EL
CONCILIO.
La
noticia divulgada por la Europa de que la iglesia iba a celebrar en
Viena un concilio general por el año 1311, durante el pontificado de
Clemente V, inspiró al gran Lulio el poema de que nos ocupamos,
entre otras obras en las que en tal ocasión manifestó un ardiente
celo por la extirpación de los errores, la conversión de los
infieles, la conquista de los Santos Lugares, y la dilatación del
dogma católico. En París, en vísperas de emprender el viaje hacia
la gran ciudad del imperio alemán para echarse a las plantas del
jefe de la grey cristiana, fue donde trazó Lulio en enérgicos
versos lo que aquel gran acontecimiento hacía concebir a su
infatigable imaginación. La esperanza que tenía en los resultados
de aquella asamblea, encendió en su corazón la llama del entusiasmo
que rebosa en los versos de la obra El Concilio. El objeto que en
ella se propuso era excitar a los poderosos para que emprendiesen el
recobro del Santo Sepulcro, y hacerles presente las virtudes de que
debía estar adornado el corazón de los que habían de tomar parte
en tan trascendentales deliberaciones, y los vicios que en ellas
deben alejar de sí.
Divídese
la obra en once capítulos. El primero consiste en una introducción,
en la que manifiesta el objeto de la composición, y exhorta a los
que han de concurrir al concilio, a que no sean en él avaros ni
perezosos, a que sean esforzados y cumplidos de amores, de suspiros y
lágrimas, para que Dios les haga llevar a feliz término la santa
empresa del honor divino. - "Aconsejaos, exclama, de hombres de
entendimiento esclarecido no de artificiosos y astutos, porque el que
va vestido de vicios y mala intención va mal apuesto; a lo cual
añade: que quien está negativo en el concilio, niega al Señor, que
expiró en la cruz; y concluye diciendo: - "Ayúdeos Dios en el
concilio, porque mucho temo que se os engañe. Antes que habléis
mirad por donde empezáis; no os fiéis de todo el mundo, porque hay
muchos de intención torcida. En el concilio el astuto cordero burla
al lobo y al león, y la zorra se ríe de la raposa. El
sí es peor a veces que el no, y si no andáis con prevención seréis
engañados y escarnecidos. Tened presente siempre que vuestro objeto
es Dios, vía por la cual ascendemos al cielo; y si persistís día y
noche en el concilio, no os vendrá daño, antes estaréis seguros y
seréis perfectos.
El
segundo capítulo va dirigido al Sumo Pontífice Clemente V, a quien
arenga para que no ande remiso en la celebración del concilio, para
que le honre con su presencia, y haga en él cuanto pueda por la fé
de Jesu-Cristo; diciéndole, que si así no lo practica será
blasfemado y aborrecido de las gentes, y que Dios le pedirá estrecha
cuenta de su conducta. Aconséjale que lejos de ser orgulloso y
altivo en el concilio, que es el camino por donde con fina y
perseverante voluntad se llega a buen término, sea noble y use de
largueza en sus concesiones. Indúcele también a que haga predicar
la fé católica y probarla con razones concluyentes, para atraer los
infieles al bautismo y a la salvación eterna; y concluye en estos
términos: - "Si el concilio no se celebra o no tiene buen
éxito, miedo he de que gran mal nos sobrevenga; mas quien ante el
daño permanezca indiferente, irá a hospedarse en mala casa, para
padecer eternamente males sin cuento y sin que sienta el consuelo de
los que se arrepienten. Rogad a Dios, alto pontífice, que en este
gran suceso seáis ayudado, que el Espíritu-Santo os ilumine, que la
excelsa reina de los cielos os tenga siempre en su memoria y que el
Dios del amor os preste el necesario auxilio en el gran negocio de su
honra." -
Dirígese
a los cardenales en el tercer capítulo, como consejeros que son del
Sumo Pontífice; a los cuales recuerda el grande premio que
alcanzarán de Dios, si cooperan al buen éxito del concilio; y
amenázales con la cólera divina, si en él promueven obstáculos.
Les ruega que escojan buenos caballeros para emprender la reconquista
de los Santos Lugares, y continúa diciéndoles: - "El que no
haga todo el bien que le será dable, atraerá sobre sí la venganza
celeste; pues con no hacer el bien, hará mal; al paso que no hará
mal procurando hacer el bien; y pues en vuestras manos reside el
poder, sed amigos del bien." - "Consagrad a Dios el poder
que de Dios habéis recibido, porque si no lo hacéis, vais a excitar
su enojo y os sobrevendrán grandes males." - "Vuestra
decidida voluntad puede conquistar y llevar a buen fin el orbe todo,
con sólo dedicar a Dios el poderío que tenéis. Contribuid, pues, a
los buenos resultados del concilio, que valen más que todos los
tesoros imaginables, y que el descanso y las vanas comodidades del
mundo.” -
Los
príncipes son objeto del capítulo cuarto, y es uno de los más
enérgicos e inspirados de la obra. Después de alentar a los reyes y
barones para que levanten su bandera, dice: - "Caballero que
bien sabe amar, no debe permanecer indeciso un solo momento en
emprender la gloriosa conquista de la Siria. Ármense, pues, para la
honra de Dios, con vigor y esfuerzo, reyes y emperadores. Pronto
veremos quienes serán los buenos, quienes harán de la razón
bandera, y armadura del amor (de) Dios; y quienes los prelados
que dispuestos a la santa empresa, darán la señal, diciendo: -
Prontos estamos: sús, bravos paladines!" - "Al buen
caballero cúmplele cabalgar, embrazar el escudo, empuñar la espada
o enristrar la lanza; cúmplele amar a Dios para dedicarse a su
servicio, emprender la conquista del Santo Sepulcro y alcanzar el
perdón de sus culpas. Mucho avergonzaréis, ó príncipes, al jefe
de la iglesia, si mostrándoos dispuestos a acometer la santa
empresa, no os ayuda ni favorece. "
- "No es cortés el
caballero que no ama a Dios sobre todas las cosas; ni sabe dar buenos
mandobles en su servicio quien se encenaga en el pecado. ¡Ah,
caballero! corre con todo tu brío y tu voluntad a servir a tu Dios."
