jueves, 29 de julio de 2021

XI, LO DÍA DE TOTS SANTS.

XI

LO DÍA DE TOTS SANTS.

Lumen Gloriae.

Alegres sonan les majors campanes,
Ecos de ditxa los carrers omplenen,
Dexan los hòmens les converses vanes,
Fadrins del poble lo traball no prenen.

Vuy lo derrer alè de los bons díes
Nos du lo sol, vencent la nuvolada;
Demá s´acabarán les alegríes,
Demá lo adeu direm á l´estiuada.


XI
EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS.

Suenan alegremente las campanas mayores; ecos de felicidad llenan las calles; los hombres abandonan las vanas tertulias; los hijos del pueblo no toman los instrumentos del trabajo.

El sol vence las nubes, y hoy nos envía el postrer aliento de los días hermosos; mañana, día de los muertos, se acaban las alegrías; mañana se dice adios al verano.


Gran gernació, de gom en gom, xalesta,
S´en va á la Seu per ascoltar l´Ofici;
Es de Tots Sants la majestuosa festa;
Canta lo chor; comença ´l Sacrifici.

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Lo Subdïaca la Visió sagrada
Llig de Sant Joan, que l´esperit nos dona;
Dels fills de Deu la multitut salvada
Veym, y lo Cel ahont tenen la corona.

Hermoses tendes lo seu camp cobrexen,
Bells tabernacles de color divina;
Les banderes de Crist hi resplendexen
Ab llum que de son Trono ´ls illumina.

Segella ´ls fronts la Sanch inmaculada
Del viu Anyell que redimí la terra;
Violetes naxen á son pas d´aubada,
Dolça alegransa los dolors desterra.

Ab ells triunfan, oh Deu, les causes nobles,
Los qui per los humans daren la vida,
Los leals amichs de la salut dels pobles,
Los defensors de gent mal oprimida.

Los missioners, dexant patria ventura
Y ofrint als negres del desert los braços;
Y les hermoses verges de clausura,
Fuytes del mon per evitar sos llaços.


Numeroso y alegre gentío llena la Catedral de bote en bote, para oír la solemne Misa de Tercia. Se celebra la majestuosa festividad de Todos los Santos; canta el coro; principia el Santo Sacrificio.

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El subdiácono lee la sagrada Vision de San Juan, que nos infunde religioso espíritu. Ya vemos la innumerable muchedumbre de séres glorificados, y el Cielo donde ciñen la corona.

Hermosas tiendas cubren su campamento, bellos tabernáculos de sorprendente color; las banderas de Cristo resplandecen, con la luz que emana del alto Trono.

Sella sus frentes la inmaculada Sangre del Cordero vivo que redimió la tierra; á su paso nacen las flores, como al del alba; la dulce alegría del bienestar aleja de ellos el dolor.

Con ellos triunfan, oh Dios, las nobles causas; los que díeron su vida por la humanidad; los verdaderos amantes de la salud del pueblo; los defensores de familias oprimidas.

Los misioneros que abandonaron las dulzuras del patrio hogar para correr al desierto, en busca de infelices negros que consolar y convertir. Las hermosas vírgenes del claustro, que huyeron del mundo para mejor evitar sus redes.


Los pobres llauradors qui sense enveja
Les possessions vehines contemplaren;
Los reys que ab forta má feren que´s veja
Lliura la patria d´hosts que la violaren.

Los qui extragueren al Dolor los glavis,
Pujant á véure´l á los últims pisos;
Y´ls qui no amaren venjament d´agravis,
Nets de conciencia y de vilesa llisos.

En mig d´aytal exèrcit hi figuran
Los Pares de la ciencia y l´art cristianes;
Qui menysprearen la gloria que procuran
Del mon los sabis y les ciencies vanes.

La llum de lo infinit, llum de la gloria,
Revest los còssos de claror divina;
Himne sublim de la inmortal victoria
Al temple del Amor los encamina...

Benhaurats, oh vosaltres, qui ventura,
Ventura eterna possehiu fa estona,
Guardantne sòls d´antiga desventura
Florits llorers d´una esplendent corona.

Benhaurats, los humils; haveu per terra
Per mar y cel empriu y anomenada;
Lo poble vostres òssos desenterra,
Per darlos sempre reverent besada.


Los labradores pobres, que miraron sin envidia las posesiones del rico vecino. Los reyes que, con fuerte mano, libertaron su patria de enemigas huestes que la violaban.

Los que extrajeron al dolor la espada, subiendo á las guardillas á visitarlo. Y los que no toman venganza de las injurias, limpios de corazon, libres de toda indignidad.

