rodad por el vacío; vuestra lumbre nos muestra la majestad del Hacedor!

Nada existía. La inmortal Esencia guardaba en su Pensamiento los variados prototipos del sér. La oscuridad y la apariencia reinaban por los tenebrosos espacios. Entónces el Omnipotente habló; y, apresuradamente, salisteis de la nada, celebrando con vuestro primoroso lenguaje las misteriosas acciones del gran Rey...

¡Oh! Bendigan á Dios las criaturas del cielo y de la tierra; por los valles, por los montes y por los llanos. Bendígante, Señor, los hijos de los hombres, en suntuosos palacios ó en humildes cabañas; a Ti, que impulsas y detienes los astros, que los bañas de resplandor y de belleza. ¡Bendigamos las maravillas de Dios; cantémosle un himno de gloria con las brillantes estrellas!

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