- "El caballero que a Dios sirve no conoce el miedo, porque Dios
le da esfuerzo, y el santo amor le alienta. ¡Ah, caballero! Ama la
caridad y el bien de tu prójimo, si quieres merecer el nombre de
valiente. No hay caballero esforzado si no se adorna de virtudes, ni
lo es el que con falso amor se olvida, descansando en su lecho, de la
honra de Dios.” - “El buen caballero ha de servir a la justicia,
ha de perseguir la sinrazón y el mal, para que el bien pueda
entronizarse." -
"Más vale el paladín aventurero para
el servicio de Dios, que el malvado que desama a su Criador y no
llora sus desvíos. ¡Ah caballeros! Pronto veremos cuales serán los
primeros, cuales serán los más esforzados!" -
El
capítulo quinto se ocupa de los prelados, a quienes encarga que no
sean desidiosos ni amigos de la molicie y que den lo que reciben, en
pro de la santa conquista; que empleen todo su poder y valimiento en
hacer bien; y que ofrezcan a Dios cuanto tengan, puesto que en dar
hacen una buena obra, avisándoles de que si así no lo practican,
verán cuán tremendo les parecerá el juicio de Dios. - "Prelado,
dice, considera lo honrado (que) te ves por Jesucristo, y cuán
poco le amas, no procurando el recobro de su santo sepulcro; ve pues
a honrarle sin mezquinidad (mezquindad) de corazón; ve a ser
una de sus columnas en el concilio." - "¿Qué harás de la
gran potestad que has recibido?
¿La emplearás en el servicio de
Dios? Si así no lo haces, ¿qué es lo que dirás al parecer ante el
tribunal de la justicia divina, cuando aquel juez recto exclame:
-
Puesto que quisiste mi mal, ve a los eternos tormentos. -
"No
imagines que puedas engañar a Dios, ni que puedas torcer sus justos
juicios; si nada quieres hacer por él, te expones a ser blanco de la
ira celeste; si no practicas el bien, no creas encontrar excusa a los
ojos de tu Criador." - "Después dirígeles consejos e
infúndeles el temor de Dios, y les asegura el menosprecio de los
hombres si no procuran el buen éxito del concilio; y concluye
diciendo: - "¿Qué vale, ó prelados, vuestro anillo, vuestro
soberbio caballo, vuestro rico manto, vuestro séquito de apuestos
donceles, si en vuestros hechos no hay discreción, si cuando es
oportuno no hay ardimiento en vuestro espíritu, no hay nobleza en
vuestro corazón?" -
Trata
en el siguiente capítulo de los religiosos. Díceles que exhorten al
Papa y le aconsejen, y que prediquen la cruzada; y les advierte que
el que vaya contra el concilio, bajo su hábito va vestido de mal y
no procede con lealtad. Añade que el religioso contemplativo hace su
lecho de temor de Dios, que no se arredra por amenazas ni
contrariedades, y que el que quiere servir a Dios debe sacrificar por
él su existencia, predicando su santa ley, y enseñándola a los
infieles; porque mucho complace a Dios el que muere para sostener la
verdad; y concluye diciendo: - "Religioso, si el Papa va a la
conquista de Ultra-mar, todos le seguirán, y el triunfo
indudablemente coronará la empresa: si tienes, pues, ardimiento,
clama, predica con valor. Tú sabes que el perro ladra para que el
hombre despierte y evite el mal que amenaza; ladremos, pues, para
despertar aquellos que pueden contribuir a la santa empresa. Cubrirte
has con el hábito del bien y del buen ejemplo; el amor verdadero
debe hacerte esforzado; y sin miedo has de elevar tu voz para
predicar las excelencias del Señor." -
El
capítulo séptimo está dedicado a la contrición (contriccion),
la que desea hiera los corazones, para que brote de ellos el amor,
los suspiros y las lágrimas en satisfacción de los pecados. Dice,
entre otras cosas, que la contrición pierde su nombre, si no hay
verdadero arrepentimiento, si no llora amargamente su pecado; y si no
tiene éxito el concilio, será porque muchos se vestirán con paño
de falsedad, puesto que la hipocresía va en torno a veces de la
contrición, levantándola el traidor a menudo por enseña; siendo en
el fondo maldad lo que nos parece bueno en el exterior; aunque otros
de más elevado ánimo, hacen de la contrición su cota de malla y su
manto; a todo lo cual añade:
- “A ti me entrego, o contrición;
y con tal que inspires la devoción, que induzcas a la celebración
del gran concilio, y que alejes de todos la perfidia, contigo iré a
la Tierra Santa para la exaltación del bien; porque el que se
arrepiente, pronto queda perdonado, en todo obra con justicia, en
todo anda derecho, y es valeroso, porque tras ti
se guarece."
-
El
octavo capítulo se ocupa de la satisfacción, a la que llama casa
donde no habita mal alguno. Y después de varios conceptos, exclama:
- "Si no eres partidario del concilio, te haces enemigo de la
santidad y tendrás la ira de Dios suspendida sobre tu cabeza."