En medio de ese gran ejército descubro á los Padres de la ciencia y del arte crístianos, que menospreciaron la gloria mundanal y la vanidad de la falsa ciencia.

La lumbre de lo infinito, lumbre de gloria, reviste los cuerpos de divina claridad. Himno sublime de inmortal victoria, los guía al templo del Amor.

Bienaventurados, oh vosotros que poseéis há tiempo la eterna felicidad; de vuestros antiguos pesares os han quedado los floridos lauros de esplendente corona.

Bienaventurados los humildes; tenéis en la tierra, en el mar, y en el cielo, señorío y duradera fama. El pueblo levanta de la tierra vuestros restos, para cubrirlos siempre de besos respetuosos.


Mil voltes benhaurats los qui patíreu
Fam y set de justicia ab gran fortesa;
Los qui afrontes crüels del mon sofríreu,
Pe´l mon cercant lo Ver y la Bellesa.

¡Oh! molt just era qu´arribás lo día
De premiar, Ramon Lull, tos dòls y hassanyes;
Y´ls teus, bell ángel de la patria mía,
Colom de nostres patriarcals montanyes.

Francesch, imatge de Jesús sencera,
Cor ardent de Teresa l´espanyola,
Thomás, lo sabi de la ciencia vera,
Pere, Clau del Poder que´ns agombola...
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Nosaltres hem vengut per ascoltarne
Devant l´altar la sacrossanta Missa;
Germans del Cel, venim pera lloarne
Vostra vida mortal á Deu submissa.

Sérs, que gosau la llum d´eterna Aurora,
De la infinita ditxa en la posada;
No oblideu, no, la fosca malfactora
Qu´avuy creix per la terra malanada.

Ara qu´estau sobre la blava esfera,
Més amunt que lo cércol de la lluna;
En presencia de Deu, formant renglera,
Intercerdíu del mon per la fortuna.

Novembre de 1869.


Bienaventurados mil veces los que padecisteis con fortaleza hambre y sed de justicia; los que sufristeis crueles afrentas del mundo, buscando siempre la verdad y la belleza.

Justo era que llegase la hora de premiar, oh Raimundo Lulio, tus amarguras y grandes hechos; y los tuyos, oh Catalina Tomás, bello ángel de mi patria, paloma de nuestros valles.

Francisco de Asís, completa imágen de Jesucristo; Teresa, la española de corazon ardiente; Tomás de Aquino, el sabio de la verdadera ciencia; Pedro, llave del poder que nos une....


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Nosotros hemos venido para oír ante el altar de la Catedral la sacrosanta Misa; hermanos del Cielo, venimos para alabar los hechos de vuestra vida mortal, á Dios siempre sometida.

Séres que gozáis la luz de eterna aurora, en la morada de la eterna dicha; no olvidéis que en nuestro desgraciado planeta, avanza hoy espantosa oscuridad.

Ahora que vivís sobre la azul esfera, más arriba que el círculo de la luna; formad un coro al rededor del trono de Dios, é interceded por la prosperidad del mundo.

X, Á MADONA SANTA MARÍA EN LA DIADA DE LA SEUA GLORIOSA ASSUMPCIÓ.

X

Á MADONA SANTA MARÍA

EN LA DIADA DE LA SEUA GLORIOSA ASSUMPCIÓ.

¿Y t´en pujas, María?
¿La terra dexas del dolor Posada?
¿T´en vas? ¡Oh dolça aymía!
¡Oh celestial rosada
Del Ver y del Amor tan suspirada!

Los ángels te rodejan,
Relluu ta noble faç enlluernadora;
Los serafins voltejan
Per l´ala voladora
Posar baix de tos peus, oh gran Senyora.


X
Á LA SANTíSIMA VÍRGEN MARÍA
EN SU GLORIOSA ASUNCION.

¿Y te vas, María? ¿Dejas la tierra, mansion de los dolores? ¿Te vas?
¡Oh dulce Amada nuestra! ¡Oh celestial suspirado rocío de la verdad y del amor!

Rodéante los ángeles; brilla deslumbrador tu noble rostro; los serafines , oh gran Reina, ponen debajo de tus piés sus voladoras alas.


Dolcíssima harmonía
Per los espays de lo infinit ressona;
Desde allí dalt, María,
Lo Cel joyós abona
L´admiració que sent per la gran Dona.

Per los núvols moguda,
Casi no´t veig del còs ab les ullades...
¿Y á la nau combatuda
Per tempestats irades,
Quí les riberes mostraráli amades?

¿Quí de la nau de la vida
D´ara en avant gobernará per l´ona?
¿L´Angoxa malehida
Veurém dins breu estona
Del Mon enjoyellarse ab la corona?