- "Considera todo cuanto Dios te ha dado, los bienes de que te
colma, y todo cuanto le robaste, y si de ello no has razón, en mala
hora naciste." - "Si en este mundo no das la debida
satisfacción de tu culpa, irás a las profundidades del infierno,
asediado de toda clase de males, sin que conozcas el bien. ¡Ah,
caballero! Sé bueno y valiente paladín, y acude el primero a donde
Dios te llama." -
La
devoción es el objeto del capítulo noveno, que empieza con estas
palabras:
- "Devoción, ¿á dónde estás? ¿No nos es dado
saber si irás al concilio, si le quieres, o si dirás al Padre Santo
y a los cardenales que señora eres de su albergue?” -
Dícele
que sea amiga de la bondad, del entendimiento y de la voluntad, a lo
cual añade:
- "Las consideraciones, los suspiros y las
lágrimas te piden un amor ardiente. ¡Ojalá que vayas a la gran
conquista, que prelados y barones te abriguen en su pecho para cobrar
en ti aliento y ardor, y que seas puerto de consolación? Ahora se
verá lo que valen tus lágrimas; y si nada consiguen ¿quién te
creerá de hoy en adelante? ¿Quién creerá ya con las palabras y el
llanto de Raimundo?" - "Ahora es tiempo de que con el papa
Clemente des comienzo a la alta empresa, y que todo el mundo reciba
de ello contento; de lo contrario ¿quién creerá después en tu
loro, en tu palabra y en tus elocuentes razonamientos? - ¿De qué
sirve que ciña el yelmo una cabeza sin devoción?"
-
"Llorando me iré al concilio a exhortar a los grandes señores.
Ven conmigo y ayúdame; y levantaremos hasta el cielo nuestra voz,
hasta que hayamos conseguido nuestro intento." -
La
oración da materia al capítulo décimo, a la cual dice
personificándola: -"Ven en nuestra compañía y predicarás al
Dios de bondad, para que nos ayude a honrarle y a dar término al
concilio, disponiendo la santa conquista de Ultramar. Ruega al
Todopoderoso que dé esfuerzo y voluntad al Papa, a los cardenales, a
los prelados, a los barones y a todas las órdenes religiosas para
acometer grandes empresas." - Y entre otros conceptos, añade:
- "Oración, si mientras tus labios murmuran la plegaria,
forjas el mal en el fondo de tu corazón o imaginas el modo de
practicarlo, mucho yerras y nada vales." - "Oración,
óigote cantar y veo que operas milagros, mas poco basta para
extraviarte, hasta el punto de que parezca que tienes más grande
amor a las riquezas, al ocio y a los placeres de los sentidos, que al
Dios a quien te diriges. Si no tienes firmeza en tu voluntad, no
vayas al concilio, puesto que en él perdería el Señor sus
derechos; mas si te sientes inspirada por el amor, Dios te ayudará,
el concilio llegará a su término y de él emanarán grandes bienes.
Mas todo cuanto a Raimundo es dable hacer para ordenarlo, es levantar
su bandera y exhortar con el ejemplo de un amor grande a todos los
que habiendo recibido del Todopoderoso el mundanal poder, puedan
contribuir a su feliz éxito.” -
Por
último constituye el capítulo undécimo una plegaria o himno,
dirigido al Ser Supremo, para que dé a los padres del concilio, por
consejeros a la justicia y a la prudencia, a la fortaleza por ayuda y
por tesoro a la templanza; para que en el la fé tenga amigos, la
esperanza infunda aliento, y la caridad encienda los corazones en
santa llama; y por último para que aleje de su recinto la avaricia,
la gula, la soberbia, la pereza, la envidia y la ira.
Abundan
en esta poesía, que puede colocarse entre las escogidas del poeta,
los rasgos valientes y los elevados conceptos. Como está dedicada al
asunto que fue el móvil constante de todas las acciones,
peregrinaciones y trabajos de Lulio, está llena de inspiración y
entusiasmo; a todo lo cual se unen una dicción esmerada y una
versicación (versificación) que nada deja que desear.
EL
CONSILI.
Del
Consili qui feu mestre RAMON LULL
malorquí.
I.
Un
consili vuyl començar
En
mon coratge, e xantar,
Per
ço que faça enamorar
Tots
cells qui ho poden far
Per
Deu servir,
E
lo sepulcre conquerir:
Molt
ho desir.
En
consili tan gran siats,
E
tan bellament ordenats,
Que
Deus ne sia molt honrats
E
mant hom ne sia salvats,
E
tot lo mon
En
lònch, ample e pregon (1)
Haja
ahon,
En
consili no façats fòr
Per argent, castell ne per òr;
Temets
ho cóm seny si que mòr;
Car si havets bò e gran còr,
¡Ah!
¿qué dirán
Juseu, sarrahí, crestian,
Tártres e man?
En
consili no siats duptós,
Avár,
ni trist, ne pererós;
Tant
fòrts siats complits d' amors,
De
suspirs, lágremes e plors,
Per
bòn amar
Que
Deus vos faça acabar
Lo
seu honrar.
En
consili hajats consell
Ab
hom ardit e no volpell,
A
consellar per bòn capdell (2),
E
si ‘u havets serets molt bell;
Car
hom vestit
De
vicis e mal sperit,
Es
mal garnit.
En
consili qui 'us diu de no,
De
no diu al Senyor del trò,
Qui
per amor en la creu fó:
Si
éll lo lexa abandó
Al
diable,
Infern
será son stable
Turmentable.
En
consili Deus vos ajut;
Temme
no siats desçebut, (me tem; me temo)
Car
mant home ha leu volgut
Alcú
bé far qui es recregut
Al
començar;
Prech
Deus qu' eus vulla amparar
Ab
bò amar.
En
consili ans que parlets,
Guardats
en quals començarets;
En
tots homens non vos fiets,
Car
mant home no está drets.
¡Ah,
bòn amich!
Savi
's qui per altre 's castich
E
tem destrich.
En
consili lo péch moltó (cordero avispado)
Engana
'l lop e lo leó,
E
la volp engana al rapó (3) (vulpes : zorra; rapó :
raposo, raposa; rabosa : zorra, zorro)
E
mant hoc es pijor que no. (este hoc: sí OCcitano)
Si
no ‘us guardats,
Per
mant hom serets enganats
E
meynspreats. (menyspreats : menospreciados)
En
consili guardats la fí
De
Deu, qui está lo camí
De
paradis, veray fí;
E
si hi anats vespre e matí (4),
Segur
irets, (iréis)
Barat
ne tòrt, mal no tembrets (6); (temeréis)
Perfayt
serets (6).
II.
DEL
PAPA.
SENYOR
en Papa quint Clement,
Qui
estats Senyor de tanta gent!
Fayts
qu' el consili sia breument;
Si
tròp hi fayts delongament
Parrá
barat,
E
Deus vos en haurá desgrat (7);
Serets
jutjat.
Senyor
en Papa! ¿qué farets?
¿Vostre
consili honrar lets?
Si
no 'y fayts tot quant porets,
Per
tot lo món blasmat serets,
E
mal volgut;
Mostrarets
siats recresut,
E
es perdut.
Senyor
en Papa! ¿qué fará
Lo
gran poder qui ‘n vos está?
Si
no 'l fayts far tot quant porá (8),
A
Jhesu-Christ s' en clamará
Fortment
de vos;
E
car no vòl sia occiós,
E
es raysós.
Senor en Papa! tal vos riu,
Que volria no
fossets viu;
Guardats que no siats altiu
Al consili, qui está
riu
E bòn camí,
Perque hom vá a bona fí
Ab voler fí.
Senyor en Papa! per lo món
En
lònch, ample e pregon,
Vostre
poder hi es en tòrn;
Perque
sant Pere n' ha sejòrn (9),
Hajats
l' on vos,
No
siats avar, pererós,
Mas
larch e pròs.
Senyor
en Papa! fayts preycar
La
sancta fé e mostrar clar,
Perque
vengon a batejar
Tuyt
l' infesel, e per salvar; (infieles)
E
eu say raysons,
Contra
que no vál lurs sermons;
Dats
hi perdons.
Senyor
en Papa! eu m' escús
Al
bòn rey, salvayre Jhesus (10);
Qu'
eu vos ne pregat sajus
Qu'
el consili pujets en sús;
Al
jutjament
Diray
que al Papa Clement
Ho
fuy dient.
Si
el consili no es ni val,
Pahor
ay qu' en ischa gran mal; (salga; cuando significa surta :
sortir)
E
qui dirá: - "Res no m' en cal” -
Crey
que iray en mal hostal
Tots
mals sofrir,
Pena
e dan sens penedir,
E
sens exir.
Senyor
en Papa! Deus pregats
Que
en est pas siats aydats,
P'
el Sanct Sperit spirats,
Per
nostra dona remenbrats;
E
'l Deu d' amor
Ajút
a la cuyta major,
Per
sa honor.
III.
DELS
CARDENALS.
CARDENAL,
es bò cardenil
De
gran porta bòna, humil,
Per
la qual entra hom gentil,
Que
ço que fá tot va a fil.
¡Ah,
gran nom ha!
Cardenal,
lo poder que ha
¡Ah!
qu' en fará?
Cardenal,
es lo conseller
Del
Papa, e ha lo poder
Que
ha 'l Papa en son mester;
E
ço que ensemps poden fer,
¿A
qual punir
Si
élls no volen Deu servir?
¡Ah!
¿quí 'l pòt dir?
Si
'ls cardenals han bòn consell
Qu'
el consili sia bò e bell,
Cascú
ab gran gaug s' aparell;
Car
Deus será totstemps ab éll
Sus
en lo cèl,
Cherubin,
Seraphin, Michael,
E
Gabriel.
Cardenal
que vòl destorbar
Qu'
el consili no 's puscha far,
Lo
consili s' irá clamar
A
Deu, qui ‘l venjará ben car.
¡Lás!
¿qu' es fará,
Car
no li ‘n valrá puig ne plá
Ne
tot quant ha?
Senyors
cardenals! ordenats
Que
cavaller sia triats
Religiosos,
e si los dats
Ço
del temple, e les potestats
D'
altres maysós (casas, órdenes religiosas; maison,
maisons)
De
las altres religiós,
Cavallers
bos.
Tal
cavaller vaja estar
Per
totstemps may en Ultra-mar;
La
décima li fayts donar
Per
lo Sepulcre cobrar;
Lo
gran poder
Qui
haurá ¿quí lo pòt saber?
Vullats
ho fer.
Cell
qui no fá 'l bé que porá,
Sapia
que Deus s' en venjará;
Car
en no far bé, mal fará,
E
en far bé nuyl mal fará.
E,
dónchs, senyors,
Puis
qu' el poder está en vos, (pues ya que el poder está en
vosotros)
Estiats
bos.
Senyors
cardenals! dats a Deu
Lo
vostre poder qui es seu;
Si
no ho fayts seralí greu;
Porie
‘us en venir mal leu.
¡Ah!
bé 'us guardats
Que
son poder no li tollats;
Car
es venjats (11).
Senyors
cardenals! ab voler
Podets
tot lo món conquerer,
Ab
que donets vostre poder
A
Deu, e podets ho leu fer,
Pus
que 'us vullats:
Si
no ho fayts será car comprats.
¡Ah!
bé 'us guardats.
Senyors
cardenals! lo consili
Fayts
per venir a bona fí,
Que
val mays que argent ne cosí,
Ne
sejorn, vespre ne matí.
¡Ah,
Deus amat!
Ha
son orde cardenalat (12);
Qu'
en sia honrat.
IV.
DELS
PRINCEPS.
SENYORS
princeps, duchs e marques!
Sapiats
gran maravella es
Si
'l consili no 's fá ades,
E
lo millor que parria mes;
Tan
bò que no fó,
Cascú
meta son ganfanó,
Per
gran perdó.