L´Angel caygut ¿no esguerra
Del sant conhort l´abnegació divina?
¿Còm, donchs, podrá la terra,
Velleta sexantina,
Sens Tu portarne del dolor l´espina?

Sense Tu al visitarnos
La bona sòrt, ¿no pert el quest totduna?

¿Còm podrem lliberarnos
De l´adversa fortuna?
¿Còm sens Tú viatjarém, lusenta lluna? …

¡Ay! Mare glorïosa,
Un poch aguárdat, car axò retgira!

Mare mía amorosa,
La pobre terra mira;
¡Ton fill ascolta, qui de cor suspira!

1869.


Dulcísima armonía resuena por los infinitos espacios; el alto cielo da regocijada muestra de la admiracion que siente por la gran mujer.

Por las nubes velada, apénas te descubro con los ojos del cuerpo...
¿Y á la nave, por fieros temporales combatida, quién le enseñará las amadas playas?

¿Quién gobernará de hoy en adelante la nave de la vida, en medio de las ondas? ¿Los tristes pesares se ceñirán pronto la corona del mundo?

El ángel caído echa á perder la divina abnegacion de los santos consuelos; ¿cómo, pues, la tierra, ya anciana octogenaria, podrá soportar las espinas de los dolores?

Sin Ti la dicha al buscarnos no nos encuentra. ¿Cómo nos libraremos de calamitosos infortunios? ¿Cómo viajar sin Ti, luciente luna?

¡Ay! gloriosa Madre, aguárdate; que tal pensamiento nos asusta. Madre amorosísima, mira la infeliz tierra; ¡escucha los suspiros de este hijo tuyo!

IX, EL COR DE JESÚS.

IX

EL COR DE JESÚS.

I

Dins la mar de les negres desventures
Vogam de nit y jorn,
Y té lo desconhort en les criatures
Perpetüal sejorn.

He vist desgraciats que l´aspra vida
No poden suportar,
Y sanch de sa cruelíssima ferida
No cessa de ratjar...

Cor de Jesús, ab les paraules mudes,
Eloquents, que sabeu,
Vulláu aconsolar al qui perdudes
Ses alegríes veu.

IX
EL CORAZON DE JESUS.

I

En el mar de las negras desventuras, vogamos incesantemente; el desconsuelo tiene en el corazon humano perpetua morada.

He visto desgraciados, que no pueden sobrellevar el cruel peso de la vida; y de sus heridas nunca se restaña la sangre.

Corazon de Jesus, con las mudas pero elocuentes palabras que Tú sabes, consuela á los que han perdido la alegría.


II

En mig de les foscors que perseguexen
Al home peregrí,
Cercam les resplendors que no finexen
Y mostran lo camí.

He vist enteniments que fantasiavan
Un mon de veritat,
Y ansiosos de trobarlo sòls trobavan
Impura realitat.,.

Cor de Jesús, ab la claror divina
Que de Vos se desprén,
Vulláu il-luminar al qui camina
Y´l bon camí no pren.


III

Com suspiran les flors pe´l dolç oratje
Per la pau suspiram,
Mes de la guerra ab lo febrós coratje
La patria destroçam.

Veig qu´arboran fatídiques banderes
D´Europa´ls pobles-reys,
Y posan dels canons en les rengleres
Les sobiranes lleys...

Cor de Jesús, la pau tan anyorada
Se pert en somnis vans;
¡Vulláu que´s donen prompte una abraçada
Al manco los cristians!


II
En medio de las tinieblas que persiguen al peregrino de la vida, buscamos los resplandores eternos, que señalan la verdadera senda.

He visto espíritus que soñaban un mundo de Verdad, y, anhelando descubrirlo, sólo descubrían la realidad impura.

Corazon de Jesus, con la celestial claridad que de Ti se desprende, ilumina al viajero que yerra el camino.


III

Como las flores suspiran por suaves cefirillos, suspiramos por la paz; pero destrozamos la patria con el calenturiento ardor de la guerra.

Veo que en Europa los pueblos-reyes enarbolan fatídicas banderas; y cifran en la multitud de sus cañones la soberanía de la ley...

Corazon de Jesus, la tan suspirada paz se evapora en vanos sueños.
¡Haz que pronto se den abrazo duradero, al ménos los Cristianos!


Senyor, Vos sou lo goig, la llum, la vida,
De los humans tresor.

¿Quína font brolla aquexos dons sens mida?
¡Ah, Deu meu: vostre Cor!

1873.


Señor, Tú eres el gozo, la luz, la vida de las criaturas; su gran tesoro.
¿De qué fuente fluyen tan inconmensurables dones? ¡Ah, Dios mío: DE TU SACRATÍSIMO CORAZON!

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