Cavaller
qui bé sàb amar
En
conquerir tot Ultra-mar,
En
nuyla res no deu duptar;
Pensar
pòt que Deus vòl aydar
A
sa honor.
Vagen,
dónchs, rey, emperador
Ab
gran vigor.
Rey,
emperayre e baró!
Cras
veyrem si serán bò,
Ne
de raysó fán ganfanó,
E
del amor de Deu gonilló;
E
quals prelats
Diguen:
- Nos som aparellats;
Senyors,
anats! -
Al
cavaller tayn cavalcar,
Escut
e sella, e brochar (silla de montar; la otra silla es
cadira; cadiera aragonés)
Espasa
e llança, e còlps dar; (espada y lanza, y golpes dar;
llança, con ll)
E
taynli atresí amar,
Per
conquerir
Lo
Sepulcre, per Deu servir;
Peccats
delir.
Senyors
prínceps! si prometets
Al
Papa que trestuyt irets
E
que 'y farets tot quant porets,
En
gran vergonya metrets,
Si
no 'us vòl dar
Per
lo Sepulcre acobrar.
Vets
l' on pregar.
Cavaller
no tinch per cortes,
Si
Deus no ama mes que res;
No
sàb fer còlps a manes (13)
D'
amor, si gran peccador es;
¡Ah,
cavaller!
En
Deu servir fay ton poder
E
volenter.
Cavaller
qui es servidor
De
Deu, no ha de res pahor,
Car
conforte 's en son Senyor,
E
en força de bòn amor.
¡Ah,
cavaller!
Si
tú vòls esser bòn guerrer
Ama
bé fer.
Nuyl
cavaller está ardit,
Si
de virtuts no es complit,
E
falsa amor sia 'n son llit (14) (vemos lit y llit; pero no escribe
Llull)
E
que lo honor de Deu l' oblit
¡Ah,
gran baró!
Mit
tota ta entenció
Que
sias bò.
Cavaller
es per dret servir
E
que lo mal faça fugir,
Perque
lo bé puscha venir,
E
que lo dó per obeir
Al
Deu d' amar,
Ab
que vaja en Ultra-mar
Bé
exalçar.
May
val cavaller pasejats,
Per
tal que Deus sia honrats,
Que
malvat viu e desamats
Per
Deu, e no plòr sos peccats.
¡Ah,
cavallers!
Cras veyrem quals son primers
E
bòns guerrers.
V.
DELS
PRELATS.
REMEMBRAR
vuyl a los prelats,
Qui
per Deu estan tan bastats,
Que
no sian tróp sejornats,
E
que donen ço que 'ls es donats,
A
conquistar
Tota
la terra d' Ultra-mar,
Pus
qu' es pòt far.
Prelat!
tant quant ha de poder
En
far bé, lo bé li quer
Que
dó a Deu de son haver;
E
lo donar es son bé fer
En
son bòn lòch;
Sino
delay no 'ls parra jòch.
¡Ah!
fòrt los tòch!
Prelat!
guarda quant est honrat
Per
Jhesu-Christ, molt deshonrat;
Car
per tú está pauch amat,
E
p' el Sepulcre no cobrat,
¡Ah!
vay l' honrar
Per lo consili emparar,
Sens
còr avár.
Senyors
prelats! ¿e qué farets
De
lo gran poder que havets?
¿A
Deu honrar dar lo volrets?
Si
no ho fayts, ¡ah! ¿qué direts
Al
jutjament,
Quant
Deus dirá: - “Mon malvolent!
Vay
a turment!" -
Prelat!
no pòts Deus enganar,
Ne
en res no lo pòts forçar;
E
si del seu no li vòls dar,
De
tú 's porá fortment venjar;
Si
no est bò,
No
haurás escusació;
Dir
t' ha de no.
Senyors
prelats! bé 'n son certá (13
Que
si lo consili no 's fá,
Vos
hi metrets la vostra má;
Aquella
má on fugirá
A
greu dolor
Perpetual,
per qui 'l Senyor
Ha
deshonor.
Senyors
prelats! tal mal me sent (16)
Car
vey alcú ensenyament,
Que
el consili no sia nient (17);
E
si ho es ha defalliment (18)
Pena
e mal,
De
qui serets perpetual
Malvat
hostal.
Senyors
prelats! bé 'us es vengut
Si
fayts consili e rebut;
Si
no 'l fayts mal vos es cresut,
Lo
consili no fós sabut,
Ne
nomenats;
Per
mant home serets blasmats
E
meynspreats.
Senyors prelats! no es leó
Qui
no faça tembre el moltó:
E
diets hòc, puis diu de no (19) (hòc : sí en
OCcitano, lenga d´Òc, oc, och)
De
ço en qui ha gran raysó,
Pauch
es temut;
Bò
li fora que estés mut,
No
recreut.
Senyors
prelats! no val anell
Ne
gran cavall, ne bél mantell,
Ne
gran flocha de mant donçell (20) (flota, muchedumbre)
Si
en sos fayts no ha capdell,
Discreció,
E
que sia ardit e prò
Quant
es raysó.
VI.
DELS
RELIGIOSOS.
RELIGIÓS! fayts monastir,
Per
tal que 'y puscats Deu servir;
Si
en Ultra-mar l' anats bastir,
P'
el consili podets venir (21),
E
preycar,
E
per lo Papa a pregar,
E
consellar.
Religiós
bò se sotsmet
A
servir Deu quant éll vá dret;
E
si contra el consili es met,
Sots
son habit está nelet,
Habit
de mal;
Sots
lo qual habit no val
Ni
es leyal.
Religiós
contemplatiu
Temor
de Deu está son niu;
No
tem menaças ne nuyl briu,
Ne
no vòl esser sejorniu:
Vay
preycar
Que
anem tuyt en Ultra-mar
Per
Deus honrar!
Religiós!
entinme bé; (entiéndeme)
Si
contra Deu fay nuyla re,
Molt
pus gran pena te cové;
Car
fenys te que faças mays bé
Que
altre, e par
Que
mays que altre 't deus guardar
En
lo mal far.
Religiós!
si vòls servir
Molt
Deu, vay per s‘ amor morir,
E
de la sancta fé ver dir
Als
infaels, per convertir; (infieles; se encuentran
variaciones de esta palabra)
Car
gran plaer
Ha
Deu d' hom qui vòl sostener
Mòrt
per dir ver.
Religiós!
oració
Fay
a Deu molt gran, qu‘ él nos dó
Consili
verdader e bò, (verdadero; vertader; de veritas: veritat,
vertat, verdad)
E
qu' el Papa dó gran perdó
Ab
gran tresòr;
Car
l' un e l' altre han lo fòr,
E
mal hi mòr.
Religiós
bò es presich
Que
faça a l' hom que se castich (22)
E
que dó a cell qui te rich;
E
pus que t' es mes en oblit,
Vay
preycar
Lo
Papa, que vuyla passar
En
Ultra-mar.
Religiós!
si 'l papa vá
En
Ultra-mar, tot hom irá,
Tota
la terra conquerrá. (conquistará; conquerirà)
Religiós!
si en tú ha
Gran
ardiment,
Crida,
preyca valentment
E
mantinent.
Religiós!
tú saps qu' el chá, (cà; can, perro)
Tant
ladre, qu' hom s' en despertá, (lladre; ladra)
E
fuyg lo mal e lo bé fá.
¿Quál
de nosaltres ladrará,
Per
despertar
Aquells
qui poden gran bé far
En
Ultra-mar?
Religiós!
lo teu habit
Deu
esser de molts béns complit.
E
de bons eximplis guarnit,
Per
ver amor esser ardit;
E
sens pahor
Deu
esser gran preycador
Per
lo Senyor.
VII.
DE
CONTRICCIÓ.
CONTRICCIÓ,
a mon albir (23)
Tròp
vos delicats en dormir (24),
¿Per
qué no anats còr ferir
Del
qual façats amor exir,
E
gran amar,
Dolor,
sospirs e molt plorar,
Per
satisfar?
Contricció,
cell qui no 'us vòl
Sens
fina amor está tot sòl;
E
si lo còr contrit no ‘s dòl,
De
tot en tot serets en sòl;
Ja
gras capó (28) (capón gordo, con mucha grasa; gras, como el foie
gras)
No
'us valrá a dampnació,
Préchs
ni perdó.
Contricció,
lo nòm perdrets,
Si
dels peccats dòl no havets;
E
que 'ls peccats tant no plorets,
Com
sabets que gran scarn fets;
Si
no 'ls mundats,
Plena
estarets de barats
E
falsetats.
Contricció, hipocrita
Vos
vá en torn, e si no 's fá
Lo
consili, vostra lana
De
falsetat mant hom vestrá,
Per
destruir
Lo
consili, fá jaquir
Deus
a servir.
Contricció,
vostre panó
Alcuna
vets es tració;
Car
ço que defòra eus per bò,
De
dins es mal e falió
E
gran peccat;
Perque
havets lo nòm mudat
Per
gran barat.
Contricció,
cota e mantell
Fán
de vos mant hom gran e bell,
E
si vos sots de bòn capdell,
Deus
vòl que hajats mant donçell
E
mant cavall,
A
destruir mal en vall
D'
on mal tresall.
Contricció,
no 'us vuyl mentir;
No
‘m play ab vos en lur dormir,
¿D'
on fayts devocio exir
Si
‘l consili fayts er jaquir (26)?
E
car plorats
Per
ço que façats grans barats,
Mal
vos n‘ es dats.
Contricció,
a vos me dó
Ab
que amets devoció,
E
far consili gran e bò,
Fòra
de tota tració
E
mal pensar;
Ab
vos iray en Ultra-mar,
Bé
exalçar.
Contricció,
qui bé es penet,
Tantost
es exit de nelet;
E
en tot ço qui es ha dret,
E
per tot vá cap dret (27)
E
es ardit,
Pus
que está de mal exit,
Per
vos guarnit.
Contricció,
lo dejunar
Que
fayts, el sospir e plorar,
Oració
e lo cantar,
Tot
se coneix al satisfar
De
qual part vé;
Car
luny está lo mal al bé,
Ço
leu hom ve (28).
VIII.
DE
SATISFACCIÓ.
SATISFACCIÓ
es hostal
En
qui no está negun mal,
Ne
tem menaçes ne destral,
Car
satisfer es son cabal;
Perque
Deus há
Qui
li ajuda ça e llá,
Segur
está.
Satisfarás
a ton voler
Del
mal que has fayt, ab bé fer;
Satisfarás
a ton saber,
A
ton membrar e a ton poder,
Que
'ls dóns a Deu,
Per
ço que trestot sia seu
Ab
tot son feu.
Satisfarás
a ton sentir
A
imaginar e consir
En
ayço que no deus tenir,
Ab
còr contrit e ab sospir
De
lo mal far,
E
gran sia lo desirar
En
Deus honrar.
Satisfé consili a Deu
En tot ço que ‘y sia
seu;
Si no ho fas mal ten vendrá leu
En tot quant has, e será
‘t greu.
¡Oh, consili!
No ‘t valdrá tresòr ne cosí
A
mala fí.
Si
lo consili bò no ‘t sáb,
De sanctetat te farás gàb
(29);
Nuyl bé menjarás en ton màb,
Ira de Deu será en ton
càp.
¡Ah, robador!
No faças a Deu deshonor,
Lo teu
Senyor.
Consira quant t‘ ha Deus donat,
E com te fá
estar bastat,
E quant es ço que ‘l has emblat;
Si no ho
sàbs, mala fuist nat.
Hages consell
Ab virtuts, no ‘t dóns
del coltell,
Hages capdell.
Si no satisfás en aquest
món,
En infern irás tan pregon,
Que de tot mal haurás
ahon,
E nuyl bé no ‘t será en torn.
¡Ah, cavaller!
Sias
bò e valent guerrer
E vay primer.
Si satisfás a ton
parent
De ayço en que no has nient,
No satisfás, mas
fentement (30)
Sabrás ho al traspassament,
Quant Deus dirá:
-
“Qui no satisfá ço que ha,
Dampnat será.” -
Si
satisfás a ta honor
Mays
que a Deu, car es millor;
Si
a éll satisfás amor,
Ell
te dará lo dó major
De
salvament,
Hon
estarás eternalment
Alegrament.
Qui
satisfá sí ha raysó,
No
está pech, ne es moltó;
Si
al consili diu de no,
No
estará veray ne bò,
E
tot lo mal
Que
li vendrá, será hostal
De
mal cabal.
IX.
DE
DEVOCIÓ.
DEVOCIÓ!
¿e hon estats?
¿Poriem
saber si vendriats
A
est consili, si 'l amats?
E
que al Papa tòst digats
E
al cardenal
Que
dona sots de lur hostal
Perfayt
cabal (31)?
Devoció
de volentat,
Siats
cosina de bontat,
D'
enteniment e de bòn grat,
E
que no 'y sia nuyl barat
Ne
dir de no
Al
consili, com sia bò
De
gran perdó.
Devoció,
lo consirar
E
li sospir e li plorar
Requeren
a vos gran amar.
Prelats,
barons a escalfar
Cascú
vos pòrt
En
Ultramar, e siats pòrt
De
bòn conòrt.
Devoció,
tot quant havets,
Sia
amor, lausor e prets;
E
si no fayts quant far porets,
Fals
e debades planyerets (32):
Vostre
plorar,
E
'ls sospirs fayts per enganar
Contra
bé far.
Devoció,
are 's parrá
Si
lo vostre plorar valrá;
E
si no vál, ¡ah! ¿quí creyrá
Vos
e RAMON per paraulá
E
per plorar?
Anats
los altres enganar
E
baratar.
Devoció,
ara es temps
Que
per vos sia tal comèns,
E
per lo Papa quint Clemens,
Tot
lo món ne sia jausens;
E
si fallits,
¿Qui
'us creyrá per plòrs ne per crits
Vostres
bélls dits?
¡Ah!
¿e qué vál gran caparó
En
càp sens devoció?
¿Ne
qué val menjar gras capó
Emblat
a son bòn companyó,
Per
Deus honrat,
Qui
ab hom s' es aparentat
Per
amistat?
Devoció,
iray plorar
E
al consili preycar
Als
senyors qui lo poden far;
E
si vos hi volets anar
E
m' ajudats,
Cridarem
trò sia altrejats
Bé
ordenats.
Devoció
sens ardiment,
Discreció,
bò estament,
E
sens manera d' ardiment,
No
valrá 'l consili nient.
¿Qué
nos farem?
De
bòns fayts nos aparellem,
Quant
hi irem.
Qui
bé ama, no ha pahor,
Ne
res no 's té a deshonor;
Pus
que de Deus es servidor,
Al
nostro hostal lexem pahor (33);
E
ardiment
Sia
nostre pà e piment, (sea nuestro pan y pimienta)
E
bòn talent.
X.
DE
ORACIÓ.
ORACIÓ! venits ab nos.
E que siam bòns
companyós;
Vos preyrets Deus qui es bòs
Que ajút a fayre s‘
honors
Per sí honrar,
E lo consili acabar
Per
Ultra-mar.
Oració, a Deu pregats
Que al Papa dó
volentats,
Com es lo poder que ‘ls ha dats
Als cardenals e
als prelats,
E los barons
E a totas religions,
Per far fayts
bòns.
Oració, qui prega Deu
Que li perdó los peccats
leu
El dó e no vòl esser seu,
Lo
consili li es molt greu;
Vá per camí
A hostal greu de mala
fí
Vespre e matí.
Oració, en mant hom sots,
Qui
Deus prega per ço desots,
Plora,
suspira al sanglots,
E
de Deu no 'l cal una crots (34),
Perque
fallits;
Car
ets en homens mal nudrits (35)
De
bòn fayts dits.
Oració,
si com pregats
Ço
que en boca vos formats,
En
vostre còr mal pensats,
Com
lo façats greument errats,
Res
no valets;
Car
no fayts lo bé que parlets,
E
mal volets.
Oració,
Deus diu de no
A
quí 'l prega ab tració,
Ab
sacrifici qui es bò
Mala
lo met en son mentó.
Anats
dormir;
Mantes
vets m' havets fayt fallir,
Deus
escarnir.
Oracio,
al hom pech
Diu
hom cauech bauech (36):
-
E com vos estats fals alberch!
Bè
'us fá qui 'us diu qui' s famech. -
Oració,
Lo
mal puja è lo bé no;
Deus
vos perdó (37).
Los
apostols preycaven,
Deus
los dava que volien,
Los
infaels convertien,
E
per amar élls morien,
E
per honrar;
Tròp
vos havets venuda car
Per oblidar.
Oració,
veig vos xantar,
Molt
e petits miracles far;
Ab
petit vos veig destorbar;
Par
que no hajats gran amar,
Mays
en cosí,
En
sejornar, e en bòn ví (38),
E
en aur fí.
Oració,
ja no anets
Al
consili si no volets;
Car
Deus hi perdrá sos drets.
E
si vos molt amar volets,
Deus
vos valrá;
Per
vos lo consili es fará,
E'
l bé 'n vendrá (39).
RAMON,
tot ço que pòt far
Per
bòn consili ordenar,
Ab
la senyera e preycar,
Aquells
qui 'l poden ordenar
Per
gran amor,
E
qui han la força mayor
Per
lo Senyor.
XI.
Senyor
Deus: pluja,
Perque el mal fuja,
Car peccat puja!
------
Senyor,
tal pluja donats,
Que en amor, Papa, prelats,
El Sepulcre sia
cobrats,
E lo gran nòm vostre honrats.
Senyor Deus!
pluja,
Perque el mal fuja,
Car peccat puja!
Quant el
consili es justats (40),
Ver Deus, justicia donats
Per
conseller a los prelats;
Car no ‘y será nuyl barats.
Al
consili ver Deus ajudats (41).
Senyor Deus! pluja,
Perque el
mal fuja,
Car peccat puja!
Prudencia sia conseller,
Que
consella fayt vertader;
A lo consili es mester;
Sens ella no
valrá diner.
Senyor Deus! pluja,
Perque el mal fuja,
Car
peccat puja!
Fortitudo
de gran confòrt
De
lo consili sia pòrt;
Si
no ho es já me ‘n desconòrt,
Car
lo bé hi perdrá son sòrt (42).
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Si
lo consili ha son fòr,
Temprança
gran será el tresòr,
Car
tot será vestit d' òr,
E
de virtuts, e de bòn còr.
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Si
la fé grans amichs no há
A
lo consili ¿qué fará?
Lo
consili es clamará
A
Deu, car la fé no ‘y valrá.
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Qui
'l consili volrá honrar,
Esperança
vuyla menar;
Car
ab ella es porá acabar (43),
Fals
hom no ‘y porá contrastar.
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Caritat
venits aydar
Al
consili, per lo bé far,
E
‘l Papa enamorar
E
cardenals aconsellar.
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Avaricia
es camí
Per
qui hom vá a mala fí;
Si
ella es al consili
Ell
no valrá un peytani (44).
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Glotonía
es destral
Ab
còlp mortal;
Si
al consili ha hostal,
Lo
consili en res no vál.
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Si
al consili vá ergull
Ab
nuyl hom, ne en éll l' acull,
Tot
hi será de mal escull;
No
‘y cal anar RAMON LULL.
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Accidia
e neglijar
De
far bé e destorbar,
Si
al consili pót entrar,
No
‘y cal nuyl hom bò anar.
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Enveja
es desijament
De
fembra, castell e argent;
Si
lo consili es son parent,
Tot
será vestit de nient.
Senyor
Deus! pluja,
Perque
el mal fuja,
Car
peccat puja!
Ira
es trista passió;
D'
ella no vé consell bò:
Si
al consili ha maysó,
Lo
consili no será bò.
Senyor
Deus! pluja,
Que
RAMON s' huja,
Car
lo mal puja!
VARIANTES.
(1)
En lònch e ample e ‘n pregon
(2)
Aconsellar per bòn capdell,
(3)
E la vòlp engana al capó (*)
(4)
E si anats vespre, matí,
(5)
Barat ne tòrt, mal no pendrets;
(6)
Per fayt secrets.
(7)
E Deus vos haurá desgrat;
(8)
Si no li fayts far quant porá,
(9)
Perque sant Pere ne sejorn,
(10)
Ab bòn Rey, salvayre Jhesus;
(11)
Car envenjats.
(12)
A son orde cardenalat;
(13)
No sáb fer còlps amanés
(14)
E falsa amor si en son llit
(15)
Senyors prelats! Bé 'n son cèrt ¡ah!
(16)
Senyors prelats! tan mal me sent,
(17)
Que el consili no si ment;
(18)
E si 'u es ha defalliment
(19)
Qui no 'n faça tembre un moltó;
E
qui diu hoc e puis diu no
(hoc : sí en
OCcitano, lenga d‘Óc, oc, òc, och; en 146x todavía se encuentra
en textos de los deputats del General de Cathalunya residents en
Barchinona. Y pretenden decir que el catalán es una lengua diferente
al occitano, con todas sus variantes o dialectos: provenzal,
provençal, lemosin, lemosín, de Limoges, lengadoc, languedoc,
vivaroaupenc, gascón : aranés, etc).
(20)
Ne gran flota de mant donçell,
(21)
Al consili podets venir,
(22)
Que fas a l' hom que se castich,
(23)
Contricció, es a mon albir
(24)
Tròp vos delitats en dormir,
(25)
J‘ agras capó
(26)
Si ‘l consili fayts en jaquir?
(27)
E per tot vá cap aret
(28)
Coleu hom ve.
(29)
De seendat te farás gàb;
(30)
No satisfás, mas fen tament
(31)
Per fayt cabal.
(32)
Fals adebadas planyerets: (debades; en vano)
(33)
Al nostre hostal lexem pahor;
(34)
E de Deu no 'l cal una nots, (**)
(*)
En el texto dice rapó en vez del vocablo capó (capón) de la
variante. La palabra rapó no la hemos visto usada por ningún
autor lemosín; ni sabemos, si es que no sea equivocación de
copista, su equivalencia castellana, aunque hayamos usado en el
extracto que va al frente de la composición de la palabra raposa,
para no dejar intraducido el pasaje. (la canción ai vist lo lop,
lo “rainard”, la lebre; rabosa : zorra, zorro)
(**)
En otro códice se lee: E de Deu no 'l cal una tiots, (crots
: crotz : creu : cruz)
(35)
Car ets en homens mal noyrits
(36) Diu hom cavech bavech:
(37)
Deus vos ho perdó.
(38) E en sejornar, e en bon ví,
(39) E 'l
ben venrá
(40) Quant al consili er justats,
(41)
Al consili ver Deus aydats.
(42) Car lo bé hi perdrá son
fòrt.
(43) Car ab ella es porá cobrar,
(44) Ell no valrá un
peytavi.